El Gobierno presenta los Presupuestos Generales del Estado para 2014 y España da otro paso en el abandono de un Estado de Bienestar que nunca llegó a completar. En contra de la idea de país que gasta a manos llenas y Estado inflado, los datos de Eurostat señalan que, en 2012, España todavía estaba lejos de la media de la UE en gasto público. La cuentas que va a presentar el Ejecutivo serán las quintas elaboradas con la máxima de austeridad y contención del gasto e inversión públicas.
El porcentaje de gasto público respecto a la riqueza producida creció hasta el 48% en 2012 (desde el 45,9% anterior) por el mayor desempleo y el pago de intereses de la deuda (38.000 millones anuales). Pero pese a crecer, el gasto en protección social se resintió. Lo dicen los números que maneja la oficina estadística europea, Eurostat. En vivienda, salud y protección social, España está lejos de sus vecinos y socios en la UE. Eurostat sólo tiene datos completos del ejercicio 2011, pero los recortes aprobados desde esa fecha contribuirán a aumentar la distancia.
Las estadísticas sobre España no avalan la idea gruesa de que es un estado hipertrofiado, con un sector público exagerado y un gasto público insostenible. El gasto público en España en relación al PIB se situó el pasado año en el 48%. El porcentaje es dos puntos inferior a la media de los países de la eurozona (50%) y se sitúa también por debajo del gasto medio en la UE de 27 socios (49,3%). Alemania, Francia e Italia situaban en 2011 su gasto público respecto al PIB en el 45%, el 56% y el 50% respectivamente.
Para analizar la situación relativa del país en comparación con los vecinos, lo ideal es observar cómo distribuye (en porcentaje) el gasto por grandes partidas en relación al gasto público total. Con los datos de Eurostat de 2011, los últimos disponibles, el resultado es llamativo:
España está todavía muy lejos de la media de la UE por el gasto público que dedica a protección social.
En porcentaje del PIB, dedica a este apartado, que incluye prestaciones de desempleo, un 17% frente al 19,6% de la UE-27 y un 20,2% de los países de la eurozona.
Frente a los vecinos
En porcentaje sobre gasto público (no sobre el PIB total), España tampoco sale favorecida frente a sus vecinos. Dedica un 37,2% del total a protección social frente al 43,3% de Alemania, el 42,58% de Francia o el 41,08% de Italia.
Lo había advertido Eurostat ya en el año 2010, cuando todavía estaba por arreciar la crisis: el gasto social por habitante de España -eliminando las diferencias de nivel de precios entre los países- se situaba ese año al nivel de Grecia y 13 puntos por debajo del promedio comunitario.
España era y sigue siendo, de acuerdo con este estudio, el Estado miembro que dedica una mayor proporción del gasto social (el 14,1% del total, frente al 6% de media) a las prestaciones por desempleo, ya que es el país con una tasa de paro más alta. En gasto social se incluyen otras partidas, además de la concreta de "protecciòn social" que detalla Eurostat en sus estudios.
España pierde en la comparación con las economías más desarrolladas (siempre en porcentaje sobre el total del gasto público) en los gastos de vivienda (dedica el 1,31% del total del gasto frente al 3,40% de Francia o el 1,40% de Italia); salud (14,16% del gasto total frente al 15,5% de Alemania, el 14,6% de Francia o el 14,8% de Italia) y el ya comentado de protección social.
En Educación, sin embargo, empata: supera a Alemania y a Italia por el porcentaje del gasto total que dedica a este fin (10,46% frente al 9,3% y el 8,4% respectivamente) pero pierde frente a Francia, que dedica a la Educación casi el 11% de su gasto público.
Destina más, mucho más que el resto, a otros fines llamativos. Seguridad por ejemplo. A este apartado, que para Eurostat comprende Policía, Prisiones, servicios contra incendios y jueces, España dedica un 4,7% del gasto público frente al 3,6% de Alemania, el 3% de Francia o el 4% de Italia.
Ocio y religión
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Llamativo es, también el apartado de Ocio, Cultura y Religión. Bajo este apartado, la agencia estadística europea agrupa los servicios recreativos y deportivos y los servicios comunitarios religiosos entre otros. Pues bien, a esos fines España dedica un 3,27% del gasto público. Alemania (1,78%); Fracia (2,5%) o Italia (1,20%) están muy alejados de esa cifra.
En Defensa, por el contrario, España está en línea e incluso por debajo del gasto de sus vecinos, al menos para la estadística de 2011: el área militar supuso un 2,4% del gasto, en línea con el gasto alemán, por debajo del francés (3,2%) y aún lejos, también del italiano (3%).
El objetivo, ahora, es lograr el equilibrio entre la reducción del déficit y un crecimiento que apenas empieza a despuntar, según ha confirmado (sin datos precisos) el Banco de España. En palabras del programa de Estabilidad 2013-2016 enviado a Bruselas por el Gobierno, se trata de "minimizar las reducciones de déficit en aquellos agentes cuyo saldo tiene una mayor sensibilidad cíclica". En otras palabras, ni tocar lo que reverdece. Pero sujetando el gasto porque la trokika vigila. De cerca.
El Gobierno presenta los Presupuestos Generales del Estado para 2014 y España da otro paso en el abandono de un Estado de Bienestar que nunca llegó a completar. En contra de la idea de país que gasta a manos llenas y Estado inflado, los datos de Eurostat señalan que, en 2012, España todavía estaba lejos de la media de la UE en gasto público. La cuentas que va a presentar el Ejecutivo serán las quintas elaboradas con la máxima de austeridad y contención del gasto e inversión públicas.