La banca europea salva con sanciones mínimas los abusos en el mercado financiero

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Los excesos de la banca estadounidense, sin fronteras entre actividad comercial y financiera, sin controles eficaces y sin límites éticos acabó en 2008 en la quiebra del gigante Lehman Brothers. El cuarto banco de inversión de Estados Unidos saltaba por los aires tras 158 años de actividad. Había sobrevivido a guerras mundiales y al crack de 1929, pero el exceso de las hipotecas basura, empaquetadas y vendidas en el sector financiero como activos rentables, hizo estallar el banco y con él, la credibilidad del sector bancario internacional, globalizado y enredado en las mismas prácticas. Estados Unidos ha sancionado parte de los excesos. Bruselas también, pero menos.

Las autoridades de EE UU, el epicentro de aquel terremoto, han hecho pagar cantidades milmillonarias a los bancos que estuvieron a punto de quebrar todo el sistema. En la UE, donde también se han detectado abusos, las sanciones son prácticamente simbólicas.

Para salvar la cara, los bancos estadounidenses han preferido el pacto. El juicio y el banquillo es más caro, no sólo en términos monetarios sino también de imagen. Cálculos con datos de la firma SNL Financial Bank recogidos por El País cifran el importe de las sanciones pactadas por la Administración estadounidense con las grandes firmas financieras en 84.310 millones de euros. Están todas las que cuentan: de Bank of America (en cabeza de forma destacada) a JP Morgan, pasando por Citigroup, Goldman Sachs o Morgan Stanley.

Otros delitos

Las sanciones recibidas entre 2010 y 2013 no se deben sólo al gran engaño de las hipotecas subprime, sino también a otros delitos financieros relacionados con el pago con tarjetas, los embargos de viviendas o el blanqueo de dinero.

Son prácticas abusivas que también se dan en Europa. Pero aparentemente tienen menos castigo. Al menos de momento. La Comisión Europea ha impuesto sanciones por manipular los tipos de interés a entidades importantes, pero están muy alejadas de las cifras que se manejan en EE UU.

Juan Ignacio Navas (Bufete Navas & Cusí), abogado que ha denunciado en Bruselas el incumplimiento en España de la directivas bancarias europeas y la inacción de los óganos reguladores, introduce no obstante algunos matices. Navas admite que en Europa, y especialmente en España, las sanciones al sector financiero son menores que en Estados Unidos "pero no hay que olvidar que la crisis surgió en ese país (EE UU) y las multas llegan después de haber dejado a las entidades actuar sin control". Desde ese punto de vista, añade Navas, las acciones de los reguladores estadounidenses pueden ser consideradas "un acto de cinismo". 

La Asociación Española de la Banca Privada (AEB), consultada por infoLibre, prefirió no opinar sobre la cuestión de las sanciones.

Cinco grandes

El castigo más abultado, anunciado oficialmente en diciembre de 2013 como "multa récord" por la Comisión Europea, ha tocado a cinco grandes bancos internacionales: Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, Société Général, JP Morgan, Citigroup y a un intermediario (RP Martin). Todos manipularon el índice euríbor. Barclays y UBS participaron, pero se libraron de sanción por delatar las malas prácticas de sus colegas ante Bruselas. La multa fue de 1.710 millones de euros. ¿Mucho, poco? Depende.

La sanción es la más alta de la historia en la banca europea,sanción lo que no quiere decir mucho. Para delimitar la importancia de la multa habría que saber cuánto dinero generó el engaño en forma de beneficios y eso no es fácil. Lo que está claro es que la sanción está  lejos de la multa de 13.000 millones de dólares (9.580 millones de euros) que JP Morgan (multada también en Europa) aceptó pagar por su actividad con las hipotecas basura.

No hay datos sobre la dimensión de la supuesta estafa cometida con la manipulación del índice Euríbor (Euro Interbank Offered Rate), aunque la investigación sobre otro indicador manipulado, el Líbor (London Interbank Offered Rate) que deciden una docena de bancos en Londres, puede dar una pista.  El caso del Líbor le costó una sanción de 363 millones a Barclays Bank. El índice servía de referencia para la negociación de activos valorados en 550 billones de dólares, principalmente en Reino Unido y en EE UU. 

Nadie vigila

En el caso del índice Euríbor, que se calcula usando los datos de operaciones de 44  bancos que operan en Europa, lo único claro es que no lo vigilaba nadie, según admitieron en su momento las autoridades bancarias europeas (EBA).

El cálculo de los beneficios obtenidos con la manipulación del índice está pendiente. La multa de 1.710 millones borró el caso. Pero la cuantía debió ser importante puesto que el proyecto de reglamento que ya ha aprobado la Comisión Europea para combatir la manipulación de índices prevé sanciones de hasta el 10% de los ingresos anuales para los bancos.

Pero si las multas de las autoridades europeas por los abusos de la banca parecen poco al lado de las que imponen las autoridades de EE UU, la comparación con las sanciones impuestas en España muestra cifras ridículas. El Banco de España ha impuesto en los últimos años multas a directivos bancarios que oscilan etre los 5.000 y los 115.000 euros, repartiéndolas en algunos casos (caso de Caja Sur y 38 directivos).

En la CNMV tampoco ha habido mucho impulso sancionador. La multa más elevada, de 17 millones de euros, cayó sobre el Banco Santander en abril por dos faltas, una grave y otra muy grave, en la captación de inversores mediante "Valores Santander". 

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Causas sí, sanciones no

La falta de sanciones a la banca ( y a los banqueros) en España no significa que no haya causas para sancionar. Hay tantas que casi 200 directivos y empresarios, casi todos vinculados a las cajas de ahorros rescatadas, permanecen imputados en la Audiencia Nacional o en juzgados de instrucción por delitos como evasión fiscal o administración desleal. Son, en todo caso, personaje secundarios en la obra. Las sanciones a la élite son más raras, aunque alguna ha habido, como fue el caso de Jaimé Botín (hermano del presidente del Banco Santander, Emilio Botín), multado con 700.000 euros por ocultar su participación en Bankinter.

Todo está relacionado con el expolio de las cajas de ahorros, controladas por los partidos mayoritarios en las diferentes comunidades autónomas, especialmente el PP y el PSOE, pero también  Izquierda Unida en algún caso como Madrid. A muchos de esos banqueros se les acusa de aprobarse a sí mismos prejubilaciones multimillonarias y de enriquecerse de forma ilícita.

Los excesos de la banca estadounidense, sin fronteras entre actividad comercial y financiera, sin controles eficaces y sin límites éticos acabó en 2008 en la quiebra del gigante Lehman Brothers. El cuarto banco de inversión de Estados Unidos saltaba por los aires tras 158 años de actividad. Había sobrevivido a guerras mundiales y al crack de 1929, pero el exceso de las hipotecas basura, empaquetadas y vendidas en el sector financiero como activos rentables, hizo estallar el banco y con él, la credibilidad del sector bancario internacional, globalizado y enredado en las mismas prácticas. Estados Unidos ha sancionado parte de los excesos. Bruselas también, pero menos.

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