El escritor británico Kazuo Ishiguro ha sido el ganador del Premio Nobel de Literatura 2017. Así lo ha anunciado este jueves la secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius. El narrador y guionista, nacido en Nagasaki aunque residente en Reino Unido desde los cinco años y nacionalizado en 1982, ha sido reconocido por sus "novelas de una poderosa fuerza emocional que revelan el abismo bajo nuestro ilusorio sentimiento de conexión con el mundo". Entre las obras que ahora le valen los ocho millones de coronas suecas (820.000 euros) están Lo que queda del día (1989, publicada en España en 1992 y adaptada al cine) y El gigante enterrado, su último trabajo (2015).
Después de la polémica del pasado año, cuando la institución premió al músico y poeta Bob Dylan en una decisión sin precedentes, se esperaba que la Academia volviera a la senda habitual de una institución que ha dado a conocer en todo el mundo las obras de Svetlana Alexiévich, Mo Yan o Herta Müller. Pese a premiar a un escritor reconocido, europeo y angloparlante, los 18 académicos no han renunciado al elemento sorpresa que tanto les gusta y que llevaron al límite en 2016: Ishiguro no estaba en las quinielas, y ha adelantado a autores como el keniano Ngugi wa Thiong’o o el poeta surcoreano Ko Un, y también a eternos aspirantes como Haruki Murakami o Javier Marías, que figuraba también entre los favoritos.
La Academia vuelve así al mundo anglófono que ya reconoció el año pasado con la escritura de Dylan. En inglés escribe la canadiense Alice Munro, premiada en 2013, y Doris Lessing, su última compatriota en ser galardonada hace ya una década. Diez autores británicos han sido reconocidos por la institución sueca desde que lo fuera Ruyard Kipling en 1907: John Galsworthy (1932), T. S. Eliot (1948), Bertrand Russell (1950), Winston Churchill (1953), Elias Canetti (aunque de origen búlgaro y autor en alemán, en 1981), William Golding (1983), Harold Pinter (2005), además de Lessing y ahora Ishiguro.
El flamante Nobel es conocido sobre todo por sus novelas, entre las que Darius ha destacado, a título personal, Lo que queda del día y El gigante enterrado. Ishiguro no es un escritor prolífico: a sus 62 años ha publicado ocho novelas, cuatro guiones para televisión y cinco volúmenes de narrativa breve. Entre El gigante enterrado y Nunca me abandones, su anterior novela, dejó transcurrir toda una década, y cinco años pasaron entre esta y Cuando fuimos huérfanos (2000). El inconsolable vio la luz en 1995, Lo que queda del día en 1989, Un artista del mundo flotante en 1986 y Pálida luz en las colinas, su primera novela, en 1982. En España, todas han sido traducidas por Ángel Luis Hernández y Jesús Zulaika, y están publicadas por la editorial Anagrama.
El comité que otorga al Nobel ha sintetizado la temática tratada por el autor en "memoria, tiempo, y autoengaño". "Si mezclas Jane Austen y Franz Kafka, tienes a Kazuo Ishiguro. Pero tiene que añadir un poco de Marcel Proust en la mezcla", ha declarado Danius tras la lectura del fallo en su tradicional y breve comparecencia ante la prensa. La secretaria permanente ha destacado la "gran integridad" del escritor y su capacidad para desarrollar "un mundo estético propio". En una nota de prensa hecha pública tras el anuncio, el comité de 18 académicos ha descrito su escritura como "marcada por una forma de expresión contenida, independiente de los eventos que estén teniendo lugar". "Al mismo tiempo", añaden, "su ficción más reciente contiene criaturas fantásticas".
Ishiguro contaba ya con el reconocimiento del mundo literario. En 1989 ganó el premio Booker por Lo que queda del día, acaso su novela más conocida gracias también a la versión cinematográfica de James Ivory, nominada a ocho Oscar. Había recibido previamente el premio Whitbread por Un artista del mundo flotante, y más tarde sería nombrado por The Times como uno de los 50 mejores escritores británicos desde 1945. La revista Time reconoció también Su Nunca me abandones como una de las 100 mejores novelas escritas en inglés desde su fundación en 1923, y en 1998 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Estado francés.
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El nuevo Nobel tiene un especial interés por la memoria y la reconstrucción del pasado. Lo que queda del día está ambientada en la Inglaterra de los años cincuenta, igual que Pálida luz en las colinas, que regresaba al Japón de posguerra. Ahí viajaba también Un artista del mundo flotante, mientras que El inconsolable tiene lugar en un indeterminado país de Centroeuropa. Cuando éramos huérfanos se mueve entre la China y la Inglaterra de principios del siglo XX, y El gigante enterrado retrocede hasta las leyendas artúricas, incluyendo ogros y otras criaturas entre sus personajes. Nunca me abandones, clasificada por unos como ciencia ficción y por otros como literatura de terror, es la que se sitúa en un tiempo más próximo al presente, y aun así Ishiguro retrotrae al lector a unos distópicos años ochenta.
Si el Nobel a Ishiguro contenta a la academia y la crítica, particularmente la angloparlante, deja con mal sabor de boca a los que piden más diversidad a la Academia. Aquellos que esperaban un reconocimiento a la literatura africana se ven obligados a esperar un año más: desde el galardón al nigeriano Wole Soyinka en 1986 ningún otro afrodescendiente del continente ha merecido la atención de la institución sueca, y en toda la historia del galardón no lo ha recibido ningún autor que escriba en lenguas nigerocongolesas. Naguib Mahfuz fue el primer y único escritor en árabe en ser premiado en 1988. Toni Morrison sigue siendo la única mujer no blanca en ganar el Nobel, en 1993, y desde entonces no lo recibe ningún afrodescendiente. Este año se ha roto también la aparentemente casual paridad de los últimos años: solo 14 escritoras han sido celebradas por la Academia desde la fundación del premio en 1901. Habrá que esperar a 2018.
El escritor británico Kazuo Ishiguro ha sido el ganador del Premio Nobel de Literatura 2017. Así lo ha anunciado este jueves la secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius. El narrador y guionista, nacido en Nagasaki aunque residente en Reino Unido desde los cinco años y nacionalizado en 1982, ha sido reconocido por sus "novelas de una poderosa fuerza emocional que revelan el abismo bajo nuestro ilusorio sentimiento de conexión con el mundo". Entre las obras que ahora le valen los ocho millones de coronas suecas (820.000 euros) están Lo que queda del día (1989, publicada en España en 1992 y adaptada al cine) y El gigante enterrado, su último trabajo (2015).