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Yolanda Díaz lleva el control horario a la barra del bar y los sindicatos acaban pidiéndole más inspectores

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Unas palabras de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sobre que no considera razonable que los restaurantes abran en España hasta la una de la madrugada, cuando en el resto de Europa cierran antes, han sido el motor de una polémica sobre los horarios del país. La propia Díaz ha defendido luego en una entrevista en TVE que trabajar en horario nocturno conlleva riesgos para la salud y ha matizado que a lo que apuntó al hablar de los amplios horarios de la hostelería en España es que deben respetarse los derechos laborales.

Fuentes de Sumar, el partido que lidera la vicepresidenta, aseguran que es ahí, en el hecho de que “deberían organizarse los turnos de otra manera para que haya más rotación y los trabajadores puedan conciliar trabajo y vida”, donde hay que enmarcar lo dicho por su máxima dirigente. Pero la mecha ya estaba prendida y a las críticas políticas de dirigentes del ámbito de la derecha, se han unido otras apreciaciones desde distintas esferas y por diversos motivos.

Para empezar, desde la patronal y los sindicatos afean a Díaz que no haya “tratado el asuntocon ellos “antes de soltarlo –la ministra ha indicado que lo habría abordado con las patronales del sector turístico– y que lo "haya sacado del diálogo social”. De hecho, desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aseveran que “valorarán lo que proceda en la mesa de diálogo social correspondiente”. Aunque el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, Javier Frutos, vincula los horarios del sector a los hábitos de los “consumidores” y a “una industria turística envidiada a nivel mundial" y la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria avisa de que la apuesta de la vicepresidenta "choca con la libertad empresarial".

A juicio de Frutos, es "inaudito" que la ministra de Trabajo “quiera reducir la jornada", lo que se traduciría, en su opinión, en "menor contratación para el empleo". Y es en la jornada laboral donde pone el acento Gonzalo Fuentes, responsable de Hostelería y Turismo de CCOO y “trabajador de hostelería durante muchos años”. Explica que “los horarios de apertura” en dicha área de actividad “los estipulan los ayuntamientos y las comunidades en casos como fiestas, discotecas, ciertos espectáculos…”. Pero “la clave” del debate para él es que los empleados de bares y restaurantes “trabajan más de las 8 horas estipuladas en el convenio colectivo. Los hay que echan a la semana entre 40, que es la jornada legal, a 49 en muchos casos y, a veces, el tiempo parcial de cuatro horas se convierte en seis, siete y ocho; o no se cumplen los tiempos de descanso”, denuncia.

Otras fuentes sindicales confirman que “los horarios se marcan a nivel municipal” y que “hay ayuntamientos como el de Barcelona que los han limitado en zonas castigadas por el ruido en determinadas épocas, porque se puede hacer, aunque suele generar tensiones con los empresarios”, reconocen.

Conciliación, precariedad y múltiples intereses mezclados

Gonzalo Fuentes manifiesta compartir “la preocupación de la ministra sobre la conciliación entre trabajo y familia, lo que además tiene que ser compatible con la apertura de los restaurantes y bares, pero lo grave aquí”, insiste, “no es si el restaurante puede cerrar a las 12:00 o a las 12:30, es que en la hostelería, según la EPA y otras encuestas, es donde más se prolonga la jornada laboral y donde más incumplimientos hay del tiempo parcial con diferencia respecto al resto de sectores”. “Y en el mejor de los casos, las horas extra se pagan en 'b' o no se pagan, lo que está vinculado a la precariedad”, proclama rotundo. Para combatir eso, “lo primero que hay que hacer son más inspecciones y destinar más medios a la Inspección de Trabajo para que vigile que se cumpla lo que pactamos en los convenios colectivos”, sostiene.

El responsable de Hostelería y Turismo de CCOO plantea que no todo es blanco o negro y “los horarios pueden ir en función de si es o no verano, si se trata de una terraza, si es Costa del Sol, Canarias, León o Burgos…” “Hay matices –agrega– y habrá que tener en cuenta también a los vecinos, porque oír la terraza de un bar abierta hasta las 2:00 si tienes que ir a trabajar al día siguiente…”. Aboga por que se conjuguen “los intereses de usuarios, trabajadores y empresarios”, por “buscar un equilibrio y un consenso en torno a los horarios de apertura” de los locales, lo que no es óbice para que, “más allá de media hora arriba o abajo, se cumpla que los trabajadores no estén en sus puestos 49 o 53 horas”. En ese sentido aporta un dato: “Más del 40% de los trabajadores de la hostelería trabaja más de su jornada laboral, a menudo tienen un día de descanso, cuando el convenio dice dos; y el tiempo parcial muchas veces es indeseado y se alarga”, condensa. E incide: “Lo prioritario es que, si entro a trabajar a las 17:00 de la tarde, salga a la 1 y con media hora para cenar, por ejemplo. Si la ministra va en esa dirección, la compartimos y la solución es que el ministerio de Trabajo tiene que poner más inspecciones para que se respeten los horarios del convenio colectivo y así los empresarios no se quejarán de que no encuentran trabajadores en el sector...”, ironiza.

En la misma línea, Omar Rodríguez, secretario federal de Hostelería, Restauración Social y Turismo de UGT, afirma que “lo que no es de recibo es que un camarero acabe su jornada laboral y se tenga que quedar para realizar otros servicios o si hay quien quiere alargar la sobremesa, porque entonces, dónde está el límite”, se pregunta. 

Recalca que “hay que cumplir la normativa laboral”. “Cualquier funcionario, el personal sanitario –enlaza–, no puede extender las jornadas de facto. Siempre hay tantos pacientes que no finalizarían nunca”. Teme que detrás de parte del alboroto que se ha provocado y de declaraciones como las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, –ha replicado a Díaz que "España tiene la mejor vida nocturna del mundo, con las calles llenas de vida y libertad", lo que "da empleo", y que Sumar quiere a los ciudadanos "aburridos y en casa"– se esconda "la presión de cierto lobby que intenta liberalizar horarios 24 horas los siete días de la semana”. “El trabajo no puede ser a demanda, la legislación española no funciona así y ése no es el camino”, concluye.

Una disonancia con Europa sin solución por el momento

Fuentes del sector del ocio nocturno indican, de su lado, que, “abrir el debate sobre los horarios españoles ha de hacerse a partir de una reflexión transversal sobre los tiempos laborales en general y no centrándose en la hostelería para volver a ponerla en el punto de mira”. Tampoco estiman “conveniente” que “se compare al tuntún lo que sucede en España con países de la Unión Europea con otro clima, luz, costumbres… y donde a las cinco de la tarde ya es de noche. Por no recordar que estamos una hora por delante de nuestra franja horaria de referencia y que no sólo nosotros trabajamos de noche, multitud de profesionales lo hacen”, lanzan.

A ello añaden que “desde la pandemia, la gente no ha vuelto a salir tanto" tras ponerse el sol. Una idea que corroboraría el quinto barómetro El consumo dentro y fuera del hogar, realizado por Aecoc Shopperview en colaboración con Campofrío y Frit Ravich y relativo a 2023, según el cual las visitas a bares y restaurantes son cada vez más diurnas. Casi el 40% de los españoles ha reducido sus cenas en esos establecimientos para salir durante el día y el 48% ha limitado sus salidas de ocio nocturno, en favor de incrementarlas en otras franjas horarias.

En cualquier caso, estas fuentes aluden, por último, a que “el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero ya intentó abrir el debate sobre los horarios en España y no llegó a ninguna parte –se creó incluso una comisión para estudiarlo y después un Ejecutivo de Rajoy se marcó como objetivo que la jornada laboral acabara a las 18:00 horas sin éxito– porque el fondo es muy complejo y hay que afrontarlo con datos y con tranquilidad”, finalizan.

Unas palabras de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sobre que no considera razonable que los restaurantes abran en España hasta la una de la madrugada, cuando en el resto de Europa cierran antes, han sido el motor de una polémica sobre los horarios del país. La propia Díaz ha defendido luego en una entrevista en TVE que trabajar en horario nocturno conlleva riesgos para la salud y ha matizado que a lo que apuntó al hablar de los amplios horarios de la hostelería en España es que deben respetarse los derechos laborales.

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