A Varguitas, 'in memoriam'

Me subleva aceptar que te hayas ido
sartrecito valiente y a la chita
callando, qué jodido, Zavalita,
tan pronto y sin habernos despedido.
No daré lo pasado por perdido
pero blasfemo con mi limeñita
revivenciando aquella lucecita
que encendía tu verbo en nuestro oído.
Nos acosan naufragios y hospitales
casi, casi con un pie en el estribo
añoro nuestras risas veniales.
Acabo este soneto y a otra cosa
que solo puede hacerse estando vivo,
tan huérfano, querido Vargas Llosa.