Una de las ideas más extendidas en estos tiempos de crisis sostiene que las grandes empresas y bancos pagan a los mejores asesores fiscales para eludir la ley sin llegar a quebrarla y pagar los menos impuestos posibles. La idea es acertada. Los grandes bancos y empresas apenas si pagan entre un 5% y un 6% de sus beneficios reales. Los tipos nominales, que en el impuesto de sociedades llegan al 30%, son tinta sobre papel mojado. Así lo sostienen expertos como el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca, Francisco Javier Braña, o el también economista de la Fundación Primero de Mayo Manuel Lago.
El hecho de que grandes empresas y bancos pagan poco no es una opinión. Esta semana, los bancos agrupados en la AEB (los bancos 'sanos' que no han requerido ayudas a excepción de CaixaBank) hicieron público en sus documentosque han pagado sólo 488 millones en impuestos, el 4,95% de los 9.841 millones de beneficio bruto que obtuvieron el pasado año, según adelantó El Confidencial.
El de los bancos es el último dato de una situación alarmante, denunciada también por los técnicos de Hacienda (Gestha). Simplemente, las grandes empresas y grupos empresariales con filiales repartidas en medio mundo no tributan lo que deberían, lo que traslada el esfuerzo fiscal hacia los contribuyentes de a pie y hacia las pequeñas empresas.
Recaudación
Los datos de recaudación de la Agencia Tributaria indican que en el impuesto de sociedades ha habido un auténtico desplome. En 2007, el año anterior a la crisis se recaudaron 44.823 millones, en 2011 fueron 16.612 millones y en 2012 (últimos datos disponibles), tras los cambios aprobados por el Gobierno del PP, se situaron en 21.435 millones, menos de la mitad de lo que se recaudaba antes de la crisis. No se trata sólo de que hayan caído los beneficios, también hay ingeniería fiscal.
Los mecanismos que utilizan las grandes empresas para pagar menos impuestos están recogidos en un libro de próxima aparición (¿Qué hacemos con la fiscalidad?, Akal), Qué hacemos con la fiscalidaden el que han colaborado especialistas como el catedrático Francisco Javier Braña y el presidente del sindicato de técnicos de Hacienda, José María Mollinedo.
Entre esos mecanismos, los autores citan la ultilización de empresas pantalla (sociedades de tenencia de valores extranjeros), infratributación de las rentas procedentes del extranjero y canalización de gastos y de rentas particulares a sociedades. "La tributación efectiva disminuye conforme las empresas son más grandes", concluyen los autores.
Un catálogo amplio
Las empresas utlizan, además, un amplio catálogo de posibilidades que les brinda la legislación en forma de deducciones por doble imposición, por reinversión de beneficios extraordinarios, para incentivar determinadas actividades, por creación de empleo, por inversiones para proteger el medio ambiente, por actividades de I+D+i y hasta por realizar inversiones en Canarias.
Manuel Lago va incluso más allá. Lago considera que el impuesto de sociedades es el principal responsable de la crisis fiscal de España. La Hacienda española recauda (datos de Eurostat) el equivalente al 37,8% del PIB, nueve puntos por debajo de la media de la zona euro (46,8%). Según el economista, el desplome de la recaudación tributaria registrado entre 2006 y 2011, de 183.525 millones a 158.516, millones se corresponde con el descenso de los tributos de las empresas: en torno a 28.000 millones de euros. Esos pagos representaban el 23% del total de impuestos en 2006 y apenas un 8% cinco años después.
La caída, según el estudio, se explica en buena parte por la aplicación de ingeniería fiscal que reduce la base imponible (el montante sobre el que se aplica el teórico gravamen del 30%) muy por encima de la reducción del beneficio. Lagos sostiene que "desde 2006 a 2009 y utilizando valores nominales, los beneficios empresariales se redujeron el 13%, mientras que la base imponible se desplomó el 44% en ese mismo periodo".
El resultado es que frente a un tipo nominal del 30%, el tipo real que pagaron el conjunto de las empresas (sobre beneficios) fue del 11,6%. Los grandes grupos que operan con filiales en el exterior y en sectores diversos pagan aún menos: apenas un 5% de sus resultados contables.
Rozando el escándalo
La forma en la que operan los grandes grupos (no solo nacionales) para pagar menos impuestos roza el escándalo. Grandes compañías teconológicas estadounidenses han logrado, por ejemplo, reducir a una cantidad testimonial los impuestos que pagan en España por el negocio que generan en el país.
Las principales filiales en España de siete grandes firmas del sector (Google, Apple, Amazon, Facebook, Yahoo, eBay y Microsoft) muestran que la dotación conjunta para el impuesto sobre beneficios del ejercicio 2012 (último del que han formulado sus cuentas) sumó solo 1,25 millones de euros.
En los esquemas de "ahorro" de los grandes grupos empresariales y de los bancos juegan un papel fundamental los beneficios fiscales. Para este año, según los Presupuestos Generales del Estado, el conjunto de deducciones fiscales ascenderá a 38.360 millones de euros. Más o menos lo que paga el país por la deuda pública acumulada, próxima al billón de euros. Del total, 3.309 millones corresponderán a las empresas.
Economistas como José Antonio Rodrigo (Economistas Frente a la Crisis) abogan por la reforma del sistema de deducciones. Rodrigo pone como ejemplo las deducciones por I+D+i: "A la Inspección de Hacienda le resulta muy difícil, varios años después, verificar que esos gastos se destinaron realmente a esas actividades" asegura.
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Arreglos urgentes
El marco necesita arreglos urgentes. Así lo reconoció el informe presentado por el comité de sabios designado por el Ministerio de Hacienda para abordar la reforma de los impuestos. Los "sabios" concluyeron que las normas de las que se aprovechan bancos y grandes empresas "generan elevados costes recaudatorios sin apenas efectos positivos sobre la economía nacional".
Por supuesto, Hacienda sabe que la legislación está llena de minas y, cada poco tiempo, anuncia la apertura de una investigación que, supuestamente, debe servir de ejemplo. Los dos últimos grandes expedientes afectan a Grupo Bupa Sanitas, al que acusa de defraudar supuestamente 28,07 millones de euros, y a Telefónica.
Una de las ideas más extendidas en estos tiempos de crisis sostiene que las grandes empresas y bancos pagan a los mejores asesores fiscales para eludir la ley sin llegar a quebrarla y pagar los menos impuestos posibles. La idea es acertada. Los grandes bancos y empresas apenas si pagan entre un 5% y un 6% de sus beneficios reales. Los tipos nominales, que en el impuesto de sociedades llegan al 30%, son tinta sobre papel mojado. Así lo sostienen expertos como el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca, Francisco Javier Braña, o el también economista de la Fundación Primero de Mayo Manuel Lago.