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El empleo crece a mayor ritmo que la economía a costa de su calidad y estabilidad

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Los datos del paro registrado en marzo, con 60.214 parados menos y 160.579 nuevos afliados a la Seguridad Social, son un gran soporte para la teoría de la recuperación y para quienes defienden las reformas aplicadas en la economía en los últimos tres años. Sin embargo, en la trastienda de números y de porcentajes, hay razones para matizar el optimismo. Se crea empleo y es una buena noticia, pero a costa de la calidad y de la estabilidad de los nuevos puestos de trabajo. En marzo, sólo uno de cada diez contratos fue indefinido. De éstos, el 43% fue para trabajos a tiempo parcial.

Crece la desigualdad y los más golpeados por la crisis no ven mejora por ninguna parte. La tasa de cobertura total del sistema de protección por desempleo ha caído en un año (febrero de 2015 respecto a febrero de 2014) en más de cinco puntos y se sitúa en el 55,72%. En febrero de 2014 cobraban prestación 2.750.074 personas, en febrero de 2015, 2.372.615. Es el nivel más bajo desde el año 2001.

Más afiliados

En el último año, el número de afiliados a la Seguridad Social ha crecido men 536.512 afiliados más. Es un crecimiento interanual de la afiliación del 3,29%. "El empleo crece al ritmo del PIB e incluso por encima" asegura Antonio González (Economistas Frente a la Crisis) "eso no sucede en ningún país. La clave es por qué sucede. Y la respuesta es que se está creando empleo basura, de baja calidad y baja productividad. Hay un espejismo en las cifras y, en contra de lo que pudiera parecer, crear empleo en estas condiciones no es una buena noticia".

Por concretar. En marzo se formalizaron 1.441.775 contratos, un 18,5% más que hace un año. De ellos, 1.297.484 fueron temporales -el 90% de todos los nuevos contratos- y sólo 144.291 fueron indefinidos -un 10%, un porcentaje algo mayor que el registrado en los últimos meses, cuando los estables representaban entre el 7% y el 9% de los nuevos contratos-.

Tanta contratación sostiene José Ignacio Pérez Infante (Asociación Española de Economía del Trabajo) tiene relación con la estacionalidad (Semana Santa celebrada en marzo) y con el impulso para la economía que viene del exterior (BCE, bajada de precio del petróleo, etc). "El empleo mejora porque la situación económica está mejor, no por la reforma laboral, que lo único que ha hecho ha sido aumentar la desigualdad, la devaluación salarial y la inestabilidad en el empleo".

A la búsqueda de empleo

Pérez Infante destaca que "el empleo aumenta 2,7 veces lo que baja el paro, lo que indica que hay gente incorporándose a la búsqueda de empleo y está aumentando la población activa. A futuro, eso indica que si la situación sigue mejorando, el paro no va a mejorar al mismo ritmo que el empleo".

Para Pérez Infante, la reforma laboral aprobada por el Gobierno no ha hecho sino agravar la precaridad, reducir la cobertura a los desempleados y revelar su fracaso. Lo mismo opinan analistas como Lucas Duplá, para quien el resultado más destacable de la reforma es una caída del 7% del poder adquisitivo del trabajador español desde 2010.

"La devaluación salarial ha permitido, por el momento" asegura Duplá "crear empleo a niveles de crecimiento del PIB inferiores a los tradicionalmente necesarios, si bien la casi totalidad de ese empleo es altamente precario y está mal remunerado".

Tiempo completo y parcial

De nuevo, los datos de marzo dan la razón a los críticos. De los 144.291 contratos estables firmados en marzo, 81.960 fueron a tiempo completo (un aumento del 28,8% respecto al año anterior, según destacó el Ministerio de Empleo) y 62.331 lo fueron a tiempo parcial (un 25% más que en marzo de 2014). En suma, los contratos indefinidos a tiempo parcial crecen prácticamente al mismo ritmo que los de jornada completa. Con ese panorama destaca otro aspecto: España es uno de los países europeos con más tasa de trabajo a tiempo parcial indeseada.

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Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el Ministerio de Empleo ha celebrado las cifras de marzo. El departamento que dirige Fátima Báñez destacó que el número de parados registrados en los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó en marzo en 4.451.939 personas, tras bajar en 60.214 desempleados respecto al mes anterior. Es el mayor descenso en un mes de marzo desde 2002.

El paro encadena así dos meses de descensos tras haber bajado en febrero en más de 13.500 desempleados. Marzo es un mes en el que suele caer el paro, aunque hay algunas excepciones. La serie, que se inicia en 1996, recoge alzas del desempleo sólo en los años 2009, 2010, 2011 y 2012, coincidiendo con los ejercicios más duros de la crisis económica. En los últimos seis años, el paro registrado creció en marzo en una media de más de 35.000 personas.

Pero pese al optimismo oficial, los datos muestran que el Gobierno todavía no ha logrado mejorar la herencia que recibió. En noviembre de 2011 había registrados en el Inem 4.420.462 parados (4.451.939 en marzo de 2015), mientras que los afiliados a la Seguridad Social eran 17.248.530 (16.832.801 en marzo de 2015).

Los datos del paro registrado en marzo, con 60.214 parados menos y 160.579 nuevos afliados a la Seguridad Social, son un gran soporte para la teoría de la recuperación y para quienes defienden las reformas aplicadas en la economía en los últimos tres años. Sin embargo, en la trastienda de números y de porcentajes, hay razones para matizar el optimismo. Se crea empleo y es una buena noticia, pero a costa de la calidad y de la estabilidad de los nuevos puestos de trabajo. En marzo, sólo uno de cada diez contratos fue indefinido. De éstos, el 43% fue para trabajos a tiempo parcial.

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