Cultura
La polémica sobre “mariconez” en OT: ¿un cambio generacional?
¿Cómo sufren las obras culturales el paso del tiempo? ¿Cambia la recepción de una canción cuando cambia su público? ¿Qué ven las nuevas generaciones cuando se acercan a obras reverenciadas antes incluso de que ellos nacieran? El debate abierto por Operación Triunfo (OT), el reality musical emitido por Televisión Española, va más allá de los enfrentamientos de las redes sociales. Cuando María, una concursante del programa, y luego Miki, su compañero, escucharon la canción que tenían que cantar esta semana, se extrañaron. ¿Por qué "Quédate en Madrid", de Mecano, usaba la palabra mariconezmariconez? Considerándola ofensiva para el colectivo LGTB, los jóvenes pidieron sustituirla. Y tras ese gesto llegó una cascada de declaraciones enfrentadas en las que participó la misma Ana Torroja, vocalista del histórico grupo de los ochenta.
"A mí me sale agradecerle a María y a esta generación que hayan puesto el tema sobre la mesa", comienza diciendo Aroa Moreno Durán, periodista y escritora nacida en 1981, una década antes que los concursantes del programa. La misma idea transmiten Paco Tomás, también periodista y escritor, nacido él en 1967. Y Luna Miguel, escritora y editora de 1990. Tres generaciones que trabajan con la palabra y que debaten ahora a partir de lo ocurrido en televisión, en redes sociales y en las conversaciones de sobremesa. Porque, advierte Moreno Durán: "Una cosa es lo que sucede en la realidad y otra cosa es lo que sucede en las redes sociales, una polarización dramática y faltona".
"Un insulto muy homófobo"
Más allá de los insultos y la polémica, ¿qué ocurrió con "Quédate en Madrid"? La canción le fue asignada a los concursantes el pasado jueves, y en el primer ensayo María comentó que preferiría no cantar esa palabra. "No me gusta eso". "Pero si dices tacos todo el día, María", objetaba Noemí Galera, directora de casting de la productora Gestmusic y directora de la academia. "Pero eso no es un taco que yo diga. Entiendo que eran otros años", respondía. En parte por cuestiones musicales, se decidió que sería su compañero quien cantara esa estrofa, pero ambos propusieron cambiar el término por "gilipollez". Más tarde la concursante ampliaría a una compañera: "Yo he dicho que no voy a decir mariconez, porque es un insulto muy homófobo".
La productora decidió entonces consultarlo con Ana Torroja, jurado del programa, que en ese momento se encontraba volando a México, donde reside desde 2014, cuando fue condenada a pagar 1,4 millones de euros por fraude fiscal —TVE costea los viajes semanales de ida y vuelta de la cantante en clase business, que debe estar en plató para la gala los miércoles por la noche—. El viernes, Galera decía a los concursantes: "Ha visto vuestra propuesta y nos dice que Mecano siempre ha estado a favor de la diversidad sexual...". "Hombre, por supuesto", interrumpía Miki, y María añadía: "Y un grupo muy emblemático en eso". El término mariconez, decía la directora, "nunca lo han cantado como un insulto". Pero si los concursantes querían cambiar esa palabra, con permiso de Torroja, podían hacerlo por "estupidez".
La cosa parecía zanjada, pero Torroja publicaba en Twitter: "YO NO HE AUTORIZADO a nadie cambiar la letra de una canción que sigo cantando hoy en día. No estoy de acuerdo en cambiarla y no soy quién para hacerlo. El autor de la canción es José María Cano, él la escribió para Mecano y NADIE puede modificar una letra sin el permiso del autor". El sábado, el programa comunicaba a los concursantes: "José María Cano [que lleva años retirado de la vida pública] no nos permite cambiar esa palabra. El programa se ha puesto en contacto con él y finalmente él es el autor y no nos permite cambiar mariconez". El miércoles, en la gala semanal del programa, Miki cantó mariconez bajo la mirada de Torroja, no sin antes precisar: "Lo que no vamos hacer es juzgar a un grupo por una sola palabra cuando ha sido un referente tan importante en la historia de la música. Que es una palabra que a nosotros nos molesta muchísimo también es cierto, pero porque nosotros no nos imaginamos una sociedad que pueda concebir que esa palabra no sea un insulto a un colectivo".
Enfrentarse a las "contradicciones"
Y ahora empieza confesándose Luna Miguel. Aunque no diga la palabra mariconez, creada ad hoc por Cano para que rimara con pastel, sí que ha dicho mucho mariconada. "Y me la he corregido mucho, igual que me corrijo otras tantísimas cosas porque las escuchaba a mi alrededor y porque estaban en los productos culturales que consumía, y en la televisión, y en las conversaciones de bar", apunta. Paco Tomás, muy combativo dentro del movimiento LGTB y responsable de Wisteria Lane, programa referente de RNE contra la homofobia y la discriminación, asegura que él también ha cantado mariconez en la estrofa de esa canción. Pero ninguno de los dos tiene dudas: "Claro que el significado de mariconez es homófobomariconez , hace 30 años y hoy", defiende él. Precisamente por el argumento que defendía Torroja, asegurando lo contrario porque mariconez, en la canción, se asimila a "una tontería, bobada, estupidez, y hasta cursilería". "¡Justamente por eso! Y es machista también", reanuda Tomás, "porque lo marica es afeminado o femenino, y lo femenino es ridículo". Luna Miguel identifica igualmente el problema: "Es una palabra que viene de otra que se utiliza como insulto, normalmente por gente homófoba que la usa desde la rabia".
Aquí es donde entra, como apuntaba Aroa Moreno, el elemento del cambio generacional. Paco Tomás habla de cómo "hemos interiorizado esa palabra": las cosas superfluas, cursis o desprovistas de carácter son mariconadas; igual que las cosas pesadas, difíciles de soportar son un coñazo. "Hasta que de repente llega una generación libre de eso", dice el escritor, "que es una chavala de 25 años, que no conoce a Mecano, que no conoce esa canción, que se enfrenta a la letra y nos pone delante de nuestras propias contradicciones, como generación y como adultos". La propia Noemí Galera, después de decirles que no podían cambiar la letra por mandato de Cano, les agradecía su petición: "(...) El mariconez lo tengo incrustado en mi disco duro y nunca me había planteado que podía ser ofensivo (...). Me hace replantearme que las letras, con el paso del tiempo, pueden tener otro significado (...). Es la juventud que quiero que mis hijos tengan como referente".
"Deconstruirse es un currazo"
"Creo que ese el gran problema de la polémica", recoge Luna Miguel, "que tenemos tan arraigadas en nuestra conversación ciertas cosas que asumimos como normales, que cuando alguien nos señala que no es normal que las usemos en el sentido en que las usamos, pues nos fastidia". Y tanto que "fastidia". Alaska y Mario en el programa Vodafone yu iban desde "¿Quién es quién para revisar la obra de alguien?" al "Quédate en tu casa, bonita". El Sevilla, cantante de Mojinos Escozíos, entraba en laSexta para decir: "Esta chica se ha permitido el lujo de quitarle un trozo de la letra a una canción de Mecano. (...) Posiblemente el día de mañana nadie cantará tus canciones". E incluso Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, decía en Twitter: "Me sumo en la preocupación por lo que nos espera como no se enderecen los ofendiditos, chavales sin anticuerpos que jamás podrán leer a Quevedo".
Tanto Luna Miguel como Aroa Moreno son muy críticas con el tono que ha tomado la discusión pública en torno a este asunto. La primera lanza: "Tiene que ver con que es joven y que es mujer. Las declaraciones de Alaska o las de un montón de famosos en redes sociales deja mucho que desear, porque lo que están haciendo es insultar a una persona que no puede defenderse". Los participantes del concurso, recuerda, están aislados del exterior en la academia, por lo que no han sido conscientes del revuelo creado por su petición. "Ayer", dice una extrañada Moreno Durán, por el miércoles, refiriéndose a la gala, "cuando vi a esta chica decir que no se encontraba cómoda con el término me pareció educada en todo momento, y aceptaron la respuesta bien".
¿Por qué ha habido, entonces, una reacción tan encendida? Paco Tomás cree que ha sido una suerte de maniobra de autodefensa: "Deconstruirse es un currazo. Es mucho más fácil gritar que la libertad de expresión está en peligro o gritar que eso es censura. Eso es mucho más fácil que plantearte por qué aceptaste esa estrofa y por qué la cantaste". "Tenemos dos opciones", dice, "la de ponernos farrucos rollo Ana Torroja y todo este plan, o detenernos un segundo a escuchar a las generaciones jóvenes lo que nos están diciendo". Y aquí Luna Miguel es tajante: "Han dejado claro cómo a los milennials y a los más jóvenes les miramos (o nos miran) como si no supieran el mundo en el que viven, cuando muchas veces lo saben (o lo sabemos) mejor que mucha gente que lo tiene todo y a la que no le queda, aparentemente, nada por lo que luchar".
Paco Tomás señala que parte de los más críticos con los concursantes han respondido a un debate inexistente: el de si Mecano es un grupo homófobo. Ninguno de los tres consultados cree que sea así, ni que ese haya sido el planteamiento. "Es una palabra en una canción", dice el escritor, "que tiene una connotación homófoba la cante quien la cante". Pero la canta Mecano, conocido por canciones como Mujer contra mujer, sobre un amor lésbico, o El fallo positivo, sobre la discriminación contra las personas con VIH. Y al cuestionarse si Mecano "de manera no intencionada" puede haber caído en una palabra homófoba, "te tienes que cuestionar a ti mismo". "Mecano no es homófobo", continúa, "pero está lo otro: esas pequeñas gotas de homofobia, de machismo, de racismo, que vamos soltando poco a poco en nuestra educación para irlas interiorizando hasta aceptarlas". Cierra Aroa Moreno: "Confío en la inteligencia de los fans de Mecano para reconocer que pertenecen a una generación en la que no había ninguna educación sobre valores en diversidad sexual, y confío en la inteligencia de las generaciones jóvenes para no acusar de homófobos a quienes no lo son".
Contextos y Neruda
Entonces ¿hay que suprimir la canción de Mecano de aquello que se considera escuchable? Habla Aroa Moreno: "Considero que las creaciones se hacen en un contexto determinado, y que las canciones son ficciones que representan algo. Y Mecano contó casi una época". De la misma opinión es Paco Tomás, que se lleva las manos a la cabeza: "¡La gente habla de si queremos destruir obras, cuando no tiene nada que ver! Lo que aquí se plantea es hacer una versión, nadie se plantea destruir la canción, que va a existir por los siglos de los siglos".
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El feminismo, entre otros, anda debatiendo cuestiones similares desde hace décadas: mucho más allá de la polémica de Mecano, ¿cómo se puede mirar la obra de autores cuestionables, o aquellas que contienen valores morales hoy desfasados? "Nadie está diciendo que haya que dejar de leer a Neruda, a pesar de que sabemos que es un violador". La que habla es Luna Miguel, pero, curiosamente, Aroa Moreno también conoce bien el tema. En una columna publicada el pasado marzo en infoLibre —que también generó cierta indignación—, la escritora recordaba su lectura de Confieso que he vivido, las memorias del poeta chileno. En ellas, este narra de manera bastante clara cómo viola a una mujer de la limpieza en Sri Lanka. "Nunca reconocí este pasaje de una violación como una violación. No sé en qué estaba pensando, no sé cuántos filtros tenía, pero nunca lo reconocí como tal. Y creo que responde a que nos hemos ido educando en ciertas cosas", reflexiona la escritora. Y aquí se engarza, salvando todas las distancias, con la polémica de Operación Triunfo. "¿Quitaría la obra de Neruda? No. ¿La volvería a leer? Probablemente. El valor literario está ahí, pero ese pasaje de Confieso que he vivido no superaría ni la lectura actual de su propio autor".
Pero eso no tiene por qué ser malo. De hecho, Luna Miguel se extraña de que observar algo negativo en el pasado se viva con indignación. "Intentar que en el presente no cometamos errores por cosas que en el pasado eran normales es una cosa que deberíamos hacer constantemente", dice, con tono de sorpresa. "Lo que queremos es estar mejor que antes, no sufrir y no hacer que los demás sufran". Así dicho, parece sencillo.