Club de lectura
‘El cielo de Lima’, de Juan Gómez Bárcena
Los clubes de lectura forman un tejido muy importante en la vida cultural. Les dejamos esta sala para que comenten sus lecturas y nos ayuden a componer nuestra biblioteca. Si formas parte de un club de lectura, puedes escribirnos a losdiablosazules@infolibre.es para contarnos vuestra historia y hacernos llegar vuestras recomendaciones.losdiablosazules@infolibre.es
El club de lectura En Vigo sin parar surgió el pasado mes de marzo a partir de mi blog cultural (del que toma nombre) y del interés de un espacio de coworking, VM17-Vigo, por sumar a su oferta cultural y de servicios (exposiciones, tiendas, talleres, etc.) esta actividad. Entusiasta de la literatura y participante habitual en otros clubes de lectura, acogí esta propuesta con mucha ilusión.
La experiencia está siendo muy gratificante. Aunque llevamos poco tiempo y aún nos queda mucho por crecer, ya hemos conseguido formar un pequeño grupo, unido y cómplice, integrado por personas de trayectorias y edades diferentes pero que tienen en común pasión por la lectura, curiosidad e interés por compartir su experiencia. Sin duda, esta es una de las riquezas de un club de lectura: no es tan importante el libro como todo lo que surge en la conversación; a veces puede que la novela no sea del gusto de todos, pero en la puesta en común el texto se enriquece con los diferentes puntos de vista y se aprecia de otra manera. Al placer de la lectura se une el placer de la tertulia.
En cada reunión comentamos una novela pero, como es inevitable, unos textos llevan a otros y la elección de cada mes acaba siendo la excusa para traer a nuestra mesa otros libros y autores; por ejemplo, en una de las últimas sesiones comenzamos escuchando unas grabaciones de García Lorca al piano y en ocasiones anteriores disfrutamos de poemas de Dámaso Alonso, Ángel González, César Vallejo o Luis García Montero.
Como colofón al buen ambiente, acompañamos la charla con té y dulces caseros. Nuestra última reunión ha sido el jueves 27 de octubre y nos acercamos a la obra de Chimamanda Ngozi Adichie a través de su primera novela, La flor púrpura.
El cielo de Lima
Juan Gómez BárcenaSalto de páginaMadrid2014
En vez de recomendar el último libro que hemos leído, me gustaría hablar del protagonista de nuestra primera sesión, una obra muy especial para nosotros, que entusiasmó a todos, que recomendamos siempre y que se sigue colando en nuestras charlas: El cielo de Lima, la primera novela de Juan Gómez Bárcena.
La anécdota de la que parte es bien conocida y está documentada: dos jóvenes limeños (uno de los cuales llegaría a ser presidente de Perú) que “son ricos, creen ser poetas, quieren ser Juan Ramón Jiménez” escriben al maestro haciéndose pasar por una joven y cultivada admiradora llamada Georgina Hübner para conseguir un ejemplar autografiado de un poemario. Carta tras carta, el poeta acaba enamorándose y, como indica la estructura de la novela, lo que comienza siendo una comedia, pasa a ser una historia de amor y desemboca en tragedia.
En el primer capítulo, magistral, ya podemos disfrutar muchas de las virtudes del libro: una prosa cuidada y ágil, el esmero por la palabra precisa que creará y destruirá vida, realidades y esperanzas, un narrador atento al presente y al pasado que hace guiños constantes al lector y una estructura trabajada a base de capítulos muy cortos que aportan mucha velocidad a la lectura: cuando te das cuenta, lo estás devorando. En definitiva, apenas acabado el primer capítulo, cualquier lector sabe que lo que tiene entre manos va a trascender la anécdota.
La riqueza de perspectivas, temas y matices en la obra favorece la tertulia en un club de lectura, pues hace que cada lector, según su bagaje e intereses, lo haga suyo de manera diferente. Así, algunos se centraron en lo que tiene de novela de formación y se emocionaron con la historia de Carlos, uno de los dos jóvenes que inicia la relación epistolar con Juan Ramón y que acaba por convertirse en el protagonista de la obra; al tiempo que va construyendo la identidad de Georgina, va descubriendo la suya propia, inicialmente sometida a la autoridad de su padre y de su amigo José. Además, en este juego de identidades también vamos conociendo la sociedad de la época, con sus convenciones y conflictos: las tensiones entre la vieja aristocracia y los nuevos ricos, las reivindicaciones de la clase obrera, etc. Sucedió algo curioso durante la reunión: en un momento de la historia, Carlos se encuentra con una joven prostituta que le dice unas palabras en polaco que él no comprende y que se repetirán varias veces; algunos buscamos su traducción, pero otros no y se imaginaron un significado que resultó ser demasiado amable, lo que provocó que se llevaran una gran desilusión cuando lo comentamos. También fue muy interesante el debate sobre si la personalidad final de Carlos era inevitable y sobre algunos puntos enigmáticos (insinuaciones de un escribano que les ayuda, por ejemplo).
Otros lectores disfrutaron especialmente el juego metaliterario y subrayaron los guiños a otras obras, autores y al libro mismo: esos poetas que quieren ser Juan Ramón Jiménez, conscientes (muy a su pesar) de la mediocridad de sus versos, deciden escribir la novela de Georgina y Juan Ramón y crear la musa perfecta para el poeta de Moguer, la que le inspire su gran obra. Ambas novelas, la que ellos escriben y aquella de la que son personajes, comienzan a construirse y a cruzarse con gran habilidad, sin dejar un cabo suelto. La estructura de El cielo de Lima mereció más de un comentario.
Además, la novela nos dio pie a hablar del amor y su idealización, de cómo ese juego de máscaras epistolar nos habla también de nuestro tiempo de avatares (aunque ahora todo suceda a un ritmo más rápido, sin miedo a que una rata roa nuestras cartas o una huelga retenga la correspondencia) o de los límites entre realidad y ficción (tan presentes en el debate literario actual).
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La reunión duró casi dos horas, pero podríamos haber estado dos más. El cielo de Lima nos pareció una obra original, bien tejida y excelentemente escrita de la que disfrutar de principio a fin (¡y qué final más redondo!). Esperamos que a los lectores de Los diablos azules les guste tanto como a nosotros.
*Puedes encontrar el club de lectura En Vigo sin parar en su blog.