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Vainica Doble, las madres del pop español

"¿Por qué vosotras no sois mis madres?", solía preguntar Carlos Berlanga a Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen. Con esa rebelión infantil, el futuro ídolo musical —cuyos padres eran íntimos de Vainica Doble— formulaba el sentimiento de buena parte del pop indie español. El dúo que renovó silenciosamente el género con sus letras y arreglos tuvo que esperar una década para encontrar a sus hijos. Pero a partir de los ochenta empezaron a salirles vástagos en distintas generaciones de la música española. 

Hace 15 años que los vainiqueros quedaron huérfanosvainiqueros . Con la muerte de Camen Santonja en el 2000, el hueco ocupado por estos versos sueltos de la música de autor quedó vacío.  La posterior enfermedad de Gloria Van Aerssen terminó por instaurar el luto. El sábado 18 de julio, para cambiar el duelo por la alegría que tanto reivindicaron, la sala Siroco y Paco Clavel organizan el concierto-homenaje Avainícame, con músicos como Pauline en la Playa, Kikí D'Akí, El Día Después (El Zurdo, Clara Collantes y Antonio Zancajo), Luis Mendo y Bernardo Fuster (de Suburbano, acompañantes habituales de Vainica). El público podrá escuchar temas como Coplas del iconoclasta enamorado, Un metro cuadrado, Coloniales y ultramarinos, El pintor o Pasos en falso

"La relación con Vainica es edípica", explica Fernando Márquez, El Zurdo, refugiándose del calor madrileño junto a Collantes y Zancajo en un bar de Velázquez. Se define como "el fan número 1" del dúo, pero es más que eso: el libro que publicó sobre ellas en 1983, acompañado de su tozudez, ayudó sustancialmente a que Carmen y Gloria encontraran un hueco en las referencias de La Movida. Los grupos en los que participó (Kaka de Luxe, La Mode junto a Zancajos) reconocían aires vainiqueros que han llegado hasta hoy, con clara influencia en Pauline en la Playa, Nosoträsh, Parade o Klaus & Kinski. 

Alicia Álvarez, mitad de Pauline en la Playa (la otra mitad es su hermana Mar), trata de definir qué parte de su carácter comparten con Vainica: "Darle un cariz más poético e irónico al día a día, jugar con las palabras, explorar el castellano, la fonética…". Zancajo señala la "acidez suave" de sus letras, "esa fuerza contenida, haciendo cosas muy graves, pero con liviandad". Es El Zurdo quien hace mención a la música: "Esos arreglos... Nunca nadie afinó tan bien. Eran vanguardistas". Las disonancias de Caramelo de limón (1972); la psicodelia de Alas (1976), marcada por los Beatles y los malogrados Smash; el tono entre jazzero y operístico del disco Taquicardia (1984). Todo las alejaba de su contexto musical, dividido en sus comienzos entre los cantautores con guitarra y los hits melódicos. 

Muere Gloria Van Aerssen, componente del dúo Vainica Doble

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Sus escasas actuaciones en directo y su alergia a la industria musical, sumado a su estilo inclasificable, les hizo ganarse la etiqueta de "grupo de culto". "Yo no creo que nadie elija ser artista de culto, porque significa que no te comes un rosco en última instancia", dice con acidez Kikí D'Akí, otra de las participantes en el homenaje del sábado y parte ella misma de esa extraña categoría. "Artista de culto es alguien sui generis, que está fuera del tiempo y puede ser un clásico. Lo que está de moda mañana no sabemos lo que va a ser de ello. Que no está ni bien ni mal, la cosa es que haya sitio para todos", explica. Esto último ha sido posible gracias a las reediciones de las discográficas Nuevos Medios y Elefant, y de la salida de libros como Vainica Doble. La caricia pop, de Marcos Gendre.

"Quizás es hasta bueno. Ellas han sido una presencia feérica, alejadas del business. La única vez que pudieron acceder a un programa de los de la tarde, estaban tan nerviosas que a una de las dos le dio un síncope y nunca tocaron. Era la alergia del estrellato", narra El Zurdo. La única vez que hicieron concesiones fue con Carbono 14, un disco de colaboraciones con artistas como Alejandro Sanz, Miguel Bosé o Ismael Serrano muy poco apreciado por sus seguidores. "Es la primera vez que ellas tratan de hacer algo siguiendo otras voces, y es un completo desastre. Ellas tenían que hacer lo que les salía", explica El Zurdo.

El disgusto (que según él agravó el estado de salud de Santonja, que murió tres años después) se curó con un último LP, En familia, grabado con la discográfica independiente Elefant y con colaboraciones de hijos y nietos de las músicas. La muerte de Carmen imposibilitó la promoción, pero el trabajo quedó como uno de los mejores de su carrera. Una penúltima alegría. Las que siguieron (y seguirán) están en manos de sus hijos artísticos. 

"¿Por qué vosotras no sois mis madres?", solía preguntar Carlos Berlanga a Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen. Con esa rebelión infantil, el futuro ídolo musical —cuyos padres eran íntimos de Vainica Doble— formulaba el sentimiento de buena parte del pop indie español. El dúo que renovó silenciosamente el género con sus letras y arreglos tuvo que esperar una década para encontrar a sus hijos. Pero a partir de los ochenta empezaron a salirles vástagos en distintas generaciones de la música española. 

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