Han vuelto. Los hombres de negro del Fondo Monetario Internacional (FMI) han regresado a España hombres de negrocuatro meses después de que el país haya salido formalmente del programa de rescate financiero supervisado por la troika (FMI, Banco Central Europeo, y Comisión Europea). Los técnicos del Fondo vienen a entrevistarse con agentes sociales, instituciones y empresas para tomar la temperatura de la economía. Intentarán comprobar sobre el terreno si los datos de la recuperación que proclama el Ejecutivo de Rajoy son reales e insistirán en la necesidad de profundizar en las reformas ya esbozadas. Si todo discurre según lo previsto, la visita tendrá un broche en forma de conferencia de prensa el próximo martes, según confirman fuentes de la Administración.
El examen de los técnicos del FMI será más relajado que las radiografías, seguidas de exigencias, que efectuaba la troika tras prestar 41.300 millones al Estado para evitar el derrumbe del sistema bancario. La visita, explican fuentes de la Administración, se enmarca en el Capítulo IV del Convenio Constitutivo del FMI. Ese capítulo faculta al Fondo para supervisar el buen funcionamiento del sistema monetario internacional vigilando el cumplimiento de las obligaciones asumidas por cada país miembro de la institución.
No se trata, explican las fuente consultadas, ni de elaborar nuevas previsiones, ni de establecer nuevas obligaciones. El FMI se limitará a analizar cómo marcha la economía. En sus últimas estimaciones de primavera, el FMI contemplaba para España un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 0,9% este año, con una mejora de tres décimas respecto a las previsiones de enero (0,6%). Pero el pronóstico contenía un borrón preocupante: el Fondo señalaba también que el desempleo no bajará significativamente del 25% de la población activa ni este año (25,5%), ni el próximo (24,9%).
Un Gobierno exultante
Los técnicos del Fondo encontrarán un Gobierno exultante, que presume de una economía que ha salido de la recesión, que crece el doble que la zona euro (0,4% en el primer trimestre) y que se financia a largo plazo a tipos de interés por debajo del 3%. Ni el parón de las exportaciones ni las malas previsiones sobre el empleo enviadas por el propio Gobierno a Bruselas en el Programa de Estabilidad, ni el espectacular aumento de la deuda, ni la falta de crédito, han modificado el discurso oficial.
La visita de los enviados del FMI no sustituye a las previstas por los otros dos miembros de la troika, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Aunque España ha salido del rescate financiero, ha entrado en la fase denominada Supervisión Post Programa. En esa fase, la vigilancia sobre la marcha de la economía se mantiene por parte del BCE y de Bruselas, aunque las incómodas visitas de los hombres de negro disminuyen; de una cada tres meses a una cada seis. La fase de supervisión se mantiene hasta que el país rescatado, en este caso España, haya devuelto el 75% de la ayuda recibida. La devolución de la totalidad del préstamo de 41.300 millones recibido por España está prevista para 2027.
La formalidad y hasta la pompa con la que son recibidos los técnicos del FMI contrasta con los sonoros patinazos que protagonizan en sus informes. En menos de dos años, el FMI se ha visto obligado a reconocer graves errores en sus informes, base de sus recomendaciones.
Los errores más notorios están recogidos en tres informes: Perspectivas Económicas Mundiales, Errores de Predicción del Crecimiento y Multiplicadores Fiscales y Greece: Ex Post Evaluation of Exceptional Access under the 2010 Stand-by Arrangement.
Estimaciones equivocadas
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El economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard admitió que las estimaciones con las que trabajan sus equipos estaban equivocadas. Los economistas del FMI creían que por cada euro público que recortaran del gasto, la actividad sólo disminuiría en 0,5 euros. Se equivocaron. esa relación ("multiplicador fiscal" resultó ser el triple: por cada euro retirado, se destruían 1,5 euros. Un desastre. Más si se tiene en cuenta que la recomendación de ajuste basada en el mal cálculo se aplicó en todos los países europeos a la vez. España, Portugal, Grecia...sufrieron las consecuencias de que el FMI (y la Comisión Europea) subestimaran el impacto del recorte de gasto público en el paro, el consumo privado y la inversión.
En Grecia, que no levanta cabeza, el Fondo también tuvo que admitir que hubo errores graves. "Hubo notables fallos. La confianza de los mercados no se logró restaurar, el sistema bancario perdió el 30% de los depósitos y la economía se enfrentó a una recesión mucho más profunda de lo previsto, con un desempleo excepcionalmente alto", indicó en un documento de revisión del programa de rescate financiero a Grecia de 2010.
Más escandaloso y controvertido si cabe fue la polémica destada en torno los reverenciados economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart que, supuestamente, demostraron en 2010 la relación entre el aumento de la deuda pública y el desmoronamiento de la economía. Su tesis de que por encima del 90% de deuda en relación al PIB (España roza el 100%), el crecimiento se hundía alentó las políticas de austeridad que han provocado sufrimiento y paro. Tres años después, tres economistas de Massachussetts demostraron que el análisis estaba equivocado. Tarde.
Han vuelto. Los hombres de negro del Fondo Monetario Internacional (FMI) han regresado a España hombres de negrocuatro meses después de que el país haya salido formalmente del programa de rescate financiero supervisado por la troika (FMI, Banco Central Europeo, y Comisión Europea). Los técnicos del Fondo vienen a entrevistarse con agentes sociales, instituciones y empresas para tomar la temperatura de la economía. Intentarán comprobar sobre el terreno si los datos de la recuperación que proclama el Ejecutivo de Rajoy son reales e insistirán en la necesidad de profundizar en las reformas ya esbozadas. Si todo discurre según lo previsto, la visita tendrá un broche en forma de conferencia de prensa el próximo martes, según confirman fuentes de la Administración.