El mayor premio es compartirlo… ¿pero con Hacienda?: así tributa la Lotería de Navidad

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El próximo 22 de diciembre se celebrará el duecentésimo séptimo sorteo de Lotería de Navidad. Dicho de otro modo, este 2019 se cumplen 207 años desde que comenzó la tradición. Empezó en 1812, pero entonces ni siquiera se llamaba como ahora. Para eso hubo que esperar hasta 1892, aunque el título no se imprimió en los billetes hasta 1897. En cualquier caso, el sorteo no se ha interrumpido nunca desde que nació. Ni siquiera durante la Guerra Civil, cuando se celebraron dos diferentes: uno en la zona republicana y otro en la controlada por los golpistas. Durante muchos años, además, los premios repartidos no tributaban. Fue en 2013 cuando comenzaron a hacerlo. Desde entonces, ninguna persona premiada disfruta de todo lo ganado porque tiene que compartirlo con Hacienda. Pero este año, como novedad, quien reciba menos de 20.000 euros de premio no tendrá que hacerlo

Y esto, ¿cómo se aplica en la práctica? Por ejemplo, un individuo cuyo décimo resulte agraciado el próximo 22 de diciembre con un premio de 20.000 euros percibirá esa cantidad de forma íntegra. Si en cambio su cupón es premiado con 30.000 euros, recibirá 20.000 en su cuenta bancaria y, a los 10.000 restantes, Hacienda les dará un mordisco del 20%, es decir, de 2.000 euros. Lo que se llevará, por tanto, serán 28.000 euros. 

¿Y esto ha sido siempre así? ¿Cómo se puede cobrar el décimo? ¿Qué ocurre si se gana más de lo que está exento pero el décimo es compartido y el premio individual es inferior a 20.000 euros? infoLibre explica todos los detalles fiscales de la Lotería de Navidad.

  ¿Cuánto gana hacienda con la lotería de navidad?

Juegue o no juegue, Hacienda siempre gana algo. De hecho, este año, según una estimación realizada por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), la institución se embolsará 175 millones de euros. No obstante, no siempre ha sido la más agraciada en el sorteo. Sólo lo es desde el año 2013, cuando el Gobierno conservador de Mariano Rajoy, con Cristóbal Montoro al frente del Ministerio de Hacienda, subió los impuestos e introdujo, por primera vez, un gravamen a estos premios. Comenzaron a tributar, por tanto, los premios repartidos por la Once, el de Cruz Roja y los organizados por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), tal y como explica José María Mollinedo, secretario general de Gestha. 

En ese momento, según explica Mollinedo, sólo se mantuvieron exentos los primeros 2.500 euros de los premios. Es decir, si un individuo resultaba agraciado con un premio de 10.000 euros, percibía 2.500 de manera íntegra. A los 7.500 restantes, en cambio, se les aplicaba el 20% de impuestos. Es decir, Hacienda recaudaba 1.500 y la persona agraciada terminaba ingresando 4.000. Porque lo que se percibe ya tiene descontado lo que corresponde al pago de impuestos. 

Pero eso sólo se mantuvo hasta 2018. La Ley de Presupuestos de ese año, según explica Mollinedo, acordó que la cantidad exenta pasaría a ser de 40.000 euros. Pero eso sí, habría un periodo de transición. Por eso el año pasado esa cantidad fue de 10.000 euros y este de 20.000.

El primer sorteo que se celebrará, por tanto, con la nueva exención, será la Lotería del Niño del 6 de enero.

 

Decenas de personas hacen cola en la administración de Loterías Doña Manolita, en Madrid. | EFE

  ¿Es positivo que la cantidad exenta sea cada vez mayor?

A juicio de Mollinedo, es bueno para el jugador. Pero sólo a priori. Si la cantidad exenta de impuestos cada vez es mayor, es obvio que los premios serán también cada vez más elevados. "Para la gente que juega es mejor porque la tributación va a ser más baja", explica. Y eso anima al juego, lo que es positivo para el Estado porque "cuantos más jugadores hay, más dinero se gasta", añade. Pero no es tan positivo para algunos ciudadanos. Según Mollinedo, se puede generar un problema de adicción que se traslade, a su vez, a otros tipos de juegos de azar y de apuestas.

Por eso, desde Gestha no creen que tenga que existir una exención a quien resulte agraciado, reconoce Mollinedo. 

  Y si el décimo es compartido, ¿cómo se aplica la exención?

Según explica la Agencia Tributaria, "en el supuesto de que el premio fuera de titularidad compartida, la cuantía exenta se prorrateará entre los cotitulares en función de la cuota que les corresponda". ¿Qué significa esto? Según aclara Mollinedo, que las personas que comparten el décimo cobrarán lo que les corresponda con la parte correspondiente al pago de impuestos ya restada. 

Por ejemplo: dos individuos comparten un décimo que es premiado el próximo 22 de diciembre con 30.000 euros. A priori, a cada uno de ellos le corresponderían 15.000. Pero antes habría que restar el mordisco que percibirá la cartera de María Jesús Montero. Quitándolo, el premio neto se queda en 28.000, así que cada cotitular del cupón ingresará, en realidad, 14.000. Cada uno de ellos tendrá que compartir con Hacienda, por tanto, 1.000 euros. 

  ¿Dónde acudir a cobrarlo?

Depende del premio. Si no es una cantidad muy elevada —inferior a 2.000 euros—, se podrá acudir a la propia administración de loterías. Si en cambio se ha tenido la suerte de que sí lo es, habrá que acudir al banco

Un décimo es un documento al portador, por lo que quien lo tenga en su poder podrá cobrarlo. Y aquí surge una duda: ¿y si se comparte? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es tajante: recomienda que, antes de que llegue la fecha del sorteo, el depositario del décimo ya lo haya fotocopiado y haya entregado a cada participante una copia firmada en la que se indique "que tal persona juega en ese número, serie, fracción y sorteo, una cantidad de euros determinada". "También se suele enviar una foto del décimo por email o por WhatsApp", dice la organización, que detalla que "nunca" se debe cobrar todo sin identificar al resto de participantes si el décimo es compartido. 

 

Los bombos de la Lotería de Navidad llegaron este jueves al Teatro Real (Madrid). | EFE

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No se percibe lo que cantan los niños de San Ildefonso durante la ceremonia de entrega de la Lotería de Navidad. La cantidad dependerá de cuántos décimos se jueguen y del número de euros que habrá que compartir con Hacienda. Pero teniendo en cuenta eso, se puede hacer una estimación. Este año sólo se pagarán impuestos por los tres primeros premios. Si toca uno inferior, Hacienda no podrá quitar nada. Funcionará del siguiente modo:

 

  • El primer premio de la Lotería, el conocido como Gordo, es de un importe de 400.000 euros al décimo (cuatro millones por serie). De ellos, sólo tributan 380.000. Restando a esa cantidad el 20% que corresponde a Hacienda (76.000 euros), lo percibido por la persona premiada será de 324.000 euros.
  • El segundo premio ascenderá a 125.000 euros al décimo (un millón y medio por serie). En este caso, el mordisco de Hacienda ascenderá a 21.000 euros, así que el agraciado ingresará, finalmente, 104.000 euros
  • El tercer premio es de 50.000 euros al décimo (500.000 a la serie). En este caso se tributan 30.000, por lo que Hacienda percibirá 6.000. El premiado, por tanto, recibirá 44.000

La cuenta atrás para escuchar el que quizá sea el sonido más reconocible de la Navidad ya ha comenzado. De hecho, los bombos del sorteo de la Lotería llegaron este pasado jueves al Teatro Real de Madrid. Este año se repartirán 2.380 millones de euros en premios y, según una estimación de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administraciones de Loterías (Anapal), participarán 24 millones de personas.

El próximo 22 de diciembre se celebrará el duecentésimo séptimo sorteo de Lotería de Navidad. Dicho de otro modo, este 2019 se cumplen 207 años desde que comenzó la tradición. Empezó en 1812, pero entonces ni siquiera se llamaba como ahora. Para eso hubo que esperar hasta 1892, aunque el título no se imprimió en los billetes hasta 1897. En cualquier caso, el sorteo no se ha interrumpido nunca desde que nació. Ni siquiera durante la Guerra Civil, cuando se celebraron dos diferentes: uno en la zona republicana y otro en la controlada por los golpistas. Durante muchos años, además, los premios repartidos no tributaban. Fue en 2013 cuando comenzaron a hacerlo. Desde entonces, ninguna persona premiada disfruta de todo lo ganado porque tiene que compartirlo con Hacienda. Pero este año, como novedad, quien reciba menos de 20.000 euros de premio no tendrá que hacerlo

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