Italia desarrolla el sur, Alemania invierte en hidrógeno y Francia reforma las pensiones: así son los planes de resiliencia

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Bruselas vive días de tremendo ajetreo burocrático a cuenta de los 750.000 millones de euros de ayudas y créditos pactados por los Veintisiete la histórica madrugada del 21 de julio de 2020: los planes de recuperación, transformación y resiliencia que cada uno de los Estados miembros tiene que remitir a la Comisión Europea están siendo recepcionados por la institución que preside Úrsula Von der Leyen. Y dichos planes van a aterrizar de manera masiva entre este jueves y el viernes, con alguna probable excepción. 

Al trajín de reuniones técnicas se unen las declaraciones bilaterales, trilaterales o multilaterales entre países, como el anuncio conjunto –grabado en vídeo y sin admitir preguntas– de este miércoles 28 de abril de los ministros de Finanzas de Italia, Alemania, Francia y España (Nadia Calviño), los cuatro grandes países de la Unión Europea tras consumarse el Brexit y apearse el Reino Unido. Los cuatro presentaban sus planes de recuperación, pero la diplomacia ya estaba acelerada: un día antes comparecían los homólogos de Calviño francés y germano, Bruno Le Maire y Olaf Scholz; la semana pasada España y Bélgica pedían a través de un documento no oficial  un mecanismo de control social en caso de, por ejemplo, desequilibrios macroeconómicos o de dumping fiscal o laboral; semanas antes, España pactó con Holanda la transformación verde y digital, y otros muchos países están haciendo lo propio. 

"En estos momentos hemos recibido oficialmente el plan de tres Estados miembros: Alemania, Grecia y Portugal", subrayan portavoces de la Comisión Europea. Destacan que otros 23 Estados han enviado "borradores" o "un gran número de enmiendas". "Hemos trabajado intensivamente con los Veintisiete en la preparación de sus planes durante meses. Es un ejercicio complejo para cada país abordar un plan de reformas a lo largo de los años venideros y de paso asegurar que se protegerá el clima y que dicho plan será eficiente". 

En el Ejecutivo comunitario conceden que "tan ambiciosas reformas requieren un amplio diálogo a nivel nacional". "Respetamos el proceso acordado con colegisladores", añaden, refiriéndose a los tiempos. Dentro de ese diálogo, ha saltado la sorpresa: mientras que los países sobrellevan mejor que peor las negociaciones con los equipos (task force) europeos, el primer ministro italiano, ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi –alguien que ejemplifica como pocos la tecnocracia– habría chocado duramente con Von der Leyen estos días a cuenta de la cantidad de reformas exigidas desde arriba, según Il Corriere Della Sera.

En Moncloa indican que el plan español, ya desgranado, llegará inminentemente. Fuentes del Parlamento Europeo confirman que la implicación de la Eurocámara ya ha concluido, y que los fondos NextGeneration EU gozan de un aplastante respaldo político que engloba desde parte de la extrema derecha a la izquierda más radical. "Así ha ocurrido en las dos votaciones", confirma la eurodiputada socialista Eider Gardiazabal, ponente del Parlamento Europeo en las negociaciones trilaterales entre esta institución, el Consejo (presidido por Charles Michel) y la Comisión. 

La Eurocámara negoció y pactó con el Consejo a mediados de diciembre los criterios del plan de transformación europeo; después, en febrero, votó a favor del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que viene a ser el grueso de los 750.000 millones de euros, con 582 votos a favor, 40 votos en contra y 69 abstenciones; y más tarde, en marzo, igualmente dio luz verde a la reforma de la Unión para permitir que los fondos se financien a través de la emisión de deuda. El resultado fue de 560 votos a favor, 48 en contra, 82 abstenciones. "Esperemos que los planes puedan desarrollarse cuanto antes", manifiesta Gardiazabal.

Así pues, los 27 gobiernos de la Unión han tenido las manos libres para plasmar las inversiones que consideraran necesarias en sus planes, cargados de generalidades. Ya se sabe que el 37% de los recursos han de ir destinados a la transición ecológica y el 33% a potenciar la economía digital. Con todo, estas son algunas de las ideas que han trascendido acerca de estos planes en algunos de los países afectados: 

Italia

Según ha detallado Le Monde, el país transalpino destinará 31.000 milllones a "infraestructuras de movilidad durables", en concreto, construir una línea de velocidad en las regiones meridionales más allá de la ya existente Roma-Nápoles-Salerno. Un viaje en tren entre Bari y Nápoles, las dos ciudades del sur más importantes, tarda lo mismo que un Nápoles-Bolonia. Italia también trabaja en "modernizar el sector ferroviario" en Sicilia. Draghi también ha pactado con el M5S el Superbonus, una manera de financiar –con créditos favorables– la reforma energética de todos los hogares nacionales. 

Alemania

Si el 70% de los recursos nacionales de cada plan ha de ir obligatoriamente a la transición ecológica y digital, el plan de Alemania (que recibirá algo más de 20.000 millones en ayudas directas, más de tres veces menos que España) pasa por ampliar ese porcentaje al 90%. El plan de resiliencia alemán gravita constantemente en torno a la sustitución del vehículo de gasolina o diésel por el eléctrico o propulsado con cualquier tipo de energía limpia. No es una decisión casual: Alemania es un país donde los fabricantes de coches tienen mucho peso. Uno de los grandes objetivos es la "descarbonización" impulsando para ello el "hidrógeno renovable", y otro conseguir una "movilidad respetuosa con el clima". 

Francia

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Una polémica se abre paso en el país vecino, alimentada por la extrema derecha de Marine Le Pen: la reforma de las pensiones que va a incluir en el plan el Gobierno de Emmanuel Macron. En realidad es una reforma anunciada desde la victoria del líder de En Marche en un 2017 en un país que vota conservador y que conserva un cariz social donde la jubilación se produce a partir de los 62 años, frente a los 66 en España que dentro de no mucho serán 67 años. Le Pen, euroescéptica, ha acusado al Elíseo de golpear a los pensionistas por orden de Bruselas, a lo que el titular de Finanzas Bruno Le Maire ha respondido que la Comisión Europea no le ordena nada. "Bruselas no nos pide una reforma de las pensiones, la pide Francia para que el sistema sea viable", dijo

Grecia

Otro de los que ya ha enviado su plan de recuperación, que viene aquí detallado: relanzar una interconexión energética entre las islas griegas (un centenar de ellas están habitadas permanentemente sobre un total de 6.000 islas e islotes), potenciar la industria turística como motor económico y de calidad. La interconexión de las islas "reducirá significativamente los costos de energía de los hogares y las empresas, así como las inversiones en almacenamiento de energía, que permitirán la mejor utilización del potencial del país en fuentes de energía renovable", señala la publicación. En cuanto al turismo, se prevén inversiones en el turismo de "montaña, salud, de aguas termales, gastronómico...". Se recaba la "modernización de los puertos turísticos" o el fomento del "turismo de buceo". Tras encarnar de 2010 a 2015 el protagonismo europeo en la crisis anterior de deuda, Grecia ha dejado de copar titulares negativos desde hace años. 

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