La brecha entre hombres y mujeres que cobran paro se disparó en 2022
La brecha de género no se cierra: ni la salarial ni la que también sufren las desempleadas. En 2022, sólo el 63,1% de las desempleadas percibió prestaciones por estar en paro, frente al 76,7% de los hombres. Aunque su situación es la mejor desde la crisis financiera, la de los hombres ha mejorado de manera más vigorosa, por lo que el resultado es que en 2022 se da la mayor desigualdad entre desempleados y desempleadas en una década. Las raíces del problema son las mismas de la brecha salarial: la mayor presencia femenina en trabajos menos remunerados y las mayores interrupciones a su carrera para cuidar a hijos o a otros familiares que lo necesiten.
Los datos provienen de los Servicios Público de Empleo Estatal, con los que el sindicato Comisiones Obreras ha elaborado el informe Mercado de trabajo y protección por desempleo en 2022. En total, el 29,1% de los trabajadores en desempleo no percibe prestación –34,4%, mujeres; 21,5%, hombres–. Es un dato que ha mejorado respecto a la tasa que se alcanzó en 2015, cuando sobrepasó el 40%, aunque sigue muy por encima del récord mínimo alcanzado antes de la crisis financiera: en 2009, el 16,6% no percibían prestación.
“Tanto el sistema de pensiones como el de desempleo reflejan la situación del mercado de trabajo”, explica a infoLibre Carlos Bravo, Secretario de Protección Social y Políticas Públicas de Comisiones Obreras. “Hay un problema fundamental para calcular las prestaciones: una cuantía mucho mayor del trabajo a tiempo parcial de las trabajadoras respecto a los trabajadores. Tres de cada cuatro contratos son femeninos”, añade el portavoz.
Una brecha que no se reduce
La situación de desigualdad entre hombres y mujeres se mantiene de manera constante. Cuando la situación del empleo mejora, el viento a favor sopla para ambos, pero lleva más lejos a los trabajadores varones. Cuando empeora, el vendaval afecta más a ellas. Esto hace que al final, aunque la situación de las mujeres desempleadas en 2022 haya ido a mejor 5,2 puntos, su posición sigue lastrada respecto a la de sus compañeros varones, cuya tasa de cobertura ha subido de golpe 7,5 puntos.
Algo similar ocurre cuando se observan los datos de las pensiones, aunque aquí sí se observa que la brecha se reduce progresivamente. La tardía incorporación de las mujeres al mercado laboral perjudica el número de pensiones contributivas y la cuantía de estas. No obstante, esta brecha sí se va reduciendo, en primer lugar, por la mayor cantidad de mujeres pensionistas que se va incorporando al sistema; pero en segundo lugar, por una política pública correctiva: los complementos para las pensiones. Estos existen para compensar a las mujeres por el perjuicio que, por ejemplo, la maternidad, les causa en su carrera profesional.
“Vemos que el número de mujeres beneficiarias de prestaciones por desempleo es mayor que el de los hombres en todos los tramos de edad, pero esto no implica una mayor cobertura para las mujeres ni una mayor calidad de las prestaciones que perciben”, explicaba este miércoles Carlos Bravo, durante la presentación del informe en un acto organizado por CCOO.
“La diferencia es que en las pensiones hay medidas correctoras que reducen la brecha, pero en desempleo no”, explica el portavoz sindical a infoLibre. “Se han hecho algunas cosas. Por ejemplo, mejorar las prestaciones por desempleo para las empleadas del hogar es un gran paso, pero hay que ver qué implementación tiene”, añade el portavoz de CCOO. Desde el 1 de octubre, las empleadas pueden cotizar por prestación por desempleo y la persona que la emplee tiene una reducción del 20% en la aportación empresarial a la Seguridad Social, así como una bonificación del 80% a la cotización por desempleo y al Fondo de Garantía.
Bravo señala un aspecto de las cifras que sí le parece muy positivo: la mayor presencia femenina entre los solicitantes para recibir subsidios por desempleo para mayores de 52: “Esa prestación era esencialmente masculina. Este año hemos visto 216.000 hombres y 209.000 mujeres. Es la práctica equiparación, como consecuencia de la mayor participación de la mujer en el mercado de trabajo y de la mejora de los mecanismos de protección social”, explica.
La protección por desempleo aún no alcanza el nivel “precrisis”
El documento hace especial hincapié en la situación de los desempleados de larga duración: 1.359.800 personas sufren esta situación. Más de 600.000 personas llevan más de cuatro años en búsqueda de empleo. “El 58% de los parados de larga duración que están registrados en el SEPE no percibe prestación”, advirtió Hortensia García, técnica del sindicato, en la presentación del informe, este miércoles.
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El documento recoge una amplia cantidad de datos sobre el sistema de protección social para desempleados. Uno de los datos principales es que, aunque la tasa de cobertura se va recuperando año a año, aún no se han recuperado cifras previas a la crisis financiera. En 2022, solo el 68,7% de los desempleados percibe una prestación, frente al 80% de 2009.
El dato más bajo se dio en 2015, cuando muchas de las prestaciones activadas como consecuencia de los despidos masivos se empezaron a agotar y el empleo aún no había empezado a despegar. Ese año, solo el 55,2% de los desempleados estaban cubiertos por una prestación. Cabe destacar la mejora de la situación de los desempleados que han empezado a percibir el Ingreso Mínimo Vital, aprobado en junio de 2020, aunque el sindicato critica que aún no alcanza a todos los que están desempleados y no cobran la prestación.
La distribución de la tasa de cobertura es desigual por comunidades autónomas: la mejor parada es Extremadura, donde el 85,4% cobra una prestación. El informe adjudica este dato a la alta presencia del subsidio agrario en la región. Le siguen Cataluña (74,8%), Aragón (73,1%), Murcia (72,6%) y Andalucía (70,3%). Por la cola, las autonomías más afectadas son las ciudades de Melilla y Ceuta: en estas solo el 37,3% y el 46,3% de los desempleados reciben alguna prestación. La siguiente es el País Vasco, donde ligeramente más de la mitad (51,6%), reciben prestación.