Las autoridades de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tienen "indicios" de que las filiales de generación eléctrica de Gas Natural Fenosa y Endesa maniobraron para alterar los precios de la electricidad entre octubre de 2016 y enero de 2017, precisamente en un período en el que la factura de la luz tocó máximos históricos. La apertura del expediente sancionador anunciada este lunes tiene su origen en una petición de información que el regulador hizo a ambas compañías en febrero de 2017 a la vista de los precios que se habían registrado en el mercado de generación eléctrica.
El coste de generación de la electricidad, que supone en torno al 35% de la factura, se calcula tomando como referencia el precio del kilovatio en función de su cotización diaria en el mercado mayorista, el llamado pool. En ese mercado –cada hora del día durante los 365 días del año– se cruzan la oferta de venta de los productores y la demanda de compra de las comercializadoras. Ese coste se traslada directamente a las facturas de los consumidores domésticos que han optado por el precio regulado con la tarifa que fija el Gobierno a través del llamado precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). El resto de hogares están en el llamado mercado libre, donde los precios los marcan las compañías.
Los funcionarios de la CNMC sospechan que en un contexto de aumento de la demanda por las bajas temperaturas, que a su vez coincidió con un parón del parque nuclear francés y con poca actividad de las energías solar y eólica –lo que es relevante porque tanto la nuclear como las renovables entran en el mercado ofertando su energía a tipo cero–, ambas compañías hicieron ofertas "anormalmente elevadas" para autoexcluirse de esa sesión. Todo ello con el objetivo de acceder al mercado de restricciones técnicas, al que acude el gestor del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), para solicitar servicio cuando en una zona concreta del país falta energía.
Lo relevante es que a ese mercado acuden las centrales más caras –las de ciclos combinados y, a veces, las de carbón– y la energía se adquiere habitualmente al precio ofertado inicialmente en el pool y que por ser elevado no logró casar. A este submercado acuden sin depender de una casación marginalista como la del mercado eléctrico, donde la última energía que entra acaba marcando el precio para todas, lo que puede limitar sus ingresos.
Los técnicos del regulador creen que Gas Natural Fenosa hizo esta maniobra en cinco centrales (Sagunto, San Roque, Málaga; puerto de Barcelona y Besós) y Endesa en una, la de Besós. De hecho, sostienen que habrían llegado a impedir la programación de estas centrales durante varios días "con pleno conocimiento" de la "alta probabilidad" de que fueran programadas por restricciones técnicas.
Sobre la base de la información reservada realizada, los técnicos del regulador han observado que existen "indicios" de la comisión por parte de ambas compañías de una infracción del artículo 65.34 de la Ley del Sector Eléctrico, que tipifica "la presentación de ofertas con valores anormales o desproporcionados con el objeto de alterar indebidamente el despacho de las unidades de generación o la casación del mercado". Esta conducta es calificada como grave y puede ser sancionada con multas que van entre los 600.000 euros y los seis millones.
Inicio del proceso
En todo caso, la CNMC recuerda que la apertura del expediente "no prejuzga el resultado final de la investigación". De hecho, se abre ahora un periodo máximo de 18 meses para la instrucción del expediente y para su resolución. Tras hacerse pública la apertura de la investigación, ambas compañías rechazaron las acusaciones de la CNMC y anunciaron que presentarán las alegaciones correspondientes.
Según Gas Natural Fenosa "no es lógico que se acuse a una compañía de realizar ofertas por encima de sus costes marginales, ya que esto equivale a pedirle a una empresa que oferte exclusivamente al precio de su coste variable de producción". A su juicio, las ofertas cuestionadas por la CNMC se realizan para poder cubrir los costes fijos de las centrales (impuestos, salarios, amortizaciones, costes financieros...) ya que el objetivo es obtener un beneficio industrial "razonable".
Endesa, por su parte, explicó que presenta sus ofertas "por igual" con los precios referenciados al Mibgas –el mercado mayorista de gas ibérico– en todas sus centrales de ciclos combinados aunque sólo se investiga una. También expresó su extrañeza y malestar por la incoación de este expediente sancionador, pues a su estrategia de negocio no le favorecen unos precios elevados de gas en el mercado mayorista, ya que tiene una posición corta en el mercado de generación.
Cuánto pudieron ganar las eléctricas con esta conducta no se podrá conocer con exactitud hasta la finalización del expediente, según confirman fuentes de la CNMC. De lo que sí hay datos es sobre el efecto que tuvo la escalada de precios del pasado invierno en la factura de los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC). El regulador concluyó que, para un consumidor doméstico tipo, subió un 27% en enero respecto al mismo mes del año anterior: de 48 euros a 61. Comparándolo con 2015 el aumento fue del 11% (de 55 euros a 61). [Consultar aquí todos los datos]
Problema regulatorio
Jorge Morales de Labra, ingeniero industrial especializado en el sector eléctrico, cree que el problema no está tanto en la práctica empresarial como en la regulación que obliga las centrales a acudir al mercado, pero no les limita a qué precio. "El problema es que en España se sigue considerando que hay mercado donde no hay competencia. Nos quejamos de que las empresas ponen el precio que estiman conveniente, pero es que las reglas del juego se lo permiten", señala este experto. De hecho, Morales de Labra explica que hay experiencias previas de supuestas manipulaciones de precios en el mercado de restricciones en los que las empresas han limitado la oferta en el mercado mayorista para vender así la energía que producen las centrales más caras e ineficientes a precios más altos.
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Por ejemplo, la antigua Comisión Nacional de la Competencia (CNC) sancionó en 2007 a Enel-Viesgo con 2,5 millones de euros por supuestos movimientos especulativos y de abuso de posición en los años 2002 y 2003. En 2009 también fueron expedientadas por esta práctica Endesa, Iberdrola, Gas Natural, HC, E.ON, Electrabel, Aceca, Elcogás y Nueva Generadora del Sur. Sin embargo, tal y como relató El País, esas sanciones fueron anuladas por los tribunales al entender que, en un mercado liberalizado como el eléctrico, cada compañía puede poner el precio que estime oportuno a sus productos.
Otra cuestión clave es hasta qué punto la posible sanción a la que se enfrentan las compañías por esta conducta, que puede ser de hasta seis millones de euros, es o no disuasoria.Morales de Labra considera que es "ridícula" para un mercado que negocia cerca de 35.000 millones anuales. También cree que es "desproporcionada" si se compara con las sanciones de hasta sesenta millones de euros que puede conllevar la no inscripción en el registro pertinente de una placa de autoconsumo.
Sin embargo, otras fuentes creen que una sanción de estas características, aunque no va a quebrar a una compañía, sí tiene un cierto efecto en sus cuentas, además del innegable daño reputacional que supone ser sancionado por manipular algo tan sensible como es el precio de la electricidad.
Las autoridades de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tienen "indicios" de que las filiales de generación eléctrica de Gas Natural Fenosa y Endesa maniobraron para alterar los precios de la electricidad entre octubre de 2016 y enero de 2017, precisamente en un período en el que la factura de la luz tocó máximos históricos. La apertura del expediente sancionador anunciada este lunes tiene su origen en una petición de información que el regulador hizo a ambas compañías en febrero de 2017 a la vista de los precios que se habían registrado en el mercado de generación eléctrica.