Don Quijote de la ManchaMiguel de Cervantes, Andrés TrapielloDestino2015Don Quijote de la Mancha
2016 era el año para leer el Quijote, pero cuando se planteó en el club, salieron aquellos que lo habían leído el colegio (¡qué horror!); los que nunca habían pasado de las 40 primeras páginas; los que sólo habían leído el párrafo que tocaba recitar en público el 23 de abril, día del Libro; los que, por principios, no leen los libros que son “obligatorios”. Además, había que contar con las notas a pie de página, el castellano antiguo, las expresiones que no se entienden. Demasiados Quijotes para filólogos. Finalmente, nos decidimos por la versión de Don Quijote de Mancha revisada en en castellano actual, íntegra y fielmente, por Andrés Trapiello. Así, nos pusimos a leer con ganas, curiosidad y, ya puestos, a ver si pillábamos al autor, contrastando el texto con alguna edición más culta, tirando de internet y de adaptaciones.
Nos entregamos a la lectura y descubrimos:
-Que Don Quijote no está loco todo el rato y que defiende al débil.
-Que hay muchas historias dentro de la obra; que no sólo existe un protagonista, pues se trata de una novela polifónica; que algunos prefieren a Sancho, leal a su “señor”; y que el propio Sancho evoluciona con la obra. Además, sus vivencias son actuales.
-¡Qué poco ocupa la parte dedicada a molinos, aunque parece que es lo único que la gente sabe del Quijote!
-Esta obra tiene muchas lecturas. Resulta igualmente interesante cómo Cervantes habla de las mujeres, de la ciencia, de la locura…
-¡La segunda parte es más fluida y divertida!
-Asimismo, se habla de la libertad como defensa del ser humano. Y los personajes, a través de la palabra, se hacen a sí mismos, con variedad de perspectivas y reflexiones.
-Descubrimos, también, que Cervantes tiene una inteligencia portentosa y una gran capacidad para la ironía; que es un gran historiador y habla de "moros", cristianos y moriscos, de distintas religiones, “de linajes no disputas”, de esa tensión que se dio durante los siglos XVI y XVII entre cristianos viejos y nuevos. Un mundo de fronteras, de ir y volver, de dudas, inseguridades, de otros escritores, de “cambiar las armas por las letras”.
-Finalmente, lo más relevante es que nos divertimos; además de reconocer la necesidad de que una obra universal como esta se hiciera, al fin, legible y se adaptase a los nuevos tiempos. Definitivamente, es un libro a recomendar.
*Rufi Velázquez forma parte del club de lectura de la biblioteca de Zamora.Rufi Velázquez
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Don Quijote de la ManchaMiguel de Cervantes, Andrés TrapielloDestino2015Don Quijote de la Mancha