El mundo de hoy contado a los niños (en 1977)

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Aquello de que un buen libro nunca pasa de moda; que las ideas refrescantes y enriquecedoras bien presentadas no desaparecen, sino que solo se transforman, tiene aquí en este escrito cuatro brillantes exponentes. Se trata de cuatro volúmenes publicados por la editorial Media Vaca y titulados Cómo puede ser la democracia; Hay clases sociales; Así es la dictadura; Hay clases socialesAsí es la dictaduray Las mujeres y los hombresLas mujeres y los hombres. Cubren, como parece, cuestiones sobre el funcionamiento de un sistema político participativo; los problemas que se generan por la desigualdad económica; los peligros e injusticias de los gobiernos totalitarios; y las causas y consecuencias del machismo en nuestra sociedad. Ahora, si cree que acaban de ser editados al calor de la crisis financiera y moral que atravesamos, se equivoca. Y si piensa que fueron ideados para que usted los lea, aún va peor encaminado.

Una ilustración de 'Cómo puede ser la democracia'.

Los cuatro títulos, plenos de modernidad, elocuencia y lucidez, fueron escritos nada menos que entre 1977-78 —apenas dos años después de la muerte de Franco— por un grupo de creadores llamado Equipo Plantel. Son unos de los entre pocos o ningún libro infantil que existen de temática política. En su día salieron de la mano de la editorial La Gaya Ciencia, y hoy Media Vaca ha renovado sus diseños con las ilustraciones de respectivamente, y en el orden en que los enumerábamos en el párrafo anterior, los artistas Marta Pina; Joan Negrescolor; Mikel Casal y Luci Gutiérrez. Cambiados los dibujos, los textos han permanecido absolutamente intactos. O bueno, como explican desde la casa valenciana, "solo se ha tocado alguna coma —por lo que no podemos decir que no se ha tocado ni una coma—, pero no se ha suprimido ni añadido nada a su contenido”.

Una ilustración de 'Hay clases sociales'.

Perdidos en el agujero negro del tiempo, Vicente Ferrer y Begoña Lobo, los editores de Media Vaca, rescataron estos libros casi por casualidad. Cuando Vicente fue invitado en 2012 a impartir una charla sobre el libro ilustrado, empezó a buscar en sus archivos para hacer acopio de ejemplos. Así fue como se encontró con Hay clases sociales, que había comprado tiempo atrás “en una librería infantil de Valencia que ya no existe”. “Releyendo el libro, Begoña y yo apreciamos su vigencia y buscamos los otros tres títulos publicados que componían la serie, y los conseguimos a través de librerías de viejo de Toledo, Barcelona y Valencia”. El siguiente paso que tomaron fue intentar localizar a los autores, el Equipo Plantel, de quienes supieron que tenían registrado como libro en preparación el visionario título de La corrupción está en todas partes, “que hubiéramos deseado publicar casi sin verlo”.

Una ilustración de 'Las mujeres y los hombres'.

Pero no hubo suerte. “No sabemos si ese libro se llegó a escribir, pero seguimos buscando al Equipo Plantel, a quienes no hemos conseguido localizar pese a todos los esfuerzos, para que nos lo cuenten”. Si alguien los conoce ya sabe, que avise. “En lo esencial, las ideas y los comentarios son perfectamente válidos, lo mismo que el test (que aparece al final de cada libro), que reproducimos también sin cambios y que invitamos a contestar a todos los lectores. Únicamente hemos insertado, en las páginas finales, una breve nota actualizando la información cuando nos ha parecido necesario”, explican en su web, donde también señalan que “la colección original se llamaba Libros para Mañana, y así se sigue llamando esta nueva versión. Si podemos leer lo que dice el libro sin que nos cause muchísima extrañeza es porque, al parecer, ese mañana todavía no es hoy. Esperamos que ya no tarde”.mañana

Una ilustración de 'Así es la dictadura'.

Efectivamente, si en aquel 1977 existían en el mundo 40 dictaduras, hoy la cifra se sitúa en 36. Y si —como pone en el libro— entonces la regla general decía que “los mayores convencen a los niños de que lo bueno es: Ser valiente. Ser fuerte. Ser buen estudiante. Ser el mejor. Mientras que a las niñas se les dice otras cosas: ¡Qué guapa eres! Eres muy obediente. Eres la niña más cariñosa. Eres muy femenina”, solo algunos aún insuficientes avances podemos constatar en esa materia cuatro décadas después. De si en esta misma comparación temporal ahora los más pequeños han salido ganando por existir, al menos, más publicaciones para el pensamiento crítico dedicadas a ellos, opina Vicente —que lleva editando desde 1998— que con respecto a lo que ocurría hace una década, “diría que hoy existe más variedad”.

Una ilustración de 'Hay clases sociales'.

“Sobre todo”, agrega, “gracias a una miríada de pequeñas editoriales muy entusiastas y autores que se autoeditan. Sin embargo, es curioso, no había libros de política para niños hasta que hemos hecho estos, que tienen ya cuarenta años. Claro que debería haber espacio para hablar de las cosas del mundo que nos preocupan; en otros casos, así ocurre: hay libros —cada vez más— sobre reciclaje y ecología. El problema es que los editores se planteen que cada libro tiene que ser un superventas, en lugar de esforzarse en pensar y producir aquellos proyectos más interesantes. Aunque también esa posición es comprensible, ya que esa (la de los superventas) es la única categoría de libros que merece espacio en los medios de comunicación”.

Aquello de que un buen libro nunca pasa de moda; que las ideas refrescantes y enriquecedoras bien presentadas no desaparecen, sino que solo se transforman, tiene aquí en este escrito cuatro brillantes exponentes. Se trata de cuatro volúmenes publicados por la editorial Media Vaca y titulados Cómo puede ser la democracia; Hay clases sociales; Así es la dictadura; Hay clases socialesAsí es la dictaduray Las mujeres y los hombresLas mujeres y los hombres. Cubren, como parece, cuestiones sobre el funcionamiento de un sistema político participativo; los problemas que se generan por la desigualdad económica; los peligros e injusticias de los gobiernos totalitarios; y las causas y consecuencias del machismo en nuestra sociedad. Ahora, si cree que acaban de ser editados al calor de la crisis financiera y moral que atravesamos, se equivoca. Y si piensa que fueron ideados para que usted los lea, aún va peor encaminado.

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