La literatura en catalán, gallego y euskera sigue (muy) viva: la diversidad se consolida en las librerías

Últimas novelas de Regina Rodríguez Sirvent, Marilar Aleixandre y Bernardo Atxaga.

"A quien no le guste que haya diferentes lenguas, que se vaya a vivir a un pinar inmenso lleno de pinos, todos iguales. Que vaya a la monotonía del pinar, pero yo prefiero un jardín botánico variado. No hay ninguna duda de que es mejor, es más variado". Así de tajante se muestra Bernardo Atxaga (Asteasu, Gipuzkoa, 1951), el escritor en euskera más leído y traducido de la historia, a la hora de defender la riqueza y la diferencia en nuestra sociedad en general y en la literatura en particular. "En una sociedad que merezca el nombre de democrática, que todavía no es el caso a mi modo de ver, todas las lenguas y todos los sujetos tienen derecho a una existencia social plena. Y si la ley civil no lo admite y no puedes usar socialmente la lengua que tú has elegido, que no tiene por qué ser la materna o la paterna, porque hay escritores ahora mismo en euskera cuya lengua materna no es la lengua vasca, no es una sociedad democrática", añade a infoLibre.

Este es el punto de partida y todos lo podemos tener más o menos claro. A partir de ahí, la pregunta más básica: ¿Por qué escribir en alguna de nuestras lenguas cooficiales y no en castellano para llegar a más lectores? "Es la lengua del lugar en el que vivo, la he hecho mía emocionalmente. La escritura sale de las entrañas, es un impulso interior", remarca la Premio Nacional de Narrativa 2022, Marilar Aleixandre (aunque nacida en Madrid en 1947, usa el galego como lengua literaria, pues allí reside desde hace décadas). Igual opina Regina Rodríguez Sirvent (Puigcerdà, 1983), autora de Les calces al sol, una primera novela en catalán que está siendo todo un fenómeno de ventas: "Para mí es muy obvio porque es mi lengua de amor, con la que he crecido. Al principio me decían que no iba a ser nada comercial, pero lo importante es que la obra tenga calidad, y para que tenga calidad tiene que tener también verdad. Yo no puedo transmitir verdad, ni emoción, ni toda mi entraña en el papel si no lo hago con la lengua que amo".

La presencia del castellano (y el inglés) en los medios, televisión, internet, cine o ‘bestsellers’ es avasalladora

Marilar Aleixandre

En el año 2023, el número total de títulos editados experimentó un aumento del 4%, alcanzando un total de 85.076 libros publicados. Este incremento fue uniforme en todas las lenguas, si bien el galego destacó al liderar el crecimiento con una subida del 10,4% y llegar hasta los 1.937 títulos editados. La edición en euskera creció un 3,1%, hasta los 1.927, mientras que el catalán llegó a los 11.842 títulos (un aumento del 2,9%). Estos datos, recogidos en el Informe de Comercio Interior del Libro 2023, elaborado por la Federación Española de Gremios de Editores de España (FGEE), muestran un predominio muy claro del castellano, que copa el 76% de los títulos editados, con el catalán en segunda posición con un 13,9%, seguido por el euskera (2,3%) y galego (2,3%). El sector editorial como reflejo de una realidad social en la que nuestras lenguas cooficiales siguen latiendo bien vivas.

Sin embargo, la situación es "compleja", según Aleixandre, pues hay un gobierno y un ministro de Cultura que "valoran explícitamente" esta "riqueza" y no consideran "intrusas" a las obras en otras de nuestras lenguas. "Por otra parte, el contexto no favorece opciones diversas: la presencia del castellano – y el inglés– en los medios, televisión, internet, cine, bestsellers es avasalladora", continúa la autora, destacando también "signos positivos" como el Oso de Oro a la película en catalán Alcarrás en 2022 o films en gallego que "se ven en todos lados". "En Galicia la situación es peor que en Cataluña o Euskadi porque la Xunta desprecia el gallego, prohíbe enseñar matemáticas y física en gallego. Esto significa que el gallego 'no vale' para materias abstractas. Ahora abren la puerta a contenidos en castellano en la TVG".

Contra lo que la gente puede pensar, escribir en una lengua minoritaria tiene más ventajas que inconvenientes

Bernardo Atxaga

Recurriendo a su propia experiencia como ejemplo, asegura Atxaga que "contra lo que la gente puede pensar, escribir en una lengua minoritaria tiene más ventajas que inconvenientes, siempre que la situación política general no sea extremadamente negativa, como ocurría en el franquismo". "Cuando la situación política es favorable, escribir en una lengua como el euskera es realmente algo muy positivo para los autores", remarca, relatando que él ha podido ganarse bien la vida escribiendo toda su obra en euskera desde que empezó allá por mitad de los años setenta, coincidiendo con la muerte de Franco, la llegada de la democracia y el reconocimiento oficial de las lenguas minoritarias, que originó una demanda de textos de todo tipo en esta lengua. "Contra lo que dicen muchos, incluso algunos escritores un poco llorones a mi modo de ver, es una situación de ventaja en realidad", resalta. Y comparte una vivencia propia relacionada con el escritor neerlandés Harry Mulisch: "Hace años estuve en una mesa redonda con él y le preguntaron qué era más conveniente, si escribir en holandés o en inglés. Respondió holandés".

En principio, para Atxaga, esta es "una cuestión sencillamente del tamaño del universo", pues si por ejemplo hay 2.000 escritores en lengua alemana, "no tienen tantas oportunidades de sacar la cabeza", mientras que si ese universo es más pequeño "hay menos autores y el trozo de tarta que le toca a cada uno es bastante mayor". "Mucha gente se plantea escribir en castellano para ser más comercial", tercia Rodríguez Sirvent, cuya primera novela está ya traducida a casi una decena de idiomas y pronto será también una película. "Todo esto empezó en catalán cuando no me conocía nadie. Si pones toda tu esencia y tu verdad tiene que ser con la lengua que tú quieres. Yo a mis hijos les digo 'te estimu', no les digo 'te quiero'. Ahí está todo el poder del arte y de lo que quiero contar. Como para mí es muy importante que cuando escribo ponga todo lo que yo soy, utilizo el idioma con el que he crecido. A nivel técnico, por suerte, puedo escribir en los dos idiomas, pero el de mi corazón, el de mis padres, el del pueblo y el de mi infancia es uno", explica a infoLibre.

Aunque la traducción sea extraordinaria, siempre hay matices que se pierden, por lo que si tienes la opción de leerlo en el idioma original lo tienes todo

Regina Rodríguez Sirvent

Defiende en este punto la autora catalana el valor de leer las obras en la lengua en la que fueron escritas pues, "aunque la traducción sea extraordinaria, siempre hay matices que se pierden", por lo que "si tienes la opción de leerlo en el idioma original lo tienes todo". Y continúa: "Mi editor me dice que hay mucha gente en Cataluña que lee en castellano, pero que esta novela y el lenguaje que yo he empleado, muy llano, ha ensanchado el mercado catalán. Hay mucha gente para la que esta es la primera novela que ha leído en catalán, y esto demuestra que hay muchísimo público que lo reclama". Aleixandre es, precisamente, de las que acuden siempre que pueden al original para leer "en francés a Marguerite Duras, en inglés a Adrienne Rich o en catalán a Rodoreda". "En euskera no es posible, leo a Atxaga traducido", lamenta, para luego reflexionar: "La lengua es vehículo de nuestras ideas y distintas lenguas pueden producir mensajes distintos. Al traducir mis propios textos al castellano, que es un proceso de escritura diferente, me han surgido ideas que me hacen volver al original".

¿Cómo vas a ser más rico sabiendo solo una lengua en lugar de saber dos? Es tan sencillo como eso

Regina Rodríguez Sirvent

"¿Cómo vas a ser más rico sabiendo solo una lengua en lugar de saber dos? Es tan sencillo como eso", defiende Rodríguez Sirvent, coincidiendo de alguna manera con las reflexiones de Aleixandre al recordar que "cuando hablas una lengua u otra tienes diferentes personalidades y se te oye diferente". "Con dos lenguas puedes llegar a transmitir más porque hay palabras que solo existen en una, y cuanto más sabes puedes llegar a más personas, realidades, historias y belleza", señala para acto seguido hacerse otra pregunta que se contesta ella misma: "¿Por qué tenemos que volver a lo que decía Franco de que solo hablamos una lengua si somos híper ricos y es maravilloso? Hay una parte estética y poética tan preciosa en la diferencia y el acento. La lengua es el puntal de la cultura, y si la matas va a ser todo como repetir la Quinta Avenida en todas las ciudades".

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Tras esta defensa de la diversidad de la autora catalana, apunta Aleixandre que el peor momento de nuestras lenguas cooficiales fue "sin duda durante la dictadura franquista", pues "los nacionalismos gallego, catalán y vasco eran republicanos y los nacionalistas, españoles, porque también existe el nacionalismo españolista, se esforzaron por erradicar esas lenguas, aunque no lo lograron". Igual opina Atxaga, quien vivió en primera persona precisamente el fin del franquismo, lo que le permitió empezar su carrera como escritor en euskera en un momento de apertura total y absoluta. 

Una lengua es mucho más que léxico y sintaxis, es memoria de culturas, de prácticas, es emoción. Riqueza que no podemos dejar que se pierda

Marilar Aleixandre

Precisamente por su propia experiencia, alerta de que en su opinión ahora mismo "el peligro en general para todos los que formamos el Estado español está en la nación central, que es ese Madrid que ha tomado un rasgo nacionalista puro". "Es paradójico que la metrópoli por excelencia esté en manos de políticos que tienen en su ideología un núcleo nacionalista casi de la época de Viriato. Ese es el mayor problema que tenemos. Por ejemplo, yo creo que hace mucho tiempo que no ha ido invitado por Madrid un escritor catalán para dar una conferencia o una lectura. Son cosas absurdas que pasan cuando gobierna la derecha que tenemos. Sí percibo en el Gobierno del Estado de PSOE con Sumar un cambio bastante fuerte, hay más acogida y un intento de que esto no sea ese pinar, sino un jardín a poder ser variado. La lengua acarrea malos rollos si se desprecia, denuesta o prohíbe".  

Y remata Aleixandre con un mensaje a todos esos que no son capaces de ver la riqueza que nos proporciona a todos tener en España a nuestras lenguas cooficiales: "La pérdida de una lengua es una tragedia, como lo es la extinción de una especie o la destrucción de patrimonio cultural, como la que está llevando a cabo Israel en Palestina. Una lengua es mucho más que léxico y sintaxis, es memoria de culturas, de prácticas, es emoción. Riqueza que no podemos dejar que se pierda. Reconocer y defender un patrimonio nunca es perder tiempo o dinero. A los que consideran una pérdida de tiempo la defensa de las lenguas cooficiales les diría que escuchen a las cantareiras tradicionales que celebramos en 2025 el Día das Letras Galegas, a Tanxugueiras, a Fillas de Casandra, a Uxía. Tener muchas lenguas es un tesoro".

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