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Las energéticas disparan su beneficio un 40% y los ingresos en un 65% en plena ofensiva contra el impuesto

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Las seis mayores compañías energéticas españolas ganaron 10.373,4 millones de euros hasta septiembre, un 40,5% más que en el mismo periodo del año pasado. Todas ellas han aludido en la presentación de sus resultados de los nueve primeros meses del año al momento de alta volatilidad de los mercados y a las “incertidumbres regulatorias”, en referencia al impuesto sobre los beneficios extraordinarios que prepara el Gobierno, pero en lo que va de 2022 su cifra de negocio ha crecido un 64,6% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 182.346 millones de euros.

Para Cepsa, por ejemplo, que presenta la menor cifra de beneficios de las seis grandes, 982 millones de euros, 2022 está siendo especialmente satisfactorio si se tiene en cuenta que es también la compañía que más aumenta sus resultados. De hecho, casi los dobla respecto al mismo periodo de 2021. Su volumen de negocio se ha disparado un 74,2%, y factura 30.132 millones de euros, más que Naturgy –27.011 millones–. Naturgy, en cualquier caso, es la que más aumenta sus ingresos, un 85,5% en un año marcado por la escalada de los precios del gas tras la invasión rusa de Ucrania. La empresa presidida por Francisco Reynés es la primera gasista de España, con una cuota de mercado del 48%.

Repsol sigue con la cifra de beneficios disparada: la ha mejorado un 66% hasta septiembre comparada con 2021. Ha ganado 3.222 millones de euros, tras aumentar sus ingresos un 72,5%. Su volumen de negocio asciende a 61.965 millones, el mayor de las seis energéticas. Dobla las facturaciones de Cepsa, Naturgy y Endesa.

La segunda energética por sus ingresos es Iberdrola, cuya cifra de negocio alcanzó los 37.903,3 millones en los nueve primeros meses de este año, un 35,37% más que en el mismo periodo de 2021. Los beneficios han ido parejos, con un alza del 29%: 3.104 millones de euros, casi tanto como Repsol. Cuando presentó sus resultados, la eléctrica de Ignacio Sánchez Galán atribuyó sus buenos números a su excelente desempeño internacional, sobre todo en Estados Unidos y Brasil, al tiempo que destacaba el “entorno adverso” en España, donde su resultado bruto de explotación ha perdido un 9,8% “impactado por las medidas regulatorias y fiscales, y los altos precios del gas y la electricidad”, que Iberdrola dice no haber “traspasado a los clientes con precios fijos acordados previamente”.

Año récord

Los beneficios de Endesa han crecido un 13% hasta septiembre respecto al año anterior, alcanzando los 1.651 millones de euros. Sus ingresos han aumentado mucho más, un 72,6%, y se elevan a 24.620 millones. Según la propia eléctrica, el alza de sus ganancias se debe a los resultados extraordinarios de la venta parcial de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz Enel, que le han supuesto 182 millones de euros. Pero también, dice, a su gestión del “negocio liberalizado”, que ha disparado un 38%. De hecho, Endesa ha ganado 1,2 millones de clientes de luz, tanto domésticos como empresariales, en el mercado libre respecto a 2021. Tiene 6,8 millones de este tipo y un total de 10,6 millones si se incluyen los usuarios de la tarifa regulada.

Finalmente, Enagás, que es el gestor técnico del sistema gasista nacional y tiene un 5% de capital público, ha ganado 353,4 millones hasta septiembre, un 15% más que hace un año. La mayor parte de su actividad está regulada, y es a esa peculiaridad a lo que la empresa atribuye que sus ingresos y beneficios no se hayan disparado pese al aumento histórico de actividad en sus seis plantas regasificadoras.

Pese a las sacudidas que la guerra en Ucrania y la inflación están dando a la economía mundial, las energéticas se reafirman ya, a punto de acabar el año, en sus objetivos para el conjunto del ejercicio. Iberdrola no duda de que alcanzará un beneficio récord de entre 4.000 y 4.200 millones de euros, mientras que Enagás no tendrá problemas en llegar a entre 380 y 390 millones. Endesa prevé registrar 1.800 millones de euros de beneficios aun pagando el nuevo impuesto del Gobierno. Iberdrola asegura que tiene ya vendido el 100% de la energía para este año, y que ya ha colocado el 90% de su producción en 2023, el 70% de la de 2024 y el 50% de la de 2025. Lo mismo ocurre con Endesa, que no sólo ha vendido ya toda su producción de este ejercicio, sino también el 90% de la del próximo y el 46% de la de 2024.

Más dividendos

La buena marcha del negocio energético se traslada a la política de dividendos de las seis grandes. Repsol aumentará hasta 0,35 euros por acción el pago a los accionistas en enero. Para 2023 el consejo de administración propondrá un abono complementario de otros 0,35 euros. De forma que la retribución el año próximo crecerá un 11%, hasta los 0,70 euros por acción. La compañía adelanta así el objetivo de remuneración previsto para 2024 en su plan estratégico. Repsol también adelantará en tres años su objetivo de recompra de acciones, que es otro sistema de retribuir a los accionistas. Y aprobará un nuevo plan de recompra de acciones para amortizar 50 millones de títulos, que se añadirán a los 200 millones del programa que debería haber culminado en 2025.

Iberdrola también ha anunciado un dividendo complementario de 0,18 euros por acción, un aumento del 5,9%. Y Naturgy ha aprobado un segundo dividendo a cuenta, de 0,40 euros, que pagará este próximo día 18. El dividendo complementario de Enagás es de 1,02 euros por acción. Mientras, Endesa ha repartido entre sus accionistas 1.532 millones y Cepsa ha abonado 252 millones de euros hasta septiembre, un 19% más que hace un año.

Los impuestos que pagan

El impuesto temporal y extraordinario que el Gobierno prepara para las energéticas gravará con un 1,2% la cifra neta de negocios de las compañías que facturen más de 1.000 millones de euros, por lo que afectará a las seis grandes. Se aplicará en 2023 y 2024 y prevé recaudar 2.000 millones de euros al año. Todas ellas han expresado su rechazo. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, considera que va en contra del espíritu de la Unión Europea porque gravará los ingresos en lugar de los beneficios. Según sus cálculos, Endesa deberá pagar unos 400 millones de euros. El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, tachó de “desproporcionado” el impuesto, que a su juicio está “mal diseñado”. “Creemos que adoptar el modelo europeo [que grava los beneficios, no los ingresos] es la mejor manera de proteger la competitividad de las empresas españolas”, aseguró, para anunciar que, si el impuesto se aprueba tal y como se ha presentado, las energéticas “no tendrán más remedio que impugnarlo en los tribunales españoles y europeos”, informa Europa Press.

En esa línea de oposición, algunas de las energéticas han hecho públicos en este tercer trimestre los impuestos que pagan, un dato que suelen revelar en los informes anuales. Así lo han hecho Cepsa y Endesa. La primera abonó 1.766 millones de euros hasta septiembre en impuestos, apenas un 1,5% más que en el mismo periodo de 2021. La cifra representa el 5,8% de sus ingresos. La segunda, 1.233,7 millones, el 5% de su cifra de negocio. Endesa asegura que el 89% de los impuestos que paga y recauda por cuenta de Hacienda –un total de 3.009 millones hasta septiembre– corresponden a España.

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Según consta en sus cuentas del tercer trimestre, la compañía de José Bogas pagó 243 millones de euros por la tasa de ocupación de la vía pública, así como 168 millones por la tasa de tratamiento de residuos radiactivos y 106 millones por el impuesto medioambiental catalán. Las tasas e impuestos nucleares se tradujeron en una factura de 67 millones, mientras que desembolsó dos millones más en cánones hidráulicos. Por el contrario, la suspensión temporal del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, una de las medidas del Gobierno para paliar los perjuicios de los altos precios de la energía, le ha supuesto a Endesa un ahorro de 155 millones de euros en lo que va de año.

Iberdrola sólo facilita datos anuales de los impuestos que paga y recauda: 3.469 millones de euros en España. Y Repsol, de la contribución fiscal total, sin diferenciar entre los impuestos que abona directamente y los que recauda para Hacienda: 11.800 millones de euros, de los cuales más del 70% corresponden a España.

De esas cantidades totales, una parte corresponde al impuesto sobre sociedades. Las seis grandes pagaron por este concepto hasta septiembre un total de 5.975 millones de euros, lo que equivale a un 57,6% de sus beneficios y al 3,27% de sus ingresos. A las petroleras –también a los bancos– se les aplica un tipo del 30%, cinco puntos superior al tipo general que grava al resto de las empresas. 

Las seis mayores compañías energéticas españolas ganaron 10.373,4 millones de euros hasta septiembre, un 40,5% más que en el mismo periodo del año pasado. Todas ellas han aludido en la presentación de sus resultados de los nueve primeros meses del año al momento de alta volatilidad de los mercados y a las “incertidumbres regulatorias”, en referencia al impuesto sobre los beneficios extraordinarios que prepara el Gobierno, pero en lo que va de 2022 su cifra de negocio ha crecido un 64,6% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 182.346 millones de euros.

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