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El valor estratégico de Talgo y un informe que ve detrás a Putin, claves en el veto a la opa de Magyar Vagon

Talgo ha caído cerca de un 9% en Bolsa tras el veto del Gobierno a la opa húngara.

No cristalizará. La Oferta Pública de Adquisición (OPA) presentada por el grupo húngaro Ganz MaVag Europe Private Limited (Magyar Vagon) para hacerse con el 100% de Talgo no podrá tener lugar porque el Consejo de Ministros ha acordado este martes 27 de agosto no autorizar la inversión extranjera directa en la empresa española que era un requisito legal previo para la ejecución de la operación. ¿El motivo? Desde el Ministerio de Economía han trasladado que la maniobra planteada, presentada de forma oficial el pasado marzo pero en marcha desde finales de 2023, ha sido analizada por la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), órgano interministerial colegiado, que ha concluido que “conllevaría riesgos para garantizar la seguridad nacional y el orden público”. Pero hay más.

Para el Gobierno, que ha declarado la información del expediente como clasificada, Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España, como es el del transporte. De hecho, el ministro del ramo, Óscar Puente, ya anticipó hace meses que el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez haría "todo lo posible" para frenar la operación, por temores a los posibles vínculos de la empresa interesada con la Rusia de Vladimir Putin. Después, según ha podido saber infoLibre, responsables del ministerio y de Renfe llevaron a cabo una reciente visita a instalaciones de Magyar Vagon en Hungría y sus conclusiones fueron recogidas en un informe. Entre otras razones de la negativa de hoy, estaría esa. 

Cabe señalarse que el 45% del capital del consorcio húngaro que pretendía comprar la compañía fabricante de trenes española está controlado por Corvinus, un fondo estatal húngaro, país ahora gobernado por Viktor Orbán, quien ha entrado en conflicto con la Unión Europea (UE) por haber protagonizado una gira unilateral por Rusia y China, tras asumir la Presidencia rotatoria del Consejo, y reunirse luego con el candidato republicano Donald Trump en EEUU como parte de una supuesta misión de paz para Ucrania. Reseñable es, asimismo, que el directivo de Magyar Vagon, András Tombor, fue asesor de otro Ejecutivo anterior del propio Orbán.

Más allá de Putin, otras fuentes de la órbita del Ejecutivo justifican el no a la opa en un concepto: el de autonomía estratégica. Este cobró vigor con la pandemia "en relación a Europa con el resto del mundo", al quedar claro con elementos como las mascarillas que "no se puede ser tan dependientes" de países como China. Pero las directivas de la Unión también permiten que, dentro de ésta, cada Estado "tenga elementos de esa autonomía" en sectores como la energía, el transporte o las infraestructuras, añaden. "Hungría tampoco permitiría que España se hiciera con una empresa que controlara la tecnología que maneja Talgo, si fuera al revés", sintetizan. En ese punto, las fuentes sondeadas anotan que la que posee el fabricante de trenes español atañe a la movilidad militar de otros países europeos como los bálticos.

Talgo es además un actor esencial para el funcionamiento de la red ferroviaria estatal. Así lo confirmó hace unos días el titular de Transportes en el Senado, donde dejó claro el papel central de una empresa que acapara el montaje de convoyes que puedan discurrir por las vías del complejo sistema nacional de ferrocarril y que está inmersa en un proceso de ajuste en el funcionamiento de trenes contratados como los denominados Avril, siglas de Alta Velocidad Rueda Independiente Ligero, y con otros pendientes de suministrar.

Para fuentes del ámbito económico, el posicionamiento del Gobierno “no ha supuesto ninguna sorpresa” y va “en línea” con decisiones anteriores que “se han tomado con otras empresas estratégicas como es el caso de Telefónica, tras el anuncio del grupo saudí STC de la compra de un 9,9% de la compañía”. En ese sentido, recuerdan que durante la pandemia “se aprobó la normativa necesaria, el llamado escudo antiopas, para evitar que firmas extranjeras pudieran tomar el control de empresas españolas en posición de debilidad por cuestiones como la covid primero, o la invasión rusa de Ucrania después”.

Demandas en el horizonte

Quien no ha tardado en mostrar su rechazo por la determinación del Ejecutivo ha sido el grupo húngaro Ganz-Mavag, que ha anunciado que iniciará "todas las acciones legales a su alcance", tanto en España como la Unión Europea, para defender su oferta de compra sobre Talgo, al entender que cumple "con todos los requisitos legales vigentes". Y no sólo. La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) valora recurrir precisamente la ley antiopas, que permite frenar jugadas como la de los húngaros sobre Talgo, al considerar que "ha perdido toda su razón de ser" tras el fin de la crisis del covid. Ha adelantado en un comunicado que estudia hacerlo tanto ante los tribunales españoles como en la jurisdicción europea por ser un "grave perjuicio" a los accionistas de empresas cotizadas, que ven limitada su posibilidad de acudir a una oferta pública para vender sus acciones. Moverá ficha del mismo modo contra la decisión del Gobierno.

Pero desde el gabinete de Sánchez defienden que “España dispone de un marco normativo equilibrado que compatibiliza la atracción de inversiones y la defensa de intereses nacionales”. El Ministerio de Economía señala en concreto para soportar el veto a la Disposición Transitoria Única del Real Decreto-ley 34/2020, que establece que se someterán a autorización las inversiones de residentes en países de la Unión Europea o la Asociación Europea de Libre Comercio cuando su valor supere los 500 millones de euros o se dirijan a empresas cotizadas en España, siempre que inviertan en alguno de los ámbitos contemplados por el apartado 2 del artículo 7bis de la Ley 19/2003, de 4 de julio, como es el caso. Las fuentes consultadas no descartan que el asunto acabe en el Tribunal de Justicia de la UE.

Caída en bolsa

Frenada la opción húngara, queda otra vía para que Talgo pueda ampliar capacidad industrial, al tiempo que sus mayores accionistas salen del capital, como pretenden desde hace años: la checa Skoda, que ya trasladó a la dirección de la sociedad su interés por combinar sus negocios. Aunque el consejo de administración de la empresa española ha rechazado las ofertas que ésta ha puesto encima de la mesa.

De momento, las acciones del fabricante de trenes han perdido hasta cerca de un 9% en Bolsa, en una jornada en la que su cotización ha llegado a estar suspendida durante más de dos horas hasta que el Gobierno hizo pública su resolución.

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