Los lectores prefieren los libros en papel y comprados en librerías. La venta en estos establecimientos supera en 450 millones a la venta en cadenas de librerías, un 16,5% más. Así se extrae del avance de resultados del estudio sobre el Comercio Interior del Libro en España elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España. La facturación de ejemplares físicos supone el 94,9% del total y mientras que el libro digital crece, pero solo supone el 5,1%.
Ni El Corte Inglés, ni FNAC, ni La Casa del Libro rozan las ventas del conjunto de las pequeñas librerías, un 18% frente al 35%. Tampoco lo hace Carrefour, ni Alcampo, ni el resto de hipermercados, que suponen el 8,6% de facturación. El canal de venta que más ha crecido es la compra online, un 10,3% más, mientras que los quioscos y los clubes de lectura son los que más sufren la pérdida de lectores.
Los libros digitales suponen 139 millones de los más de 2.700 millones de facturación de la industria editorial. Aunque la evolución es positiva y crece un 3,3%, los lectores prefieren ampliamente pasar páginas en papel, a pesar de que en el número de títulos editados la diferencia porcentual es mucho menor. El 31% de los libros que se editan son en digital, 25.000 ebooks frente a los 57.000 ejemplares físicos que llegan en cajas.
El 24% de los libros en España se editan en lenguas cooficiales. 14.500 libros en catalán, la industria más importante y que posee el 54% del mercado librero. Respecto del ejercicio anterior, la producción del total de títulos se ha incrementado en todas las lenguas y son los libros en gallego los que más han crecido en el último año.
Laura Riñón, directora de la librería Amapolas en octubre, en el madrileño barrio de Chueca, explica en conversación con infoLibre que la competencia nunca la han percibido en otras librerías: "Cada una tenemos nuestro mercado", afirma. La preocupación, asume, está más en el papel que tienen las plataformas digitales de streaming (Netflix, HBO, PrimeVideo...) en suplir los tiempos de lecturas por horas frente a la pantalla. El libro digital y el audiolibro son "alternativas" al lector al que o no le gusta el libro en papel o no puede hacer uso de él por alguna condición. "Es una excepción", continúa, "al lector le gusta el libro en papel, es un hábito".
Los ebooks como herramienta de legado cultural
Arantza Larrauri, directora general de la distribuidora de libros electrónicos Libranda, matiza la previsión de datos del Gremio y apunta que en 2023 el crecimiento del ebook ha sido mayor que en 2022. "Creemos que además tiene una larga vida por delante, entre otras cosas porque cada vez aportará más valores diferenciales sobre el libro físico", apunta. Uno de los valores que destaca es la "accesibilidad universal" cuyo desarrollo está siendo impulsado por la Directiva Europea 2019/882 y por su transposición a la legislación española.
Las librerías darán las cifras de ventas al autor: "Hasta ahora la única certificación era confiar en el editor"
Larrauri defiende el libro digital como "un aliado fundamental en el fomento y expansión de los libros y la lectura", con las ventajas de mantener vivos libros de fondo que no tendrían reimpresiones en papel u ofrecer las obras a un precio más económico a los lectores. Además apunta: "Durante la pandemia la existencia del libro digital permitió satisfacer en gran medida el hambre de lectura y libros de gran parte de la población que no tenía otro medio para acceder a los libros más allá de las plataformas digitales".
Próxima parada: Estados Unidos
Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, señaló desde la Feria Internacional del Libro (Liber) celebrada en Madrid el pasado 6 de octubre que ”los organismos internacionales anuncian una caída del comercio global” y que eventos como Liber son los que motivan al sector editorial. En el encuentro, al que también acudió el Ministro de Cultura y Deportes en funciones, Miquel Iceta, los editores mostraron su preocupación y la expectativa del sector por la irrupción de la Inteligencia Artificial, así como el avance en el desarrollo de una actividad sostenible desde el punto de vista medioambiental.
El interés del gremio, según la Federación, está ahora en el análisis de las distintas tendencias internacionales en los procesos de comercialización del libro, o qué puede hacer el libro en español para tener una mayor presencia en el mercado de Estados Unidos. Laura Riñón ve con buenos ojos la exportación de libros en español: "es la mejor herramienta", afirma, especialmente teniendo en cuenta que el 13,5% de la población estadounidense es hispanohablante.
Los lectores prefieren los libros en papel y comprados en librerías. La venta en estos establecimientos supera en 450 millones a la venta en cadenas de librerías, un 16,5% más. Así se extrae del avance de resultados del estudio sobre el Comercio Interior del Libro en España elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España. La facturación de ejemplares físicos supone el 94,9% del total y mientras que el libro digital crece, pero solo supone el 5,1%.