El próximo lunes reanudan los sindicatos y la patronal las negociaciones para pactar, entre otros temas, la subida salarial de 2018. Independientemente del resultado de las conversaciones, lo que parece claro es que los salarios no van a remontar lo suficiente como para compensar la inflación. En esa previsión coinciden la CEOE y Funcas, la fundación de las cajas de ahorro, que acaban de hacer públicas sus perspectivas para la economía española hasta 2018: el PIB se desacelera, frenado a su vez por el consumo privado, que “moderará su ritmo de crecimiento” este año y el próximo por culpa de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
El consumo de los hogares caerá hasta el 2,5% este año, desde el 3,2% de 2016, e incluso una décima más en 2018. La culpa, dicen ambas instituciones, es de la inflación, que este año subirá un 1,9% este ejercicio y un 1,1% en 2018, calcula la patronal. Según Funcas, el IPC aumentará más ese año, un 1,3%. Y esa alza mermará los salarios reales. La remuneración por asalariado apenas crecerá tres décimas este año y ocho el próximo, apunta la CEOE. “La mejora de la economía no se trasladará a los salarios”, sentencia contundente la fundación de las cajas.
El freno del consumo privado lo vislumbran también el Banco de España, la Comisión Europea y el propio Gobierno. Estos dos últimos lo rebajan más aún, al 2%, en 2018.
La anemia salarial, en cualquier caso, no es un fenómeno nuevo. Utilizando datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la CEOE asegura que la remuneración por asalariado ha caído una décima en el segundo trimestre de este año, y el coste laboral unitario, cuatro décimas, una tendencia que ya se hizo patente a lo largo de 2016, cuando ya se redujo en el mismo porcentaje. En 2015 sólo aumentó dos décimas, después de acumular una caída de siete décimas en 2013 y 2014.
En consecuencia, otro tanto sufrirá la tasa de ahorro de las familias, que descenderá desde el 24,4% con que acabó 2016 hasta el 23,2% en 2018.
Tasa del paro en el 14% en 2018, según CEOE
Ver másSiete malas noticias en España que oculta el conflicto en Cataluña
La desaceleración de la economía que ya se revela en las cifras del segundo trimestre, dejará a fin de año el aumento del PIB en un 3,1%, una décima por debajo del crecimiento de 2016, según Funcas –un 3,2% según la CEOE–. En 2018 el freno será mayor. La economía medrará un 2,7%, dicen al unísono las cajas de ahorro y la patronal. Y esa ralentización se trasladará al mercado laboral. El empleo, que según Funcas, aumentará un 2,7% este año, se quedará en un 2,3% el próximo. La CEOE es más optimista y eleva ambas cifras en una décima. Con esos porcentajes, los técnicos de las cajas de ahorro aventuran que el paro caerá al 15% en 2018. La patronal se atreve a dejar la tasa de desempleo en el 14% a finales de ese ejercicio. Actualmente está en el 17,22%, de acuerdo con la última Encuesta de Población Activa (EPA).
Otra magnitud que tampoco consigue repuntar es la productividad. Lo demuestra el hecho de que casi todo el aumento del PIB se transforme en empleo. De hecho, como destacan los técnicos de Funcas, en el último trimestre el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo se disparó hasta un 3,8%, tres décimas por encima del alza del PIB. Así, las cuatro décimas que aumentó la productividad en todo 2016 se quedarán en tres décimas este año y en dos décimas en 2018.
Además, el consumo público seguirá frenado por la necesidad de reducir el déficit. Funcas cree que éste bajará al 3,3% del PIB en 2017 y se recortará hasta el 2,4% en 2018, por lo que España saldrá del procedimiento de déficit excesivo de la UE. Por el contrario, la inversión, sobre todo en la construcción, crecerá a buen ritmo, un 4% este año y un 5,3% el siguiente, porcentajes que serán mucho mayores en el caso de la construcción residencial: un 7,9% y un 8,3% respectivamente. La misma tónica tendrán las exportaciones –un 5,6% en 2017 y un 5,4% en 2018–, pese a que Funcas prevé un ligero frenazo en la entrada de turistas, tras dos años de récord, fruto de la “saturación de los destinos tradicionales”.
El próximo lunes reanudan los sindicatos y la patronal las negociaciones para pactar, entre otros temas, la subida salarial de 2018. Independientemente del resultado de las conversaciones, lo que parece claro es que los salarios no van a remontar lo suficiente como para compensar la inflación. En esa previsión coinciden la CEOE y Funcas, la fundación de las cajas de ahorro, que acaban de hacer públicas sus perspectivas para la economía española hasta 2018: el PIB se desacelera, frenado a su vez por el consumo privado, que “moderará su ritmo de crecimiento” este año y el próximo por culpa de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.