La farmacéutica estadounidense Moderna ha disparado su cotización bursátil nada menos que un 367% en un año. Semejante subidón tiene mucho que ver con la vacuna experimental ARNm-1273, que protege a los ratones de la infección que causa el covid-19, según publicó el pasado día la revista Nature. Desde el 27 de julio se encuentra en fase 3 y se está probando en 30.000 personas. Este mismo lunes, la Comisión Europea anunció que negocia con la compañía de Massachusetts la compra de al menos 80 millones de dosis de su vacuna cuando quede demostrada que es efectiva.
El resto de las grandes multinacionales farmacéuticas también ha rebotado con fuerza desde el descalabro general de marzo, cuando la irrupción de la pandemia paralizó la economía mundial, pero su despegue no ha sido tan espectacular. Todas ellas se han apuntado a la carrera por conseguir la vacuna contra el covid-19: La británica AstraZeneca –a la que el Gobierno acaba de comprarle 30 millones de dosis– ha ganado casi un 18% en Bolsa en un año; la francesa Sanofi, un 14%. Johnson & Johnson, un 19%. La acción de Gilead Sciences llegó a los 84 dólares en abril, cuando la estadounidense publicó que el remdesivir era un tratamiento eficaz contra el coronavirus y Donald Trump lo promocionó. Ahora no pasan de 66 dólares.
En España, Laboratorios Farmacéuticos Rovi se ha revalorizado casi un 16% en un año y buena parte de esa mejora se lo debe a Moderna. En julio, la cotización de Rovi se disparó tras anunciar que había llegado a un acuerdo con la farmacéutica norteamericana para fabricar en sus instalaciones de Madrid el “llenado y acabado” de la vacuna ARNm-1273 fuera de Estados Unidos. Además, Rovi desarrolla un ensayo clínico con Bemiparina, un tipo de heparina, con la que se pueden evitar los trombos en pacientes hospitalizados con neumonía. Sólo las ventas de su división de heparinas han aumentado un 23% en los seis primeros meses del año. En resumen, los beneficios de la empresa han crecido en el semestre un 83%, hasta los 29,6 millones de euros.
Aunque no es la compañía del sector que más ha aumentado su valor en Bolsa. De las nueve farmacéuticas que cotizan en el mercado continuo nacional, cinco han mejorado su cotización en el último año. Todas ellas preparan vacunas o tratamientos contra el covid-19. La que más ha subido en el parqué es Reig Jofre, un 44,8% en los últimos 12 meses. El laboratorio lleva a cabo un ensayo clínico sobre un suplemento nutricional, de nombre Manremyc y en principio utilizado contra la tuberculosis, que debería ayudar a prevenir el contagio y reducir la gravedad de la infección. Está pensado sobre todo para personal sanitario y trabajadores más expuestos al virus. Además, el laboratorio catalán mejoró sus ventas en el primer semestre un 25%, para aumentar sus beneficios un poco más, el 26,5%, y apuntarse 3,8 millones de euros.
Biosearch se ha disparado en Bolsa un 36,3% respecto a hace un año. Su producto contra el coronavirus se denomina Hereditum, y también está pensado para proteger al personal sanitario. Es otro probiótico, como el Manremyc, que estimula el sistema inmunológico. Al menos antes mejoró la respuesta inmune a las vacunas de la gripe y la hepatitis A. Al igual que Reig Jofre, un aumento de las ventas del 25,8% le ha permitido más que cuadriplicar sus beneficios hasta junio respecto al mismo periodo de 2019: 1,05 millones de euros.
Pharma Mar, de récord
Pero la farmacéutica que más ha escalado en la Bolsa española el año de la pandemia ha sido Pharma Mar. Casi ha doblado su valor, al subir su cotización un 97,5% respecto a un año antes. La empresa ensaya un antitumoral de nombre Aplidin que, aunque fue rechazado como tal por la Agencia Europea del Medicamento, puede ser eficaz contra el coronavirus, según afirman sus investigadores. Las pruebas se están realizando en 10 hospitales de Madrid, Castilla-La Mancha y Cataluña. Como en otros productos de la biotecnológica gallega, el medicamento procede de un organismo marino, en este caso un invertebrado que vive en el Mediterráneo balear.
No obstante, la mayor parte del alza en Bolsa de Pharma Mar es culpa del contrasplit –un agrupamiento de acciones, practicado por empresas que cotizan a un precio muy y pretenden evitar a los especuladores y estabilizar su cotización– que multiplicó el valor de sus títulos a partir del pasado 22 de julio. Superó entonces los 135 euros la acción, pero inmediatamente comenzó a bajar de forma continuada, hasta los 84,3 euros de esta semana. Un descenso sólo interrumpido por el anuncio de 113,8 millones de beneficios –tras cuatro años de pérdidas– y una facturación cuadriplicada en el primer semestre.
En cualquier caso, para establecer una comparación, la acción de Rovi vale ahora 28,4 euros, la de Biosearch, sólo 1,4 euros, y la de Reig Jofre, 3,6 euros.
La de Oryzon Genomics no supera los 2,78 euros, tras revalorizarse apenas un 0,36% en los últimos 12 meses. Este laboratorio investiga una molécula llamada vafidemstat, que se está probando en dos hospitales catalanes. Combinada con hidroxicloroquina, antirretrovirales o el antibiótico azitromoicina, frena el avance de la insuficiencia respiratoria que acompaña a la infección por covid. A diferencia de sus competidoras, Oryzon terminó el semestre en pérdidas, 1,35 millones de euros, aunque el fuerte crecimiento de su facturación, casi un 30%, le ha permitido reducir los números rojos en un 23% respecto al mismo periodo del año anterior.
Grifols, el mayor fabricante de hemoderivados de Europa, está produciendo inmunoglobulinas hiperinmunes contra el coronavirus, que proporcionan inmunización pasiva y se utilizan ya en ensayos clínicos. Además, puede ser uno de los beneficiarios de la reciente aprobación en Estados Unidos del plasma convaleciente –procede de enfermos recuperados– como remedio anticovid. Otra terapia que ha sido promocionada por el presidente Donald Trump. Aun así, es la única participante en la carrera del covid-19 que ha perdido valor bursátil en el último año. Un 25%. El 30 de julio hizo públicas sus cuentas del primer semestre, que arrojaron unos beneficios de 218,2 millones de euros, un 23,9% menos que el ejercicio anterior, debido a un impacto del coronavirus cifrado en 185 millones de euros. Su acción, no obstante, vale aún 23,5 euros.
Fuera de la carrera por el remedio contra el covid-19
Por el contrario, ni Almirall, ni Faes Farma ni Prim, las otras tres farmacéuticas del parqué español, tienen en marcha desarrollos contra el coronavirus. Las acciones de la primera, especializada en tratamientos dermatológicos, han perdido casi un 35% de su valor en Bolsa en los últimos 12 meses. De enero a junio se apuntó unos ganancias de 42,4 millones de euros, un 31% menos que en 2019, debido al descenso del consumo de sus productos ocasionado por la pandemia.
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Faes Farma se ha dejado un 33% en un año de cotización, pese a que hasta junio sus beneficios crecieron un 25% y se elevaron a 46,2 millones de euros. En su caso, la caída del consumo por culpa del covid-19 no le ha impedido alcanzar una cifra que califica de “récord histórico”.
Finalmente, los títulos de Prim, que se dedica a los suministros hospitalarios, de ortopedia y rehabilitación, valen ahora un 17% menos que hace 12 meses. La compañía, una veterana que lleva en el parqué desde 1985, también redujo sus beneficios casi un 32% en el primer semestre, hasta quedarse en 3,7 millones de euros, debido a que suspendió todas las actividades que no tuvieran relación con el coronavirus. Sus ventas, por tanto, se hundieron un 10,3%, explica la empresa.
En total, las nueve farmacéuticas de la Bolsa española han sumado beneficios por importe de458,74 millones de euros en los seis primeros meses del año del covid.