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CCOO y UGT perderán 40.000 delegados en las próximas elecciones sindicales

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UGT y CCOO perderán entre un 20% y un 25% de sus delegados sindicales en las elecciones que se celebran hasta diciembre de 2015 en las empresas de toda España. Aunque la caída la sufrirán todos los sindicatos: de las urnas saldrán unos 40.000 delegados menos de los 190.072 que se renovarán en los próximos meses, el 65% de los existentes. Y la culpa es, principalmente, de la destrucción de empleo que ha traído la crisis económica más larga en décadas. Nunca antes se había producido una merma de tal envergadura.

El cierre de muchas empresas y la reducción de plantillas en otras han dejado sin trabajo a tres millones de personas, de votantes, desde 2008. Lejos quedan ya los tiempos en que los sindicatos llegaron a repartirse hasta 350.000 delegados. A diferencia de las políticas, las elecciones sindicales no se concentran en una fecha, sino que la llamada a las urnas se comenzará este mes para extenderse a lo largo de lo que CCOO y UGT conocen como “periodo de concentración”, más de un año. Para los sindicatos, pues, el trabajo va a ser doble: sin perder la implantación que ya tienen, ampliar su radio de influencia a donde no están. Y contando con el hándicap de la crisis de credibilidad que sufren tras el fraude en los cursos de formación y los ERE en Andalucía, también de la desconfianza ciudadana en las instituciones, entre las que se incluyen.

“No vamos a hacer una campaña más agresiva”, explica el secretario de Organización de UGT, José Javier Cubillo, “sino abrir canales: atender consultas de los trabajadores o asesorar sobre asuntos laborales a través de vídeos”. Aunque su tarea primordial va a ser extenderse a las empresas pequeñas y medianas e intentar convocar elecciones donde nunca antes se han hecho, asegura el responsable de Organización de CCOO, Fernando Lezcano. Lo que ninguno de los dos se atreve a calcular es el coste electoral que tendrán las sospechas sobre su financiación, los procesos judiciales en Andalucía y el distanciamiento que muchos trabajadores han ido cultivando durante estos años de despidos colectivos y pérdida de derechos laborales. Y no sólo porque “en las empresas con ERE o recortes salariales las plantillas castigan a quienes firman esas decisiones”, admite Cubillo. También porque la crisis y la falta de crédito de los sindicatos frenará a muchos trabajadores de presentarse a las elecciones e integrar candidaturas.

Además, la pérdida de delegados tendrá como consecuencia inmediata el recorte de las subvenciones que el Estado concede a los sindicatos en función de sus resultados electorales. Una partida que ya se ha reducido casi a la mitad estos últimos años. “Estamos haciendo presupuestos muy conservadores”, reconoce José Javier Cubillo. En 2013 CCOO recibió 3,48 millones de euros y UGT, 3,29 millones.

No habrá vuelco

En cualquier caso, ni CCOO ni UGT temen un vuelco en el reparto de fuerzas sindicales como resultado del nuevo panorama laboral. CCOO cuenta ahora con 107.518 delegados, el 37,11%. UGT es el segundo sindicato, con 101.267 delegados, el 34,63%. El resto, a considerable distancia de los dos grandes, suma 82.014. José Javier Cubillo reconoce que UGT ha perdido más de 1% en representación sólo durante 2013, pero lo achaca únicamente a la crisis. Lezcano apunta al aumento del empleo precario como otro factor “disuasorio del compromiso reivindicativo”.

Y es en esos sectores y empresas abonados a la precariedad laboral donde lleva ya tiempo pescando con éxito la CGT. Como en las empresas de telemarketing o en las subcontratas a las que han ido desviando su carga de trabajo las grandes empresas. A diferencia de los dos grandes, el sindicato anarquista confía en crecer los próximos meses. Su secretario de Acción Sindical, José Aranda Escudero, revela que han crecido un 2% en los dos últimos años. Tienen 6.000 delegados, muy lejos de las cifras de UGT y CCOO, pero esperan beneficiarse de la “desafección” de los trabajadores hacia las grandes siglas. La foto de Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez en La Moncloa el pasado julio o sus negociaciones con el Gobierno y la CEOE, mientras el primero congela el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el segundo pide que se reduzca, son para Aranda motivos más que suficientes para que los trabajadores se sientan atraídos por “otras opciones”.

¿'Efecto Podemos' en las elecciones sindicales?

Otra cosa es que esa desconfianza se vaya a traducir en un fenómeno parecido al ocurrido con Podemos en las elecciones europeas, admite. Para el responsable de la CGT, no hay duda de que UGT y CCOO forman parte de la “casta del sistema”. “Han sido copartícipes de los planteamientos del bipartidismo en materia laboral”, advierte. Pero el mundo del trabajo, admite también, es muy distinto al político. Y apunta al “alto nivel de clientelismo” que a su juicio, han creado CCOO y UGT en las empresas.

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Tanto los dos principales sindicatos como CGT se pusieron en contacto con Podemos tras su irrupción electoral. La confederación anarquista, muy activa desde el 15-M y en las redes sociales, se basa en el sindicalismo asambleario. “En eso nos parecemos a Podemos”, apunta José Aranda, quien tampoco oculta sus “muchas reservas” ante el partido de Pablo Iglesias: “No han dicho públicamente que incluyen a UGT y CCOO en la casta de ese sistema que dicen combatir”.

Fernando Lezcano dice que el contacto de CCOO con Podemos ha sido “informal” y que el partido destacó la participación de muchos de sus afiliados en los círculos de Iglesias. Aunque Podemos tiene también un círculo de sindicalistas que, en su mayoría, aboga por la “necesidad de renovación” de los sindicatos mayoritarios, añade.

Las elecciones en las empresas coincidirán estos primeros meses con la negociación que CCOO y UGT mantienen con la CEOE para renovar el acuerdo de negociación colectiva y salarios para los próximos tres años, por un lado, y con ésta y el Gobierno en lo que se ha dado en llamar Diálogo Social. Tanto Cubillo como Lezcano admiten que los resultados de ambas mesas influirán en los que salgan de las urnas. El dirigente de CCOO asegura que su sindicato aprovechará el “interés electoral” del Ejecutivo para arrancar medidas concretas en favor de los trabajadores. “No vamos a ser comparsas del Gobierno”, advierte Lezcano reproduciendo una frase de Ignacio Fernández Toxo en el Consejo Confederal del pasado martes. Aunque el responsable de UGT concede, en cualquier caso, que es la situación interna de la empresa la que prima en el ánimo del trabajador a la hora de votar su comité.

UGT y CCOO perderán entre un 20% y un 25% de sus delegados sindicales en las elecciones que se celebran hasta diciembre de 2015 en las empresas de toda España. Aunque la caída la sufrirán todos los sindicatos: de las urnas saldrán unos 40.000 delegados menos de los 190.072 que se renovarán en los próximos meses, el 65% de los existentes. Y la culpa es, principalmente, de la destrucción de empleo que ha traído la crisis económica más larga en décadas. Nunca antes se había producido una merma de tal envergadura.

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