“A los trabajadores del grupo Everest se nos agota la paciencia, llevamos con retrasos en las nóminas desde diciembre de 2013 y la mayoría de las veces hemos recibido el ingreso en dos tramos. A día de hoy, nos adeudan tres nóminas y media de 2014, y la empresa no da garantías para afrontar los próximos pagos”.
Así resume la situación que vive la editorial leonesa el comunicado remitido este martes por sus trabajadores, que en los últimos años han venido afrontando varios ERE, incluido uno de extinción de empleo que acabó hace cerca de un año con 67 puestos de trabajo, alrededor de un 30% del total.
Los actuales 322 empleados en plantilla denuncian, además de los impagos que se han acumulado, la próxima ejecución de un ERTE de dos meses para el que aún no han recibido la pertinente documentación para abrir el periodo de consultas, según señala Enrique Reguero, representante del comité de empresa. Además, los empleados no han percibido la paga del pasado diciembre y han sufrido desde 2012 bajadas salariales de entre el 2% y el 10%, así como la pérdida de ciertos derechos laborales.
Ante los problemas de circulante que aduce la empresa, agrega Reguero, la Junta de Castilla y León se habría comprometido a intermediar para optar a un crédito del Banco Europeo de Inversiones (de bajo tipo de interés) de unos cinco millones de euros. Para ello se han mantenido “reuniones y estudiado planes de viabilidad” que aún no se han concretado, de manera que, en estos momentos, la compañía “está abocada a un posible cierre”.
“La empresa lleva diciéndonos varios meses que se trata de problemas de liquidez, que esperan solventar con un crédito que negocian con la Junta de Castilla y León, pero ese crédito no llega”, añade el comunicado, presentado en rueda de prensa. “En fechas recientes nos dicen también que se está negociando con un inversor externo, pero tampoco vemos ningún avance y la información al respecto es escasa. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando, y sin cobrar, y teniendo que hacer frente a nuestros gastos corrientes”.
Dado que se debe a los trabajadores las tres pagas extra de 2014 –de marzo, junio y diciembre– estos ya han comenzado a interponer demandas individuales, puesto que la deuda prescribe en el periodo de un año. "La mitad de la paga extra de marzo ya la han pagado", puntualizan desde el sindicato USO, "y tememos que se trata de una maniobra para que no se lleven a cabo las denuncias individuales y prescriba la deuda".
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Este periódico ha intentado sin éxito contactar con la dirección de la empresa para obtener su versión de esta y otras cuestiones.
Fundada hace 57 años, el grupo Everest es una empresa familiar radicada en León y especializada en libros de texto de educación infantil, así como en gastronomía o guías de turismo. A modo de reivindicación, los empleados, que ya se han manifestado en diversas ocasiones, han anunciado que tomarán una serie de medidas de protesta de cara al futuro cercano.
Para este sábado por la mañana han convocado una asamblea de trabajadores, y para este miércoles 21 han lanzado un llamamiento de concentración de los trabajadores entre las 12.00 y las 12.30. También tienen previsto un próximo “acto reivindicativo-cultural” con con escritores, músicos y deportistas leoneses, para el que han acuñado el hashtag de Twitter #SalvemosEverest.
“A los trabajadores del grupo Everest se nos agota la paciencia, llevamos con retrasos en las nóminas desde diciembre de 2013 y la mayoría de las veces hemos recibido el ingreso en dos tramos. A día de hoy, nos adeudan tres nóminas y media de 2014, y la empresa no da garantías para afrontar los próximos pagos”.