La CNMC promete más control de las grandes eléctricas por el dominio del mercado y el trato al cliente

A medida que el mercado eléctrico vuelve a su ser tras la crisis de precios del año pasado, los reguladores estudian ya la imagen general que ha quedado en el sector, y no es buena para los clientes ni para la competencia. Josep María Salas, consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha mostrado "preocupación” este miércoles debido a que las principales compañías de luz españolas han ganado incluso más cuota de mercado de la que ya tenían en los últimos dos años. Al mismo tiempo, el organismo observa un empeoramiento de la transparencia y del servicio que dan a sus clientes.

El problema de la concentración lleva dos años sobre la mesa desde que el encarecimiento del gas trastocó los precios de la electricidad. El Ministerio de Transición Ecológica introdujo entonces varios reales decretos para proteger a las familias que alteraron el mercado y la competencia. "Vemos con preocupación la tendencia de concentración, en parte debido al proceso de transición energética. En este sentido, se está intensificando la supervisión del mercado minorista", afirmó Salas. El técnico añadió que la situación "podría incluso suponer la revisión de la circular" que regula el mercado minorista. Todo esto lo dijo frente a los principales ejecutivos del sector en el congreso anual de la patronal de las grandes eléctricas Aelēc, formada por Endesa, EdP e Iberdrola, celebrado en Madrid este miércoles.  

Josep María Salas, miembro de la sala de Supervisión Regulatoria de la CNMC, también recordó en su discurso que el ente regulador ha investigado y detectado deficiencias en las comercializadoras de luz a la hora de atender a sus clientes y advirtió que era hora de cambiar esta política. "Hemos oído muchas veces que hay que poner al ciudadano en el centro, y pediría que esto no se usase como una coletilla. Esto implica que los consumidores reciban un trato digno cuando se relacionan con sus proveedores de energía, tanto en nuevos suministros, como en la gestión de reclamaciones. Esto es fundamental y todos debemos reflexionar para ver cómo mejorarlo", zanjó Salas. 

Este mensaje llegó una semana después de que la CNMC publicase un comunicado en el que afirmó que había encontrado ejemplos de "falta de transparencia" de las compañías a la hora de comercializar sus tarifas en empresas energéticas de todos los tamaños. Lo descubrió a través de 850 gestiones del llamado cliente misterioso, en el que técnicos se hacen pasar por consumidores interesados en contratar el servicio. En esa nota pidió incluso "cambios normativos" al Gobierno para que obligue a que cualquier persona pueda contratar la tarifa regulada —la que menos interesa vender a las eléctricas— íntegramente por internet.

Una concentración que viene de lejos 

El último informe de la CNMC, publicado el pasado mayo, pero con datos correspondientes a cierre de 2021, refleja que el 74% de los hogares tienen la luz contratada con cuatro empresas (Naturgy, Endesa, Iberdrola y Total). Esa cuota de mercado se habrá incrementado desde entonces, según se entiende por las palabras del consejero Josep María Salas. 

Javier Bescós, director de Regulación e Innovación de la eléctrica Feníe Energía, recuerda que este dominio de las grandes comenzó en septiembre de 2021. Entonces, el Gobierno aprobó el decreto que limitaba el precio de las tecnologías llamadas inframarginales, las renovables y la nuclear, y el máximo precio al que se podían vender esta electricidad entre compañías era 67 euros por megavatio hora, como medida para frenar la escalada de precios de la luz.

Las grandes eléctricas que son dueñas de las nucleares, principalmente Iberdrola y Endesa, pasaron a venderse la energía de sus empresas productoras a sus propias comercializadoras, mediante las conocidas como operaciones intragrupo (dentro del propio grupo empresarial). A partir de entonces, las empresas que se dedicaban a comprar luz a las grandes para venderlas a los hogares tuvieron que comprar la luz a precios de mercado -unos 150 euros por megavatio hora- y no pudieron competir con los precios que ofrecían las primeras a los clientes.

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"No podíamos denunciarlo como destrucción de la competencia porque la operación estaba justificada por la reforma del mercado que hizo el Gobierno, pero la realidad es que accedían a la electricidad a la mitad de precio que nosotros", afirma Bescós, también expresidente de la Asociación de Comercializadores Independientes de Energía (ACIE), la patronal de las eléctricas formada por empresas con menor cuota de mercado. Ahora, reconoce, la situación se ha equilibrado porque los precios de la luz en el mercado diario y a largo plazo se ha rebajado, por lo que están recuperando poco a poco los clientes que perdieron en esos meses. Ahora, reclaman que la CNMC supervise a fondo esas operaciones intragrupo para ver en qué condiciones de ventaja ponen a las grandes compañías frente a las pequeñas. En este aspecto, la CNMC tiene ya en proceso de información pública una nueva circular que obligará a las compañías a informar al regulador sobre a qué precios vender las productoras a sus propias comercializadoras. 

Otro motivo que explica la fuga de clientes a las grandes energéticas es que entre 2021 y 2023 se ha producido un paso de consumidores del mercado libre de la luz al regulado (PVPC) para refugiarse de las sorpresas en la factura de la luz. Como solo las grandes compañías -Iberdrola, Endesa, Naturgy, TotalEnergies, Repsol y CHC- pueden ofrecer tarifas PVPC, las pequeñas pierden su cuota. 

El Gobierno impulsó además este traspaso al mercado regulado al ampliar la ayuda del bono social eléctrico para personas vulnerables, ya que para recibir estas ayudas hay que tener una PVPC. Los últimos datos publicados la semana pasada evidencian que entre abril de 2020 y abril de 2022, el último mes con cifras disponibles, las personas acogidas al bono social crecieron un 14%, hasta 1,45 millones de españoles. Lo mismo ha ocurrido con el mercado del gas, donde el atractivo de la Tarifa de Último Recurso (mercado regulado) ha dado cientos de miles de clientes a Naturgy, Endesa, Iberdrola y TotalEnergies en los últimos dos años.