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El Instituto Cervantes reivindica en Bruselas el plurilingüismo de la "España diversa"

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El miércoles, catalán, euskera, gallego y español sonaban en Bruselas. No lo hacían en el Consejo Europeo ni en el Parlamento, sino unas calles más allá, en la sede del Instituto Cervantes. Las lenguas cooficiales del Estado se materializaban en las voces de los poetas Bernardo Atxaga, Yolanda Castaño, Joan Margarit, Elena Medel, Manuel Rivas, Eloy Sánchez Rosillo y Estel Solé, y en la de quien los reunía, el escritor y nuevo director del Cervantes, Luis García Montero. "Es una reivindicación del entendimiento y la riqueza que supone el diálogo en distintas lenguas de España", dice el granadino desde la capital belga, que aprovechaba el Día Europeo de las Lenguas para la celebración del acto, en colaboración con la Embajada. "Una de las misiones del Instituto Cervantes es difundir las culturas y las lenguas que componen el Estado español". El título del recital es una declaración de intenciones: Versos de la España diversa

El evento, que se celebraba a las seis y media de la tarde, suponía un acercamiento algo más que simbólico a uno de los objetivos que García Montero se ha propuesto desde su nombramiento el pasado julio. "Espero hacer realidad una cosa que siempre he vivido, que es el diálogo entre las distintas lenguas del Estado", apuntaba entonces a este periódico. El recital venía acompañado también de algún movimiento político: el director del Cervantes se ha reunido con Enric Morera, presidente de las Cortes Valencianas por el Bloc-Compromís, que encabeza una iniciativa para que la Unión Europea promueva y proteja la diversidad lingüística del continente. Así, el mismo miércoles la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas, que reúne a presidentes de las distintas cámaras, debatía a partir de un grupo de trabajo presidido por Morera y sobre un texto que pretende luchar contra la discriminación de las lenguas minoritarias. Morera entregó también este documento a García Montero. 

Pero el recital era también una etapa más de una de las iniciativas que promueve García Montero desde hace un tiempo. Las lecturas en las distintas lenguas del Estado han jalonado la agenda del también catedrático de Literatura desde hace años. En un concierto de Paco Ibáñez celebrado en Madrid en 2016, por ejemplo, ya reunía al vasco Bernardo Atxaga, el catalán Joan Margarit y el gallego Antonio García Teijeiro para que le arroparan con lecturas en sus lenguas maternas. El poeta granadino, columnista de infoLibre, ponía entonces el castellano en un intento por demostrar que todos esos idiomas "viven en armonía". Con la ausencia de García Teijeiro, se unen ahora a ellos Manuel Rivas, que leerá en gallego, y Eloy Sánchez Rosillo, que lo hará en castellano. Participan también tres integrantes de la nueva poesía española, la gallega Yolanda Castaño, la catalana Estel Solé y la andaluza Elena Medel. 

"Este tipo de actos fue muy común en los setenta y ochenta", apunta García Montero, que recuerda su asistencia a un encuentro entre escritores catalanes y españoles en Sitges ya en 1994. "Esto se ha ido perdiendo", retoma, "porque se cometió el error de desplazar a la lengua y la cultura por crispaciones de tipo político. Me parece peligroso, porque la lengua materna es el espacio de la intimidad, del encuentro de la persona con el mundo, y quien quiere hacer ofensa a través de la lengua y la cultura lo hace a lo más profundo de la identidad". El director del Cervantes ha manifestado su intención de trabajar con el Institut Ramon Llull, con el Etxepare Euskal Institutua y con el Consello da Cultura Galega. Aunque el contacto con los demás idiomas españoles haya sido fluctuante en el pasado, y más o menos extenso dependiendo del centro, entre sus funciones el Cervantes recoge la de "organizar cursos generales y especiales de lengua española, así como de las lenguas cooficiales en España". El catalán cuenta con más de trece millones de hablantes habituales, el gallego con unos dos millones  y el euskera con unos 850.000, según las instituciones que promueven cada uno de estos idiomas.

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"Queremos que las sedes del Instituto Cervantes se conviertan en espacios donde se puedan entender todas las culturas españolas y en español", insiste García Montero, que también se ha reunido con la embajadora de El Salvador, Julia Villatoro, que preside la Conferencia de Embajadas de América Latina y el Caribe. "Me parece que todo esto, en Bruselas, tiene su significación", dice el director del Cervantes, consciente de las "tensiones" en la capital belga en torno al conflicto catalán. "A mí me gustaría que el Cervantes sirva para hacer una labor de diplomacia cultural que rompa los estereotipos, para recordar que España tiene poco que ver con la leyenda negra del país inquisidor, y la España con la que me siento identificada es la del 8M, la del matrimonio homosexual y la que metió en la cárcel a un dictador como Pinochet". En ese sentido, García Montero dice sentirse "dolido" con "cualquier demagogia que identifique a España con una dictadura": "Viví en una dictadura y heredé la lucha de mucha gente que se dejó la vida por una democracia". 

El director del Cervantes asegura que "se han recibido muy bien los gestos del Gobierno por la normalización política", y nombra las declaraciones del ministro de Exteriores, Josep Borrel, que aseguró hace dos semanas que "preferiría que [los presos del procés] estuvieran en libertad condicional". Aunque García Montero señala que la independencia judicial "es importantísima en cualquier democracia", considera que "son igualmente fundamentales las garantías jurídicas" y considera "poco comprensible que haya presos que lleven un año en prisión provisional, porque mientras no haya sentencia la privación de libertad es una cosa muy seria". En medio de la tensión y de las disputas institucionales, la poesía. 

 

El miércoles, catalán, euskera, gallego y español sonaban en Bruselas. No lo hacían en el Consejo Europeo ni en el Parlamento, sino unas calles más allá, en la sede del Instituto Cervantes. Las lenguas cooficiales del Estado se materializaban en las voces de los poetas Bernardo Atxaga, Yolanda Castaño, Joan Margarit, Elena Medel, Manuel Rivas, Eloy Sánchez Rosillo y Estel Solé, y en la de quien los reunía, el escritor y nuevo director del Cervantes, Luis García Montero. "Es una reivindicación del entendimiento y la riqueza que supone el diálogo en distintas lenguas de España", dice el granadino desde la capital belga, que aprovechaba el Día Europeo de las Lenguas para la celebración del acto, en colaboración con la Embajada. "Una de las misiones del Instituto Cervantes es difundir las culturas y las lenguas que componen el Estado español". El título del recital es una declaración de intenciones: Versos de la España diversa

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