La escalada de los precios te perjudica mucho más si vives en Tordesillas que en Bilbao

La intensa inflación que ha azotado la economía global ha tenido como efecto que en España, en 2022, la brecha entre sueldos y precios ha alcanzado su punto máximo en más de dos décadas. Pero el efecto no ha sido para todos por igual. Numerosos economistas y think tanks llevan advirtiendo desde el principio de la oleada de inflacionista que la escalada de precios afecta más a los hogares con menor renta, al tener la alimentación un mayor peso relativo en la cesa de la compra. Ahora, una investigación de Funcas ha ido más allá y señala otras tres condiciones que multiplica el efecto: vivir solo, tener más de 65 años y estar ubicado en municipios pequeños de zonas rurales.

Los precios llevan ya más de dos años creciendo a un ritmo muy por encima de lo que se considera normal, consensuado en un IPC del 2%. En el verano de 2022 alcanzó tasas superiores al 10% y de media, obtuvo un 8,4%. Este cálculo, sin embargo, es una media que incluye una amplia variedad de bienes y servicios del que se hace un uso desigual por parte de los hogares.

El autor del estudio, el economista Desidero Romero-Jordán, profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, ha elaborado un índice de precios para cada hogar (IPCH), que sí tiene en cuenta las características de cada hogar. Es decir, el IPC como media de todos los hogares, pero cada uno tiene su propio IPCH.

En 2021, los precios crecieron de media un 3,1%, pero la electricidad subió un 35,6% y los combustibles líquidos, un 26,5%. En 2022, los precios subieron de media un 8,4%, pero los combustibles volvieron a escalar un 72,5%, la electricidad otro 26,8%, el gas natural, un 19% y los alimentos un 11,6%. El IPCH, al tener en cuenta la desigual estructura de gasto de los hogares, y partiendo de esta desigual evolución de los precios entre bienes y servicios, hará que en algunos hogares el IPCH estará por encima del IPC, y en otros, por debajo. Depende del uso intensivo que cada hogar hace de las partidas más afectadas por la inflación. 

De media, el principal gasto de las familias es en alimentos y bebidas no alcohólicas (24,8%), seguido de la hostelería (8,2%), los seguros y otros servicios (6,2%), los gastos de vivienda y agua (5,88%), vehículos (5,4%), muebles y equipamientos del hogar (5,4%) y sanidad (5%).

Los hogares más sensibles a las subidas de precios 

El diferente peso de estos en los hogares de mayor o menor renta crea la primera diferencia importante. El investigador concluye que, en 2021, el 10% de los hogares con menor capacidad de gasto tendría un IPCH del 5,1%, muy por encima de la inflación media de ese año, que se situó en el 3,1%. Sin embargo, en el 10% de los hogares con mayor capacidad de gasto, el índice diseñado por el investigador sería del 2,5%, por debajo de la inflación. 

Por comunidades autónomas, en 2022, las regiones más afectadas serían Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, La Rioja y Aragón. Todas tuvieron un IPCH por encima del nivel de inflación media registrada ese año (8,4%). “En estas regiones, el peso medio en la cesta de consumo de alimentos, energía y carburantes se encuentra por encima de la media nacional”, explica el estudio. El gasto en carburantes proviene por la concentración de bienes y servicios en un reducido número de grandes urbes, mientras que el resto de municipios, de menor tamaño, están diseminados, lo que eleva el gasto en transportes. El gasto energético se explicaría por el elevado gasto en energía, como consecuencias de las variantes más extremas del clima continental. Las seis autonomías con el IPCH más bajo serían Madrid, Cataluña y País Vasco, por su inferior gasto relativo en alimentación; y Canarias, Ceuta y Melilla, por el menor peso relativo de energía y carburantes. 

Por último, la investigación determina que la inflación resulta más intensa en los municipios de menos de 10.000 habitantes, que supone casi tres de cada cuatro de los 8.131 localidades existentes. En estos, su IPCH distaba del de los municipios mayores de 100.000 habitantes en 1,9 puntos en 2021 y de 3,4 en 2022. En relación a la composición del hogar, la investigación determinó que los más afectados son los compuestos por una sola persona mayor de 65 años, situación que empeora en zonas rurales. Así, una persona mayor que vive en una ciudad, soportó en 2022 un IPCH de 7,4 frente al que vive en una zona rural, de un 10,7, más de tres puntos de diferencia. 

La inflación retoma los descensos en mayo: baja nueve décimas, al 3,2%, y la subyacente se modera al 6,1%

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Este martes, el Instituto Nacional de Estadística ha revelado que los precios han crecido de media un 3,2% en España, lo que sitúa al país en cabeza de la tendencia de desaceleración de precios en Europa. Según los datos conocidos este miércoles, en el mismo mes, los precios han crecido un 8,1% en Italia (tras marcar un 8,7% en abril), un 6,3% en Alemania (desde 7,6%) y un 6% en Francia (desde 6,9%). A falta de conocer los datos del resto de la eurozona, que se divulgarán este jueves, ya es posible afirmar que en mayo España sigue siguiendo la gran economía europea que lidera la caída de los precios.

El Banco de España señaló que las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno consiguió aplacar el IPC en 2,3 puntos en 2022, especialmente la puesta en marcha del “mecanismo ibérico”, que sirvió de escudo ante la volatilidad de los precios energéticos, tras un primer gran impacto en la economía. Otras medida destacada por el organismo ha sido la reducción del IVA de la luz al 5%. 

Sin embargo, su éxito al reducir la inflación no es necesariamente el mismo que al socorrer a los hogares más vulnerables. El Banco de España ha señalado en distintas ocasiones que esto hubiera requerido centrar más las medidas en los hogares más vulnerables, y no hacerlas generalizadas para toda la población.