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Libros para después de una revolución

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Junto con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la contienda civil española (1936-1939) quizá la Revolución rusa o, mejor dicho, soviética (1917) sea el periodo histórico del siglo XX sobre el que más se ha escrito. Al margen de su indudable trascendencia, que se prolongó durante décadas y afectó a todo el mundo, la Revolución soviética cuenta con todos los ingredientes de pasión e idealismo, de un lado; y de crímenes y tiranías, de otro, para atraer una y otra vez el interés de millones de lectores. Infinidad de sobrecogedoras historias individuales, anónimas y cotidianas se entrecruzan con los grandes acontecimientos protagonizados por Lenin y su ejército de disciplinados bolcheviques para convertirse en una materia prima fascinante para la novela, el ensayo o la poesía. Los padres del comunismo, con Karl Marx y Friedrich Engels a la cabeza, habían previsto que los estallidos revolucionarios se produjeran en países europeos desarrollados. Pero esos pronósticos fallaron y los efectos de la Primera Guerra Mundial facilitaron aquella sublevación de obreros y campesinos en una Rusia semifeudal y sometida al poder despótico de los zares desde hacía siglos.

Por todo ello, la percha del centenario de aquella revolución, que se cumple a lo largo de este año, ha motivado una avalancha editorial para recapitular sobre aquellos Diez días que estremecieron al mundo (Capitán Swing y Nórdica, disponible en mayo), título de una obra clásica del reportaje histórico firmada por el norteamericano John Reed y libro imprescindible para comprender aquella revolución. Al hilo de los clásicos no se puede olvidar Doctor Zhivago, la monumental novela de Boris Pasternak (Nobel de Literatura en 1958), que logró fama universal al trasladarse a la pantalla bajo la dirección de David Lean y con Omar Sharif y Julie Christie en sus principales papeles. Otro testigo directo de los vertiginosos sucesos de 1917 fue Jacques Sadoul, un diplomático francés que compartió aquella aceleración de la historia con Lenin, Trotski y otros dirigentes comunistas. Su libro Cartas desde la revolución bolchevique ha sido publicado por Turner. Como espectadores privilegiados de la Revolución soviética encontramos también a dos relevantes autores españoles: el periodista y novelista Manuel Chaves Nogales y el político socialista y profesor Fernando de los Ríos. Ambos visitaron Rusia en aquella época por razones profesionales. El primero de ellos nos dejó una magistral y agridulce novela, El maestro Juan Martínez que estaba allí (Libros del Asteroide); mientras el segundo reflejó sus impresiones políticas y vitales en Mi viaje a la Rusia sovietista (Alianza) donde mostró su desencanto con una revolución que ya derivaba hacia una dictadura sangrienta.

Entre los ensayos de referencia que van a llegar a las librerías como novedad o que van a ser reeditados aprovechando la efeméride, podemos citar obras clave como Historia de la Revolución rusa (Pasado y Presente), de Neil Faulkner; El tren de Lenin (Crítica), de Catherine Merridale, centrada en el viaje del líder desde Suiza hasta Rusia; o tres obras fundamentales con idéntico título, La Revolución rusa, a cargo de Orlando Figes, uno de los mejores especialistas en el tema (Edhasa); Roland Pipes, otro experto de prestigio, en Debate; o María Teresa Largo Alonso, en Catarata. Desde un enfoque multidisciplinar y novedoso la autora serbia Mira Milosevich traza una panorámica de síntesis en Breve historia de la revolución rusa, que editará el sello Galaxia Gutenberg en marzo. Con una pretensión de abarcar toda la pasada centuria el catedrático Josep Fontana, uno de los maestros de los historiadores de nuestro país, publicará El siglo de la revolución. Una historia del mundo de 1914 a 2017 (Crítica).

No convendría olvidar un ensayo histórico y dos novelas, aparecidos en los últimos tiempos y ambientados en la Rusia contemporánea, que se han convertido con justicia en auténticos éxitos editoriales. Se trata de la magnífica y exhaustiva obra Los Románov (Crítica), de Simon Sebag Montefiore, sobre los tres siglos de dominio de esa dinastía de zares; o la estupenda novela de Emmanuel Carrère, Limónov (Anagrama), que a través de un personaje extraordinario y real recorre como biografía novelada las últimas décadas de la URSS y de Rusia. Por último, el británico Julian Barnes ha novelado con brillantez la relación entre los intelectuales y el régimen de Stalin en El ruido del tiempo (Anagrama).  A propósito del dictador georgiano, el historiador Alan Bullock, un experto en la época nazi, publica Hitler y Stalin. Vidas paralelas, en la editorial Kailas.

El sector editorial español continúa creciendo por tercer año consecutivo

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*Miguel Ángel Villena es periodista y editor de Miguel Ángel VillenatintaLibre. Este artículo ha sido publicado en el número 44 de

tintaLibre, la revista mensual de infoLibre, centrado en El comunismo, un siglo después. Cosulta todos los contenidos aquí. aquí

Junto con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la contienda civil española (1936-1939) quizá la Revolución rusa o, mejor dicho, soviética (1917) sea el periodo histórico del siglo XX sobre el que más se ha escrito. Al margen de su indudable trascendencia, que se prolongó durante décadas y afectó a todo el mundo, la Revolución soviética cuenta con todos los ingredientes de pasión e idealismo, de un lado; y de crímenes y tiranías, de otro, para atraer una y otra vez el interés de millones de lectores. Infinidad de sobrecogedoras historias individuales, anónimas y cotidianas se entrecruzan con los grandes acontecimientos protagonizados por Lenin y su ejército de disciplinados bolcheviques para convertirse en una materia prima fascinante para la novela, el ensayo o la poesía. Los padres del comunismo, con Karl Marx y Friedrich Engels a la cabeza, habían previsto que los estallidos revolucionarios se produjeran en países europeos desarrollados. Pero esos pronósticos fallaron y los efectos de la Primera Guerra Mundial facilitaron aquella sublevación de obreros y campesinos en una Rusia semifeudal y sometida al poder despótico de los zares desde hacía siglos.

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