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Las herencias de hasta 250.000 euros apenas pagan por el impuesto de sucesiones en la mayoría de comunidades

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El impuesto de sucesiones y donaciones (ISD) se ha convertido en tema de debate público durante las últimas semanas con motivo de las protestas convocadas por varias plataformas en Andalucía y Asturias. Este tipo impositivo, actualmente cedido y gestionado por las comunidades autónomas, tiene un carácter progresivo, es decir, se incrementa a medida que la cantidad heredada va en aumento. Y, a pesar de que la crítica habitual radica en el diferente modo de aplicación en cada territorio, lo cierto es que en la gran mayoría de las comunidades las herencias de hasta 250.000 euros que reciban los sucesores incluidos en los grupos I y II –descendientes y adoptados, cónyuges, ascendientes y adoptantes– están o totalmente libres de pago o la cantidad que se abona es simbólica.  

En 2015 se tramitaron en España poco más de 382.000 herencias, según consta en la base de datos del Consejo General del Notariado, unas 2.000 menos que las registradas en 2016. De ellas, fueron aceptadas 334.000, tal y como recoge el mismo organismo, y rechazadas algo más de 38.000. En ese mismo ejercicio, las donaciones intervivos se situaron en poco más de 85.000. En total, se produjeron unas 419.000 herencias y donaciones, sujetas al pago de impuestos. Teniendo en cuenta que en 2015 se recaudaron por el ISD 2.666,2 millones de euros, los beneficiarios de herencias y donaciones pagaron de media por este tipo impositivo en algo más de 6.000 euros. Una cifra que varía mucho dependiendo del importe de la herencia y de la comunidad. Pero no son públicos otros datos, como por ejemplo la mediana del importe de las herencias y donaciones, que aportarían una información valiosa sobre cómo afecta el tributo a la mayoría de las personas en España.

La polémica andaluza

La última polémica por el impuesto de sucesiones y donaciones se ha producido en Andalucía a raíz de la campaña #Hereda100x100, impulsada por el PP autonómico y que pide aplicar una bonificación progresiva para suprimir en Andalucía de facto el ISD. Algo que también exigen desde la plataforma #stopimpuestosucesiones, que este jueves se concentró frente al Parlamento de Andalucía y presentó más de 50.000 firmas en el registro de la Cámara solicitando iniciativas parlamentarias que reduzcan el tipo impositivo bonificándolo al máximo, tal y como se hace en otras comunidades.

Los conservadores se quejan de que Andalucía pague "el impuesto más alto de toda España". "Pagamos 100 veces más que en la Comunidad de Madrid y 1.000 más que en las Canarias", lamenta en conversación telefónica con infoLibre José Antonio Miranda, portavoz del PP-A en la Comisión de Hacienda del Parlamento andaluz. Toman como referencia el cálculo en tres supuestos que puso sobre la mesa el Registro de Asesores Fiscales (Reaf-Regaf) del Consejo General de Economistas en su informe Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2017: un soltero de 30 años que hereda bienes de su padre por 1,5 millones de euros, un soltero de 30 años que hereda bienes de su padre por 800.000 euros y un hijo de 30 años que recibe 800.000 euros en metálico. En el primero de ellos, por ejemplo, en suelo andaluz se pagaba 413.083 euros, mientras que en Madrid esa cifra se reducía a 3.907 y en Canarias a 362. Hay que destacar, en todo caso, lo extraordinario de los supuestos elegidos, ya que ni en Andalucía ni en el resto de España es demasiado habitual recibir herencias de 800.000 euros netos o superiores.

Miranda sostiene que estas diferencias suponen un "agravio comparativo y una discriminación fiscal". "Una injusticia pura y dura y supone una pérdida de competitividad de Andalucía a la hora de atraer capitales y empresas", dice en conversación con este diario. Además, desde el PP andaluz también critican que no se haya corregido "el error de salto" que hace que "por un euro más de herencia" pases de no abonar nada a tener que pagar "una cifra elevada". Por todo ello, el presidente de la formación conservadora en la comunidad, Juan Manuel Moreno Bonilla, ya ha anunciado una gira por toda España para denunciar la "injusticia" de este impuesto, que ha prometido "eliminar" en cuanto sea presidente de la Junta.

Desde el Gobierno autonómico se defienden. Fuentes de la Consejería de Hacienda andaluza señalan que "se han hecho afirmaciones que inducen a error, se han generado bulos" y que "el infierno fiscal en Andalucía no deja de ser una quimera". "De las 255.000 personas que declararon el año pasado una herencia, sólo pagaron 19.000", explican las mismas fuentes a infoLibre, que añaden que "el 98% de los parientes directos no pagan nada" en la comunidad por el ISD. Preguntadas por los casos de herencias por valor superior a 800.000 euros, como las que utiliza el PP en sus ejemplos, contabilizan 459 de este tipo durante 2015.

Desde el Ejecutivo andaluz exigen una "armonización" para acabar con el dumping fiscal entre comunidades autónomas. De no darse este paso, sostienen fuentes de la Consejería de Hacienda, "que deje de formar parte de la cesta de tributos que compone el modelo de financiación" porque la mayor autonomía fiscal "es una trampa" para las comunidades que "menos recaudan", que se ven obligadas a "duplicar la presión fiscal" para "recaudar lo mismo" que un territorio con renta alta. En este mismo sentido se pronunció hace unas semanas la presidenta andaluza, Susana Díaz, que pidió al Ejecutivo central que recupere la gestión del impuesto: "Que se lo quede Rajoy y que mande la financiación adecuada para mantener la educación, la sanidad y los servicios públicos", señaló.

Las diferencias entre comunidades, según el PP andaluz, han provocado un éxodo fiscal. "Entre 7.000 y 8.000 familias andaluzas mudan al mes su domicilio fiscal a la capital de España. Unas 40.000 al año", han llegado a cifrar los conservadores en alguna ocasión en relación con la campaña para suprimir el impuesto de sucesiones. Preguntado por infoLibre por la fuente de estos datos, Miranda dice que son cifras "estimadas", aunque reconoce que los datos exactos "no los podemos saber". La Consejería de Hacienda andaluza, por su parte, ofrece la siguiente cifra: "El pasado año salieron de Andalucía antes de fallecer 18 personas. Pero no se conocen los motivos". 

Diferencias autonómicas en el impuesto

Al estar gestionado por las comunidades autónomas, este impuesto presenta diferencias entre territorios. Según se recoge en el informe elaborado por el Consejo General de Economistas, los sucesores del grupo I –descendientes y adoptados menores de 21 años– pagan importes simbólicos en Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura, Madrid, Murcia y La Rioja, así como en los territorios forales (País Vasco y Navarra). En Andalucía y Castilla y León, las herencias –por heredero– están exentas de pago hasta los 250.000 euros de base imponible. Tampoco abonarán nada en Aragón los menores de edad, que hasta los tres millones de euros tienen una reducción del 100%. En el caso de Cataluña, la bonificación va desde el 99% –menos de 100.000 euros recibidos– hasta el 57,37% –a partir de los tres millones de base imponible–, algo que se reduce al 75% en la Comunidad Valenciana.

Los sucesores del grupo II –cónyuge, descendientes, ascendientes y adoptados de más de 21 años– están prácticamente libres de tributación en el País Vasco, Navarra, Canarias, Cantabria, La Rioja y Madrid. En Andalucía y Castilla y León, están exentas aquellas por debajo de 250.000 euros, mientras que en Asturias y Galicia estas herencias no gravan cuando la base imponible no supera los 200.000 euros, un límite que se elevará en los próximos meses a los 300.000 euros en el primer caso y los 400.000 en el segundo. En Extremadura, la bonificación baila entre el 99% –hasta 175.000 euros– y el 90% –entre 325.000 y 600.000 euros–, mientras que en el caso de Cataluña oscila entre el 99% y el 20%, disminuyendo a medida que aumenta la base imponible, y en Castilla-La Mancha se mueve entre el 100% –hasta 100.000 euros– y el 80% –a partir de 300.000 euros–.

Menores bonificaciones se aplican en Aragón, Murcia y Comunidad Valenciana. En el primer caso, sólo se establece una del 65% para bases que no superen los 100.000 euros. En suelo murciano y valenciano, la bonificación es del 60% y el 50%, respectivamente, para todo el grupo II, independientemente de la base imponible. En las Islas Baleares, tratan de suplir la ausencia de bonificación para estos herederos con una tarifa que oscila entre el 1% y el 20%, aplicando el primer tipo para todos aquellos casos en los que la base liquidable no supere los 700.000 euros.

2.666 millones recaudados en 2015

Según los datos recogidos en la Memoria de recaudación tributaria que edita el Ministerio de Hacienda, los ingresos totales de los diferentes territorios por el impuesto de sucesiones y donaciones fueron en 2015 de 2.666,2 millones de euros. Este dato se sitúa a niveles de 2009 –2.588,7 millones–, justo antes de los años más duros de la crisis. Este maremoto económico provocó que durante los dos ejercicios posteriores la recaudación por el ISD retrocediese: 2.322,20 millones en 2010 y 2.078,7 millones en 2011. Sin embargo, a partir de 2012 ha vuelto a adoptar una tendencia positiva: 2.177,2 millones en 2012, 2.321 millones en 2013 y 2.516,6 millones en 2014.

Del total recaudado en 2015, un 45,6% (1.217,1 millones) se ingresó entre Cataluña (458,3 millones), Andalucía (399,5 millones) y la Comunidad de Madrid (359,3 millones), que son también los tres territorios más poblados. Les siguen la Comunidad Valenciana, con 194 millones; Castilla y León, con una recaudación de 171,4 millones; Galicia, que ingresó 165,1 millones; Asturias, con 115,1 millones; Aragón, que recaudó 114,9 millones; y País Vasco, con 113,7 millones. Por debajo de los 100 millones de recaudación por este tipo impositivo quedaron: Islas Baleares (87,9 millones), Islas Canarias (86,1), Murcia (80), Castilla-La Mancha (68,6), Navarra (56,3), Extremadura (42,3), Cantabria (37) y La Rioja (16,8).

Resulta curioso que Madrid, con unas bonificaciones del 99% para los familiares más directos –grupo I y II–, sea la tercera comunidad autónoma que más recauda por el impuesto de sucesiones. José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) tiene la respuesta: "La mayor parte de las grandes fortunas están asentadas en Madrid y Cataluña", señala en conversación telefónica con infoLibre. En este sentido, apunta que el impuesto de sucesiones a quienes más afecta es a los que reciben "importantes" legados. Y añade: "La mayor parte de las herencias en España son modestas y no tributan".

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Por eso, desde el sindicato recuerdan que el ISD "tiene una finalidad redistributiva porque afecta a la acumulación intergeneracional de la riqueza". En un comunicado hecho público esta semana, Gestha señaló que "España está en la media de la Eurozona en presión fiscal a las herencias" y advirtió de que los grandes beneficiados de una supresión o reducción de este tributo "serían solo el 0,7% de los contribuyentes, titulares de grandes fortunas". "Los principales perjudicados –añadía el texto– serían el 72,4% de los ciudadanos con ingresos anuales entre 6.000 y 60.000 euros, que compensarían la pérdida de recaudación". "Si se quita este impuesto, hay que compensar esa pérdida con la subida de otro impuesto...", explica Mollinedo.

Luis del Amo, secretario técnico del Reaf-Regaf del Consejo General de Economistas, rechaza que en España haya un "éxodo fiscal" hacia otros territorios con menor presión impositiva, tal y como pone sobre la mesa el PP andaluz. "Seguro que hay contribuyentes que se lo piensan y que, incluso, llegan a cambiar el domicilio fiscal por esto. Pero no es una tendencia habitual", asegura a este diario. En este sentido, recuerda que "no es tan sencillo" hacerlo y pone sobre la mesa la Ley 22/2009 por la que se regula el sistema de financiación autonómica. Esta normativa recoge que, para el impuesto de sucesiones y donaciones, "se considerará que las personas físicas residentes en territorio español lo son en el territorio de una Comunidad Autónoma" cuando permanezcan en esta "un mayor número de días" del "periodo de los cinco años inmediatos anteriores". 

Otro de los argumentos que airean los conservadores andaluces cuando hablan de este tema es el de las herencias. Desde el PP-A sostienen que el "injusto" impuesto hace que Andalucía sea una de las comunidades autónomas donde más herencias se rechazan al no poder afrontar los pagos por el ISD. En concreto, fue en 2015 el segundo territorio donde se registraron más renuncias puras y simples (6.829), por detrás de Cataluña (7.820) y por delante de la Comunidad de Madrid (4.120), un territorio con una bonificación casi total. Desde Gestha consideran que este es un argumento "erróneo" porque "las renuncias tienen como causa fundamental las deudas hipotecarias que, en el caso de las viviendas adquiridas en los años de la burbuja inmobiliaria, pueden superar el actual valor de mercado de las mismas".

El impuesto de sucesiones y donaciones (ISD) se ha convertido en tema de debate público durante las últimas semanas con motivo de las protestas convocadas por varias plataformas en Andalucía y Asturias. Este tipo impositivo, actualmente cedido y gestionado por las comunidades autónomas, tiene un carácter progresivo, es decir, se incrementa a medida que la cantidad heredada va en aumento. Y, a pesar de que la crítica habitual radica en el diferente modo de aplicación en cada territorio, lo cierto es que en la gran mayoría de las comunidades las herencias de hasta 250.000 euros que reciban los sucesores incluidos en los grupos I y II –descendientes y adoptados, cónyuges, ascendientes y adoptantes– están o totalmente libres de pago o la cantidad que se abona es simbólica.  

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