Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre desmienten el cambio de tendencia que adivina el Gobierno en el mercado de trabajo. Por el contrario, confirman sus rasgos característicos y el rumbo con el que se ha movido durante toda la crisis: continúa el descalabro de la población activa, la mejoría del paro es estacional, fruto de la actividad turística de los meses de verano, y también temporal, mientras caen los contratos indefinidos y se fosiliza el paro de larga duración.
De julio a septiembre el paro ha bajado un 1,2%, 72.800 personas, con lo que el número de desempleados es de 5,9 millones, el 25,98%, tres décimas menos que en junio. El Instituto Nacional de Estadística (INE) destaca que es el mayor descenso en esos meses desde 2005. Según la EPA, en el tercer trimestre se han creado 39.500 empleos –un 0,24%–. Sin embargo, si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, el paro ha aumentado un 0,21% y la ocupación se ha reducido un 0,42%. Y si se consideran los datos anualmente, el desempleo ha crecido un 2,2%, porque hay 126.700 parados más que hace 12 meses, y se han perdido 497.100 ocupados, un 2,9%.
Además, el efecto desánimo, el retorno de los inmigrantes y la emigración nacional agravan la sangría que sufre la población activa desde el segundo trimestre de 2012. El número de ciudadanos entre 16 y 65 años en disposición de trabajar ha descendido en 33.000 personas un 0,15% respecto a junio, y en 370.400, un 1,6%, respecto a un año antes. El Ministerio de Economía sólo atribuye el retroceso de la población activa al “descenso de la población mayor de 16 años de 85.200 personas respecto al segundo trimestre”. Por el contrario, CCOO achaca al descenso de la población activa el hecho de que el crecimiento del empleo – 39.500– sea muy inferior a la caída del paro – 72.800–. La tasa de actividad, que se sitúa en el 59,6%, es del 66,42% entre los hombres, pero más de 13 puntos menor entre las mujeres –53,1%–.
Un verano más, las cifras del paro mejoran porque el sector servicios ha creado 123.900 empleos, mientras que la agricultura pierde 55.000 y la construcción otros 9.700. Y donde más ha bajado el desempleo ha sido precisamente en las comunidades turísticas del litoral: Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana. Por el contrario, el mayor aumento del paro se ha producido en Andalucía, Madrid y Cataluña. El País Vasco continúa con la tasa de paro más baja de España, el 15,84%, menos de la mitad de la tasa que sufre Andalucía, el 36,37%.
Empleo precario
Igualmente, la calidad del empleo que se crea es débil. De julio a septiembre los contratados temporales han aumentado en 169.500 personas, un 5,3%, mientras que 146.300 trabajadores indefinidos han perdido su empleo, una caída del 1,4%. Así que la tasa de temporalidad se eleva un punto respecto al trimestre anterior, hasta el 24,3%, otro rasgo asociado al trabajo estacional durante la temporada alta del turismo. Respecto al año anterior, la contratación indefinida cae un 3,8%, un punto y medio más que la temporal.
Otro tanto ocurre con los empleos de tiempo completo, que respecto al año pasado disminuyen un 4%. Por el contrario, los de tiempo parcial aumentan un 3,9%, pese a que en comparación con el trimestre anterior hay 168.200 puestos de trabajo a jornada parcial menos. Lo que no impide que el peso de este tipo de jornadas sobre el total crezca con respecto a 12 meses antes en un punto: ahora quienes trabajan a tiempo parcial son el 15,3%.
Destrucción de empleo público
Aumenta la edad media de los desempleados: 37 de cada 100 tienen más de 45 años
Este verano no se ha detenido la destrucción de empleo público que ha seguido a la reforma laboral. En el trimestre se han destruido 12.600 puestos de trabajo en las administraciones. En los últimos 12 meses, el empleo público se ha desplomado un 5,38%, más del doble de lo que ha caído el privado, un 2,34%. Aun así, en términos absolutos, 161.100 empleados públicos han perdido su trabajo durante el último año, mientras que se han quedado en el paro 336.000 personas en el sector privado.
Los desempleados de larga duración, aquéllos que llevan más de un año sin trabajar, son el colectivo que más aumenta este trimestre, un 12,5%. Hacrecido en 322.800 personas en los últimos 12 meses. Y los hogares con todos sus miembros en el paro son 1,8 millones, un 0,74% menos que en junio, pero un 4% más –9.800 más– que hace un año. Detrás, con un 7,8%, sube también el número de quienes buscan su primer empleo, que son 43.500 personas más. Mientras, los trabajadores que deciden autoemplearse se ha incrementado en 15.200 personas, un 0,5%.
Mientras la CEOE ha saludado los datos de la EPA, calificando de “alentadores” tanto el aumento del número de autónomos como el hecho de que se esté “moderando la destrucción de empleo en el sector privado”, UGT asegura que, a la vista de las cifras, “no hay razón para el optimismo y la propaganda del Gobierno” porque la caída del paro sólo se debe a “factores estacionales” y porque la población activa lleva cinco trimestres seguidos cayendo. CCOO critica que el Ejecutivo haya recortado un 56% la inversión por desempleado en los Presupuestos de 2014. “Sólo los Estados bálticos, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria tiene una inversión menor parado”, destaca. Para el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, las cifras muestran que España está en una fase “incipiente” de recuperación, lo que hace que el empleo, que va con cierto retraso respecto a otras variables, se esté aproximando al momento de la estabilización.
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre desmienten el cambio de tendencia que adivina el Gobierno en el mercado de trabajo. Por el contrario, confirman sus rasgos característicos y el rumbo con el que se ha movido durante toda la crisis: continúa el descalabro de la población activa, la mejoría del paro es estacional, fruto de la actividad turística de los meses de verano, y también temporal, mientras caen los contratos indefinidos y se fosiliza el paro de larga duración.