De la misma manera que el de PSOE y Unidas Podemos es el primer gobierno de coalición de la España democrática, Rigoberta Bandini y Tanxugueiras bien podrían ser el primer gobierno de coalición español para mandar en Eurovisión. Ambas propuestas son las favoritas del público, que se evitaría así el mal trago de tener que elegir entre mamá o mamá. Y todos en general nos evitaríamos la quiebra civil inminente.
Aunque hay quien lo tiene clarísimo, por supuesto. Y se da la circunstancia, eso sí, de que en el caso de Rigoberta coinciden los gustos del voto popular y el jurado profesional, mientras que las gallegas entraron en la final salvadas por el televoto tras el desaire del jurado. Diríase, por tanto, que Ay mamá parte con ventaja frente a Terra, pero la aritmética eurovisiva es aún más volátil que la parlamentaria, aunque en ambas lo importante sea siempre amarrar los votos.
Más allá de las matemáticas y de quien termine alcanzando la mayoría, ambas propuestas son dos firmes declaraciones de intenciones, dos mensajes que están por encima de la música pero que adquieren todo su poder en forma de canción sobre el escenario. Enviar a cualquiera de las dos, o las dos en coalición, es un mensaje de España para el resto de Europa en general y para esos países ultraconservadores en particular que jamás nos votarán. ¿Y qué? Nosotros le hablamos al mundo.
Con el empoderamiento femenino en el núcleo mismo de todo el asunto. "Queremos que Europa celebre con nosotros los cuerpos, la libertad y la vida. ¡Que vivan las mamás y las mamas!", enfatizó Rigoberta en la televisión pública después de su huracanada actuación reivindicando a las mujeres y la maternidad (empezó con vestido de época blanco, como el que llevaban las mujeres al parir, para terminar desnuda). Con esa teta gigante en forma de globo terráqueo, con el pezón bien en el centro de la imagen. "La teta nunca es suficientemente grande pero ha estado bien", dijo también en otro momento de la velada. La libertad guiando al pueblo pop, que pintaría Delacroix.
Tanxugueiras, por su parte, reivindican la tradición, la memoria, las raíces y la unión entre culturas, a nuestras abuelas. “Queremos darle voz ante toda Europa a todas las mujeres anónimas que nos dejaron su legado. Ellas sin saber leer ni escribir hacían arte”, declaró una de sus integrantes, Aida Tarrío, tras clasificarse para la final. Su compañera Sabela Maneiro dijo días antes a infoLibre que Terra es un "canto a la libertad" en forma de muñeira y defendió a las lenguas cooficiales: "Tenemos la suerte de vivir en un país con una gran riqueza cultural y hay que normalizarlo. Estamos encantadas de que el gallego sea por primera vez lengua candidata a representar a España en Eurovisión".
Si estamos hablando de montar un gobierno de coalición con el que representar fielmente a España en Eurovisión, como vicepresidenciables estarían Chanel y Rayden. Son los favoritos tapados, aparentemente con menos apoyo popular que las dos candidaturas más consistentes, si bien la cubana afincada en España deslumbró con su sensual y trabajada interpretación de SloMo al controvertido jurado profesional. El rapero madrileño, por su parte, se mantiene en la parte alta siempre con opciones, aunque pocas probabilidades, con una puesta en escena rebosante de masculinidad para hablar con naturalidad de la vulnerabilidad y la salud mental de los hombres en Calle de la llorería.
La diversidad de temáticas es otra de las grandes bazas de este Benidorm Fest, en el que completan la terna de finalistas para este sábado la intensidad melódica de Blanca Paloma, el baladón al piano de Gonzalo Hermida y el synthpop ochentero de Xeinn, así como el siempre descarado y refrescante pop de Varry Brava, que van a Eurovisión reivindicando a Raffaella Carrà con la firme intención de "poner lo hortera como nueva bandera de la libertad guiando al pueblo", tal y como apuntaron a infoLibre días atrás.
Los ocho aspirantes volverán al escenario del Palau de ́Esports L'illa de Benidorm este sábado 29 de enero a partir de las 22:05 horas, con retransmisión en directo por TVE. Y aunque un gobierno de coalición nunca es la primera opción de nadie, en esta ocasión el todas a una aflora después de las dos semifinales vividas con desmedida pasión esta semana (para la posteridad quedan los millones tuits, principalmente sobre Rigoberta Bandini y Tanxugueiras). Porque de repente todo el mundo tiene un bando, un team, y se posiciona públicamente aunque nadie se lo haya pedido. Tal es la potencia del mensaje que, pase lo que pase, queremos que España lleve el 14 de mayo a Turín. Y esa es nuestra victoria compartida.
De la misma manera que el de PSOE y Unidas Podemos es el primer gobierno de coalición de la España democrática, Rigoberta Bandini y Tanxugueiras bien podrían ser el primer gobierno de coalición español para mandar en Eurovisión. Ambas propuestas son las favoritas del público, que se evitaría así el mal trago de tener que elegir entre mamá o mamá. Y todos en general nos evitaríamos la quiebra civil inminente.