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‘Godot sigue sin venir’, de Miguel Albero

Roberto Kattan

Godot sigue sin venir. Vademécum de la esperaMiguel AlberoPáginas de espumaMadrid2016

Cada uno desea la espera que no tiene,Apuntándose dichoso a la del prójimoY maldiciendo con saña la que es suya.

Miguel Albero

En febrero de este año, bajo el sello de la editorial Páginas de Espuma, se publicó el libro Godot sigue sin venir. Vademécum de la esperaGodot sigue sin venir. Vademécum de la espera, que hizo merecedor a Miguel Albero del VII Premio Málaga de ensayo.

Para quienes hayan seguido de cerca la producción literaria de Miguel Albero no debe extrañar el (in)genio del autor en diseccionar intuiciones. Ya nos había tomado de la mano con Instrucciones para fracasar mejor (Abada, 2013) y ahora con este vademécum (que en latín es ir conmigo) nos invita a adentrarnos, junto a él, “por las distintas facetas de la espera, por sus muchos meandros y carreteras secundarias, sin dejar de abordar ningún matiz, para terminar por llegar a algunas conclusiones sobre la misma” y al final ofrecernos algunas pistas que “puedan ayudar a tolerarla mejor, a domesticarla, en todo caso entenderla”.  Nos afirma “la vida es espera, la espera es mala”, verdad tal que parece avistada por la forma en que René Ménard describe la experiencia poética: “algo estaba allí, disimulado en nosotros, y unas palabras lo develan”.

Mucho tiempo ha pasado desde el Génesis 2,17 cuando Dios provocó el primer enredo, al advertir que aquel árbol era, además, el conocimiento. El resto lo sabemos bien. Las cosas dejaron de ser lo que parecen y nacen los motivos de la poesía: el amor, la muerte, la vida. Entretanto, las palabras maduran del mismo modo, como refiere la filosofía Tao Te Ching: “el espacio vacío es donde la vasija es útil”. Así, la espera no es suma de acepciones, sino el gran denominador. Nacemos gracias a una espera y esperamos la muerte. Entre lo uno y lo otro, “Penélope, la espera eres tú”, escribe Miguel.

Invita a reunirse entre sus páginas a la memoria heredada de Beckett, Homero, Machado, Calderón de la Barca, Ciorán, San Agustín, Philip Larkin, Ángel González, Cortázar, Eliot, Séneca, Jaime Sabines, Victor Hugo, Jules Renard, Bertolt Brecht, Kavafis, Tolstói, Kafka, por nombrar solo algunos de muchos más, para que dialoguen con la espera como un recurso: evaluar las relaciones del poder y la espera, guardar la espera esperanzada, esperar al mesías, sobrevivir a la espera angustiosa, a la espera existencial y a lidiar con las esperas deliberadas.

Al terminar el viaje, lo mismo que regresar a las Ítacas, llegarás rico en cuanto has disfrutado y vivido. Godot posiblemente no venga nunca. Pero lo justifico con los siguientes versos de Miguel Barnet transcritos en el Vademécum:

Pero no vengas, Porque yo lo que quiero realmente Es esperarte.

*Rolando Kattan, hondureño, es poeta. Su último libro es

Rolando KattanAnimal no identificado (2013).

Godot sigue sin venir. Vademécum de la esperaMiguel AlberoPáginas de espumaMadrid2016

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