El 2 de enero se destapó de nuevo el pecado de estacionalidad y temporalidad del empleo en España. La campaña navideña de comprascampaña navideña de compras se desinfló el 2 de enero, cuando perdieron su empleo 395.814 personas. La cifra supera por poco la de quienes se quedaron sin trabajo en otra fecha fatídica, el 1 de agosto, 362.682. Es una burbuja de empleo breve que se pincha cada fin de temporada. De forma que, al acabar enero, el número de afiliados a la Seguridad Social había caído en 177.880 personas.
La mayor parte de ellas, en el sector del comercio, 36.453 perdieron su empleo, y en la hostelería, 33.216 más. Otras 28.084 que realizaban tareas administrativas se quedaron sin trabajo igualmente.
El dato, en cualquier caso, es inferior al del 4 de enero de 2016, el primer día hábil ese año, cuando se quedaron sin trabajo 545.814 personas.
Al tiempo, los registros de la Seguridad Social muestran un número también muy elevado de altas: el 2 de enero de este año empezaron a trabajar 353.584 personas. Es decir, el número de movimientos alcanza cifras espectaculares: el último mes hubo 2,42 millones de bajas y 2,26 millones de altas. Son datos superiores a los registrados el pasado mes de agosto, la anterior burbuja de empleo estacional, cuando las altas llegaron a 1,88 millones y las bajas a 2,24 millones.
Para hacerse una idea del volumen de empleo breve que implica este vaivén de altas y bajas basta con recordar que el número de parados asciende a 3,7 millones, según los registros del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y a 4,23 millones de acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA). En enero se firmaron 1,63 millones de contratos, de los cuales el 91% fueron temporales.
Duración media del contrato en diciembre, 42,84 días
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La destrucción de empleo de cada comienzo de año es la consecuencia de los contratos breves que se firman en diciembre, por la campaña navideña, y en enero, por las rebajas. Así, en diciembre, la duración media de los contratos fue de sólo 42,84 días, casi ocho días menos que la media de todo el año. No es extraño si se tiene en cuenta que el 26,2% de los contratos que se registraron el pasado diciembre duraron menos de siete días. Y el 42,3% fueron contratos de menos de un mes.
Trasladada esta dinámica al ejercicio completo de 2016, resulta que la economía española creó 540.655, pero para ello fue necesario firmar casi 20 millones de contratos.
Otro dato también llama la atención: de las 174.880 personas que perdieron su empleo en enero, sólo 57.257 se inscribieron en las oficinas públicas de empleo, una tercera parte.
El 2 de enero se destapó de nuevo el pecado de estacionalidad y temporalidad del empleo en España. La campaña navideña de comprascampaña navideña de compras se desinfló el 2 de enero, cuando perdieron su empleo 395.814 personas. La cifra supera por poco la de quienes se quedaron sin trabajo en otra fecha fatídica, el 1 de agosto, 362.682. Es una burbuja de empleo breve que se pincha cada fin de temporada. De forma que, al acabar enero, el número de afiliados a la Seguridad Social había caído en 177.880 personas.