¿Será considerado Banksy como el artista más importante de principios del siglo XXI por las generaciones futuras? En cualquier caso, eso es lo que sugieren los 123 millones de dólares recaudados en el primer semestre de 2021, que otorgan a Banksy la quinta posición en el ranking general de Artprice (entre todos los periodos combinados), justo por detrás de los gigantes Picasso, Basquiat, Warhol y Monet.Nos guste o no, se está escribiendo una página en la Historia del Arte que ya no puede considerarse como "una moda pasajera". Tras 25 años abordando temas universales (que están lejos de estar resueltos) llevándolos a la calle e introducirlos en nuestra vida cotidiana, las obras de Banksy, de gran actualidad, impulsan hoy más que nunca el crecimiento de su mercado, informa Europa Press.
El trabajo de Banksy ha seguido una tradición que comenzó con Ernest Pignon-Ernest y Blek le Rat, pero él reintrodujo el arte del estarcido en el siglo XXI. Cada nueva obra descubierta en las calles de Bristol, o en las ruinas de Gaza, o en la puerta trasera del Bataclan de París, o en el metro de Nueva York ha sido fotografiada, publicitada, reconocida, compartida, incluso apropiada... antes de ser retirada, como ocurre todavía con demasiada frecuencia, por el servicio de limpieza de la ciudad o, en algunos casos, robada. Dibujante brillante y muy astuto a la hora de elegir la ubicación y la difusión de sus obras, Banksy ha dado vida a una obra espectacular y rizomatosa. Cada nueva pieza trae consigo un mensaje para cada uno, independientemente de nuestra edad, idioma o conocimiento de la historia del arte.
En conjunto, las obras de Banksy han ido formado durante un cuarto de siglo un gigantesco fresco que representa los pesares y desafíos de nuestra sociedad, tanto presentes como futuros: el cambio climático, las guerras, la desigualdad, el terrorismo, etc. Su obra destaca cada vez más como arma política a través de audaces proyectos sin precedentes en la historia del arte: su parque de "atracciones" Dismaland (2015), el Walled Off Hotel de Belén (2017) y su barco de migrantes Rescue (2020), por nombrar solo algunos.
Aunque Banksy sigue siendo ante todo un artista callejero comprometido que busca una especie de equilibrio perfecto tanto en el espacio como en el tiempo, su obra se ha difundido posteriormente de forma prácticamente infinita. Reutilizando sus estarcidos durante varios años en lienzos o cartones, imprimiendo ediciones limitadas, subiendo fotos a su cuenta de Instagram y haciendo que sus obras sean reproducidas en tazas, imanes y llaveros, Banksy ha convertido su obra en algo omnipresente en nuestro día a día.
En comparación con Beeple, cuyas obras digitales son visitadas a diario por 2,2 millones de seguidores en Instagram y cuyo NFT Everdays alcanzó los 69,3 millones de dólares en marzo de 2021, la obra de Banksy responde en realidad a una demanda de arte extremadamente apremiante que mira directamente a los ojos de nuestro presente y hace sonar las alarmas del futuro. Paradójicamente, su obra critica a la misma sociedad que lo aclama. Muy cínico (Laugh now), su obra otorga sin embargo un lugar preponderante a la ternura (Flower thrower), al humor (Che Guevara on Skates), a la esperanza (Girl with balloon) y busca siempre sorprender.
Las piezas de Banksy rara vez se venden en el mercado primario, excepto como un acontecimiento especial (en Nueva York, Venecia o en shop.grossdomesticproduct.com), pero circulan abundantemente en el mercado secundario, ya sea en galerías, en Internet o en subastas públicas. Más de 1.200 de sus obras se han ofrecido en subastas durante el primer semestre de 2021, tres cuartas partes de las cuales han encontrado comprador (sólo el 23% aún no se ha vendido).
Sotheby's, Christie's o Forum Auctions le dedican sesiones enteras que abarcan todas las gamas de precios, desde obras originales de varios millones de dólares y pruebas de artista muy cotizados, hasta grabados y esculturas en ediciones más o menos limitadas, firmadas o sin firmar. Este intenso nivel de transacciones está supervisado por un sistema de autentificación creado por el propio artista, la "Pest Control Office"(Oficina de Control de Plagas).
Siempre que Banksy intenta socarvar al propio mercado que le ha elevado al estrellato (aunque sea de forma anónima), consigue el efecto contrario: cuando su Girl with balloon(2006) se autodestruyó parcialmente justo después de ser adjudicada por 1,4 millones de dólares en 2018, se dice que su valor aumentó sustancialmente. Este espectacular giro de los acontecimientos estuvo tan bien orquestado que algunos sospecharon que realmente una colaboración entre el artista y Sotheby's: ¿cómo pudo escapar la trituradora de la atención de la prestigiosa casa de subastas? Está claro que Banksy no ha sufrido demasiado por su mala suerte.
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Y sin embargo... también es capaz de hacerle el juego al mercado cuando es por una buena causauna buena causa. A principios de este año vendió su lienzo Game Changer (2020) para poder refinanciar el hospital de Southampton en plena crisis sanitaria. La obra alcanzó la cifra récord de 21,9 millones de dólares, es decir, el 17% de su facturación total en subastas durante el primer semestre de 2021.
En dicho periodo, el mercado de Banksy se repartió principalmente entre el Reino Unido (64% de su volumen de ventas en subasta), Estados Unidos (15%) y Hong Kong (13%). Este mercado triangular, cada vez más repartido entre las tres grandes capitales del mercado mundial del arte, contribuye plenamente a la revalorización de sus obras. Lo ilustran perfectamente las tres subastas de su pequeño lienzo Laugh Now But One Day We'll Be in Charge (Ríe ahora, pero algún día nosotros estaremos al mando) (2000):
- el 15 de octubre de 2007 en Sotheby's Londres por 342.000 dólares
- el 29 de junio de 2017 en Bonhams Londres por 380.000 dólares
- el 18 de junio de 2021 en Sotheby's Hong Kong por 2.283.000 dólares
A sus 47 años (su supuesta edad) Banksy es una superestrella internacional, adorada tanto por la comunidad del arte urbano como por los profesionales del mercado del arte, con 11 millones de seguidores en Instagram. Pero a diferencia de muchos influencers, a Banksy le importa menos su imagen personal que su arte, que cuestiona el futuro de nuestro planeta y de la humanidad tal y como la conocemos.
¿Será considerado Banksy como el artista más importante de principios del siglo XXI por las generaciones futuras? En cualquier caso, eso es lo que sugieren los 123 millones de dólares recaudados en el primer semestre de 2021, que otorgan a Banksy la quinta posición en el ranking general de Artprice (entre todos los periodos combinados), justo por detrás de los gigantes Picasso, Basquiat, Warhol y Monet.Nos guste o no, se está escribiendo una página en la Historia del Arte que ya no puede considerarse como "una moda pasajera". Tras 25 años abordando temas universales (que están lejos de estar resueltos) llevándolos a la calle e introducirlos en nuestra vida cotidiana, las obras de Banksy, de gran actualidad, impulsan hoy más que nunca el crecimiento de su mercado, informa Europa Press.