El exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Carlos Arenillas va a interponer una querella en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional por el espionaje al que supuestamente le sometió el comisario José Manuel Villarejo por encargo del expresidente del BBVA Francisco González. Así lo ha anunciado Arenillas en sendas cartas que ha enviado al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y al presidente de la CNMV, Sebastián Albella, y a las que ha tenido acceso infoLibre. Ese juzgado, a cuyo frente se encuentra el magistrado Manuel García Castellón, es el que investiga el presunto espionaje.
En ambos escritos, quien fue el número dos del órgano regulador de los mercados entre 2004 y 2008 pide tanto al Banco de España como a la CNMV que revelen “cuál será su posición” ante el procedimiento judicial que investiga los trabajos por los que el comisario Villarejo cobró casi seis millones de euros.
Según las informaciones publicadas por Moncloa.com y El Confidencial, el expolicía siguió y fotografió dos vehículos oficiales de la CNMV. En las cartas enviadas el pasado día 14, Arenillas asegura que tanto su teléfono como el de algunas personas de su entorno fueron intervenidos por Villarejo y su domicilio, fotografiado. También destaca el ex número dos de la CNMV que ese teléfono lo empleaba para sus comunicaciones personales, pero “sobre todo para las profesionales”. De forma que no sólo se violentó su intimidad personal sino que, además, pudo haberse visto “comprometida información confidencial” derivada de su cargo institucional.
Es decir, quien escuchó las conversaciones que Arenillas mantuvo mientras fue pinchado su teléfono –en 2004 y 2005, precisa en su carta– pudo haber obtenido información privilegiada de operaciones societarias o bursátiles en marcha sobre las que tenía competencia el exvicepresidente de la CNMV. Manuel Arenillas también pide la implicación del Banco de España y de la propia CNMV destacando que quien ha visto intervenidas sus comunicaciones –él mismo– ha sido consejero del primero y vicepresidente del segundo. Y que la entidad bancaria implicada –en ningún momento cita al BBVA por su nombre– es supervisada por ambos organismos.
El espionaje a Arenillas se produjo en plena ofensiva del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la constructora Sacyr José Luis Rodríguez ZapateroSacyrpara tomar el control del BBVA. Según El Confidencial, a González no sólo le interesaba el número dos de la CNMV por su pasado en Intermoney, “la misma agencia de valores por la que también pasó el entonces jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, el dirigente del PSOE más implicado en el asalto a BBVA. Al presidente de la entidad financiera le inquietaba, sobre todo, lo que podía hacer Arenillas con una denuncia que el regulador había recibido en plena ofensiva”.
La Operación Trampa, como se bautizó el encargo del BBVA a Villarejo, incluyó más de 15.000 pinchazos telefónicos y, como puede comprobarse con las fotos del domicilio y los vehículos de Carlos Arenillas, también seguimientos. Entre los espiados se encuentra igualmente el presidente de la CNMV en esos años, Manuel Conthe.
La limitada reacción de los reguladores
Hace poco más de una semana, sin embargo, el actual responsable de ese órgano regulador, Sebastián Albella, dio por prescritos los delitos derivados del presunto espionaje, pese a que la investigación judicial, de carácter secreto, arrancó hace menos de un mes y ni siquiera se sabe, por tanto, en qué infracciones penales han incurrido los involucrados. La CNMV anunció entonces que no va a emprender acciones legales ni acometerá una investigación interna.
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“Es un caso que ocurrió hace más de 12 años, por lo que creemos que ha prescrito. Yo fui nombrado en 2016 y ahora mismo tenemos muchas otras prioridades que eso, así que no vamos a tomar ninguna medida legal”, aseguró Albella el pasado día 7. “No soy muy partidario”, añadió, “de preocuparme ahora más de la cuenta o dedicar recursos a algo que ocurrió hace 12 o 13 años, por lo que mi inclinación a hacerlo [investigar] es limitada”. Tampoco se ha planteado aún la CNMV si se personará en el caso Villarejo como parte afectada, ya que sus más altos cargos fueron espiados e incluso, como sugiere Arenillas en sus cartas, es posible que se filtrara información confidencial sobre operaciones o empresas que pudo haberse usado como información privilegiada en beneficio de terceros.
De momento, la respuesta de la CNMV al escándalo consistirá en “permanecer muy vigilante” para que el BBVA facilite al mercado información correcta y suficiente. Sebastián Albella entiende que esa información debe ser transparente respecto de los riesgos que afronta el BBVA. Y que debe incluir una “mención específica a los relacionados con la corrupción”. No obstante, considera que el banco “está haciendo el trabajo que tiene que hacer”.
El Banco de España, por su parte, se ha limitado a reclamar una investigación “con total profundidad y con la mayor prontitud posible”, a fin de “eliminar y minimizar el riesgo reputacional potencial” para el BBVA, según declaró el gobernador Hernández de Cos a preguntas de los periodistas en el Congreso. Además, ha trasladado al Banco Central Europeo (BCE) la denuncia contra González y el BBVA interpuesta por el pseudosindicato Manos Limpias por este caso, según publicó El Independiente.
El exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Carlos Arenillas va a interponer una querella en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional por el espionaje al que supuestamente le sometió el comisario José Manuel Villarejo por encargo del expresidente del BBVA Francisco González. Así lo ha anunciado Arenillas en sendas cartas que ha enviado al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y al presidente de la CNMV, Sebastián Albella, y a las que ha tenido acceso infoLibre. Ese juzgado, a cuyo frente se encuentra el magistrado Manuel García Castellón, es el que investiga el presunto espionaje.