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Méndez, Sociedad Familiar: los hijos del banquero que arruinó Caixa Galicia mantienen una extensa red empresarial

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En mayo de 2004, próximo a los sesenta años, el jerarca de Caixa Galicia entendió que había llegado el momento del relevo. Fue así como José Luis Méndez López abrió paso a José Luis Méndez Pascual. El padre no estaba aflojando las riendas, pero aquella decisión apuntaba al hijo como su heredero en el escalafón superior de la caja. El espectáculo nepotista transcurrió sin pudor. Los Méndez se remitían vanidosamente a una práctica habitual entre los Ruiz Mateos o entre los Botín, por ejemplo. Todos ellos encumbrados según la valía de su árbol genealógico. Dado que el imperio de Méndez no tenía un origen familiar, era delirio de grandeza expresar a cualquiera de sus hijos: “Algún día esto será tuyo”.

Caixa Galicia no fue su banco, tampoco su latifundio. Fue algo raramente simbiótico: Caixa Galicia y José Luis Méndez eran la misma cosa. “Hay que entender que todo era Méndez”, dice un directivo que lo trató cuando la caja irrumpió en el Consejo de Administración de Pescanova. Ese predominio explica que sus hijos José Luis y Yago, nacidos en 1972 y 1975, debutaran con ventaja. “Era la importancia de apellidarse Méndez”.

Aunque traten de mostrarse meritorios y autosuficientes, José Luis Méndez Pascual, también llamado Lis, y su hermano Yago, son la encarnación del poder de su padre. El primero, licenciado en derecho por la Universidad de A Coruña, obtuvo el éxito a los treinta y dos años con cargos simultáneos: adjunto al gerente general de Caixa Galicia y consejero delegado de CxG Corporación Galicia. José Luis ejerció estas responsabilidades entre 2004 y 2011, sin renunciar al Consejo de Administración del Banco Etcheverría, uno de cuyos accionistas era la caja, y en donde estuvo una década. Su trayectoria arrancó en 1999, estrenándose en la División Financiera e Internacional de Caixa Galicia, y prosiguió, siempre en ascenso, como subdirector jefe de la Asesoría Jurídica Financiera.

El caso de Yago es igualmente meteórico. Exceptuando el master en negocios que cursó en 2000 en la Universidad de Boston, sus estudios de grado y de postgrado los realizó en instituciones vinculadas a la Iglesia católica o al Opus Dei: Universidad San Pablo CEU y Universidad de Navarra. Con veinte años entró a Caixa Galicia haciendo prácticas en la oficina de Londres. Era el verano de 1995. Después fue asistente de los departamentos de Renta Variable y de Renta Fija Privada, hasta que en septiembre de 2003 fue nombrado responsable de Inversiones. Antes de cesar en este puesto, y sin haber cumplido los treinta, fue elegido en junio de 2006 consejero de Pescanova, de Bodegas Terras Gauda, de Plásticos Ferro, de Audasa y de AC Desarrollo, empresas participadas por la caja de ahorros gallega. Entre junio de 2006 y octubre de 2010, fue el flamante director de la División de Empresas de Caixa Galicia.

“No son malos chicos”, comenta un ex directivo de Méndez, “pero antes de ser nadie eran los hijos del jefe, y eso influyó negativamente en el trabajo de todos. Mucho talento quedó relegado para que ellos ascendieran. No tenían experiencia y no eran brillantes. Se les dejó hacer sin ningún contrapeso, porque contrariarlos era caer en desgracia delante de Méndez”.

José Luis, Yago y Enrique son los hijos del único matrimonio de Méndez, casado desde 1969 con la valenciana Rosa Matilde Pascual Monzó, profesora titular de Sociología en la Universidad de Santiago a partir de enero de 1987, y posteriormente profesora y subdirectora de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad de Coruña. Rosa Matilde cambió las ciencias sociales por las ciencias contables: también se dedica al alquiler de bienes inmuebles por cuenta propia. En la nómina de Caixa Galicia hubo otras Pascual Monzó: Cecilia, representante en el territorio valenciano; y Enriqueta, responsable de Formación del Programa de Mayores de la Obra Social.

En junio de 2003, José Luis Méndez Pascual contrajo nupcias con Lucía Varela Porteiro, quien ocupaba desde 2002 una plaza como técnica de Prevención de Riesgos Laborales en el Grupo Empresarial Ence, presidido por su suegro desde la privatización de la papelera en 2001. Méndez López salió en junio de 2006; tres meses antes, Varela Porteiro hizo lo mismo. Desde ese año, la esposa de José Luis Méndez Pascual se unió a la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales, adscrita a la Universidad de A Coruña, una casa de estudios ligada a José Luis Méndez López, que presidió su Consejo Social entre 1994 y 2003. Desde 2008, Varela Porteiro también trabaja para la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga de A Coruña (ACLAD), organización que contó con el apoyo financiero de Caixa Galicia.

Yago Méndez Pascual se casó en julio de 2004 con la asturiana Natalia Rodríguez Arrojo, sin ninguna relación con la caja gallega. En cuanto al hijo menor de los Méndez Pascual, llamado también Enrique como su hermano Yago, y economista como él, se dio a conocer en Galicia, en septiembre de 2010, gracias a un texto comprensiblemente azucarado. Un padre excepcional se publicó a manera de tribuna dominical en La Voz de Galicia. Empieza yendo al grano: “Suele decirse que los padres excepcionales eclipsan a sus hijos, incapaces de superar los logros paternos…”

Aquella carta era el canto de cisne. En septiembre de 2010, Méndez no sólo cumplió sesenta y cinco años: su poder había acabado. Ni todos los festejos de su retoño podían evitar que el eterno y nepote director general se marchara con más pena que gloria. De esto se habrá dado cuenta Enrique al devolver, en persona y acompañado de notario, los honores que una vez rindieron a Méndez, y que ahora han sido invalidados por quienes desean verlo en el banquillo.

El abandono del barco

Con la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova en diciembre de 2010, la relación de los Méndez Pascual con la Caja de Ahorros no se extinguió en el acto. Méndez padre pasó a ejercer una Presidencia —sin atributos ejecutivos, pero con privilegios institucionales— en la Fundación Caixa Galicia. Estuvo allí hasta aproximadamente el primer trimestre de 2012.

En la nueva estructura de Novacaixagalicia, José Luis Méndez Pascual continuó administrando la cartera industrial. No por mucho tiempo: en julio de 2011, cuando la caja única estaba a punto de hundirse, dimitió como consejero delegado. Para suavizar la salida se voceó el estribillo dudoso “de común acuerdo”, lanzando otra cortina de humo a la prensa: CxG completó su ejercicio de 2010 con un beneficio después de impuestos de 32 millones de euros, y una liquidez calculada en 567 millones. Supuestamente, desde el nombramiento a dedo de José Luis Méndez Pascual, CxG generó un beneficio acumulado de 1.015 millones de euros, más 1.350 millones en ganancias bursátiles. Ese mismo año, el 22 de octubre, CxG nombró a José Luis Méndez López presidente de honor. Una distinción patética que echó gasolina al fuego.

Hasta hoy se ignora cuánto cobró Méndez Pascual por su indemnización, aunque se especula que la cifra rondó los seis ceros. Es un hecho que, a pesar de los datos fabulosos con los que hincharon la eficacia de CxG, Novacaixagalicia fue rescatada con 9.000 millones de euros pagados por los ciudadanos.

Yago Méndez Pascual dejó su cargo de director de la División de Empresas de Caixa Galicia en octubre de 2010. A pesar de la fusión, prolongó su puesto de consejero en Pescanova y en la Mutua de Seguros de Armadores de Buques de Pesca de España, adonde llegó en nombre de la caja, o sea: de su querido padre. Yago Méndez Pascual dejó la mutua en mayo de 2013. En septiembre de ese año, jugando a las dos bandas que pugnaban por el control de Pescanova, superó el corte cambiando su estatus de consejero dominical (los que representan a los accionistas) por consejero independiente. Aún formaba parte de la empresa cuando el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional repartió imputaciones por delitos de falseamiento de información económica y financiera, falseamiento de cuentas anuales y uso de información relevante. Méndez Pascual quedó ileso, pero tocado en el nuevo orden. Antes de que le empezaran a cobrar cuentas pendientes, optó por renunciar en mayo de 2014.

La caída del presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, íntimo de José Luis Méndez López, es un síntoma que puso en evidencia a Caixa Galicia como la constructora de espejismos por antonomasia. La caja llegó a tener el 25% de las acciones de Pescanova y fue su principal prestamista: sólo en 2009, un año antes de que Méndez fuera echado del camino, Fernández de Sousa recibió créditos por más de 280 millones de euros.

Una nueva vida laboral

“José Luis Méndez no hace ostentación de nada”, afirma un viejo conocido del ex director de Caixa Galicia desde la época en que ésta compró acciones del Banco Pastor.

—¿A qué se dedica ahora?

Se dedica a pasear, fundamentalmente.

—Hace su vida normal y no pasa nada.

—Eso, no pasa nada.

Es difícil imaginar a un hombre de negocios como Méndez llevando la rutina del sibarita que viaja, se da caprichos y cuida de sus nietos. El paracaídas dorado de 16,5 millones de euros que le regaló la caja es pura adrenalina. Dejar la suma inerte equivale a despreciar la riqueza. Peor todavía si no existe el agobio de los escollos judiciales.

En la etapa otoñal de Méndez vuelven a coincidir los padres, los hijos y hasta las nueras. Todos imitando el arte que inculcó su maestro: la especulación inmobiliaria y financiera. La nueva vida laboral de esta familia está influenciada, para bien y para mal, por las casi tres décadas que el padre rigió Caixa Galicia, y por los doce y trece años que José Luis y Yago despuntaron bajo su ala.

La primera puerta que tocó Yago Méndez Pascual fue la de Enrique Bañuelos. Y su amigo lo dejó entrar en Veremonte, su holding con sede en Reino Unido y con oficinas en Brasil, Colombia y China. La representación en España fue creada en abril de 2009. El 1 de diciembre de 2011, Yago fue nombrado director de Estrategia de Veremonte España SL, cuyo objeto social recuerda a la funesta Astroc: “Promoción, gestión y desarrollo de todo tipo de operaciones inmobiliarias y urbanísticas”. Y tanto: el 21 mayo de 2012, utilizando esta sociedad limitada como una sociedad de inversión, Bañuelos formalizó la osada compra del 28,38% de Amper SA, una empresa dedicada a la tecnología y la defensa.

Dos meses después, el 25 de julio de 2012, Yago Méndez Pascual fue nombrado su consejero delegado. La hazaña se publicitó como “El regreso de Bañuelos” o “La venganza de Bañuelos”, en alusión al fiasco de Astroc y a la salida del potentado valenciano hacia tierras latinoamericanas. La suerte sonrió —efímeramente— a los socios mayoritarios. En su primer semestre como CEO, Méndez Pascual ganó unos 73.000 euros; al año siguiente, las retribuciones se multiplicaron por cuatro, cobrando unos 304.000 euros. Pero de nuevo el estigma Astroc se dejó sentir: desmoronamiento bursátil, pérdida de ganancias, despido masivo de plantilla, y una infructuosa búsqueda de financiación.

El 2 junio de 2014, Yago Méndez Pascual, el ejecutor del plan de ajuste que desembocó en quiebra técnica, dimitió como consejero delegado de Amper S. A. Tres meses antes, Bañuelos había ofrecido un acto de escapismo al vender el 20% de sus acciones.

La transición laboral de Lis fue menos protagónica que la de su hermano, pero en cambio le proporcionó estabilidad. En septiembre de 2011, Altium Capital lo contrató como senior advisor. En junio de 2012, A&G Banca Privada, una firma de gestión de patrimonios fundada en España en 1987 y participada por un grupo suizo, lo nombró director ejecutivo. Al poco tiempo fue incluido en el Consejo Asesor de Kreab Gavin Anderson. De todos los puestos, el más prometedor es el de A&G Banca Privada. En junio de 2014, el Banco de España dio su autorización para que se convirtiera en banco. Un conocedor del quién es quién en Galicia resulta atractivo para una entidad que se dedica a manejar sicav y productos similares.

En lo que respecta a José Luis Méndez López, su ciclo post Caixa Galicia está determinado por la opinión que una fuente del sector económico confió a infoLibre: “Méndez no dejaba a nadie sin su parte de la tarta. Hacía un reparto inteligente. Sabía cómo funcionaban las cosas”. En períodos de mala fama, que no de escasez, la ayuda de socios favorecidos por sus créditos ha sido primordial. Forzado por su separación de Caixa Galicia, Méndez efectuó la ronda de renuncias en los consejos de administración a los que accedió. Afortunadamente para él, no todo transmitía una sensación de derrota. El 18 de noviembre de 2010, antes de la fusión de las cajas gallegas, el Grupo Tojeiro nombró a Méndez consejero en la Regasificadora del Noroeste SA (Reganosa). Este cargo puso a Méndez otra vez en la órbita del negocio del gas natural licuado.

En octubre de 2005, BBVA y Caixa Galicia concedieron al Grupo Tojeiro un crédito por 466 millones de euros para la construcción de Reganosa, una planta ubicada a cincuenta kilómetros de A Coruña, en Mugardos, en la ría de Ferrol. En marzo de 2006, Caixa Galicia pagó 7,6 millones de euros por la sesión temporal del 15,9% de las acciones de Reganosa. Desde 2001, la caja se plegó al padrino del proyecto, que no era otro que el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne, y adquirió una participación del 10%. En julio de 2010, el Grupo Tojeiro recuperó el porcentaje prendado bajo la dirección de Méndez. Con la ayuda de la Xunta Galicia invocaron la protección de la “galleguidad”, logrando incrementar sus acciones para asegurarse el control de Reganosa ante la llegada de inversores extranjeros.

Activos financieros, inmuebles y zapatos

Se suponía que, a partir de abril de 2004, cuando se hizo cargo del motor financiero de Caixa Galicia, José Luis Méndez Pascual estaba asumiendo una responsabilidad enorme: el trato con más de treinta empresas, sin olvidar los compromisos derivados de su calidad de consejero. Por eso llama la atención que inventara el tiempo y las fuerzas para ofrecer asesorías particulares.

Port Vamenpa SL y Port Valis SL fueron constituidas en marzo de 2003. La primera se dedicaba a prestar servicios financieros; la segunda, a prestar servicios jurídicos. Ambas tenían como domicilio la calle Bolivia, de Madrid, y se crearon tres meses antes del matrimonio con Lucía Varela Porteiro. De ahí que “Vamenpa” y “Valis” sean palabras formadas con los apellidos Varela y Méndez Pascual, y Varela y “Lis”, mote de Méndez Pascual, administrador de las empresas. También su liquidador: Port Vamenpa SL en noviembre de 2013, y Port Valis SL en febrero de 2014.

Si la pareja de José Luis Méndez Pascual aparecía en 2003 sólo sugerida en los nombres de las empresas, las circunstancias convirtieron a Lucía Varela Porteiro en consejera y presidenta de 4LG Patrimonios, una sociedad limitada inscrita en el registro mercantil de Madrid, y cuyas operaciones empezaron el 22 de mayo de 2012. La empresa se dedica a las finanzas. Además de Lis, que actúa como consejero, secretario y CEO, hay otro Méndez Pascual de consejero: su hermano menor Enrique.

El uso de los apellidos conyugales en las denominaciones de las empresas es un recurso compartido por Yago Méndez Pascual. El 31 de marzo de 2011 comenzó a funcionar Rodmen Capital Investment. “Rod” va por Natalia Rodríguez Arrojo, que es su apoderada, y “Men”, obviamente por Yago, que ejerce de administrador único. El propósito de esta sociedad limitada es “la suscripción, tenencia, permuta y venta de valores inmobiliarios nacionales y extranjeros, gestión y administración de acciones y participaciones”. En diciembre de 2012, el objeto social amplió sus miras al “diseño, producción y comercialización de bolsos, zapatos, ropa y demás accesorios para mujer y para el hombre”. Rodmen Capital Investment tiene un capital depositado de 3.006 euros y su domicilio se encuentra en la calle Bolivia, de Madrid (la misma calle dónde estuvieron localizadas las Port Vamenpa y Port Valis de su hermano Lis).

De José Luis Méndez López se ha dicho que asesora a la Inversora de Hoteles Vacacionales, administrada por Iberoestar, el grupo de su amigo Miquel Fluxá Roselló. Fuentes del entorno empresarial de Méndez consultadas por infoLibre dan por existente esta relación, añadiendo que dicho compromiso explica los continuos viajes del ex director general de Caixa Galicia a Mallorca. Lo cierto es que la Caja de Ahorros gallega concedió créditos a la Inversora de Hoteles Vacacionales por más de 20 millones de euros. Entre 2004 y 2006, Yago Méndez Pascual fue uno de sus consejeros.

Finalmente, al consultar la información económica disponible, encontramos que Méndez López está vinculado a dos sociedades limitadas: Promoción Urbanística Integral 2005 y Yaxoe Inversiones.

Promoción Urbanística Integral 2005 se fundó, como revela su nombre, en noviembre de 2005. Está inscrita en Santa Cruz de Tenerife. Su objeto social es un código NAE 7490, lo cual significa que ofrece servicios a clientes comerciales que requieran niveles de conocimiento profesional, científico y técnico avanzados en su campo. Los datos disponibles del Boletín Oficial del Registro Mercantil, del 10 de enero de 2011, establecen que José Luis Méndez López dimitió como consejero el 20 de enero de 2011, cediendo su puesto a Enrique Méndez Pascual. Según consta, esta sociedad limitada ha tenido dos ampliaciones de capital. La del 5 de enero de 2012, que lo aumentó hasta llegar a 1.120.000,00 euros; y la del 7 de agosto de 2014, que lo redondeó a 1.500.000,00 euros. Otro cambio importante en la empresa fue la inclusión, el 17 de junio de 2014, de Víctor Manuel Romero Díaz, un apoderado ajeno al clan.

De acuerdo al Boletín Oficial del Registro Mercantil del 1 de abril de 2014, Yaxoe Inversiones inició sus operaciones el 27 de febrero de ese año. Se anota, además, que José Luis Méndez López es su socio único, y que posteriormente Enrique Méndez Pascual fue nombrado administrador único. El objeto social de la empresa, domiciliada en Madrid, consiste en “la tenencia, gestión, administración, adquisición, suscripción, asunción, desembolso, transmisión, enajenación, aportación o gravamen de valores o activos de carácter mobiliario, incluyendo acciones, participaciones sociales, cuotas de participación en sociedades, fondos o comunidades de bienes…”. La palabra que no está es la que define la naturaleza de Yaxoe Inversiones: finanzas.

En 2014 hubo dos ampliaciones de capital. Una, realizada el 18 de septiembre, que elevó la cuantía inicial a 195.160,00 euros; y otra, de fecha 27 de noviembre, que contabilizó el capital disponible en 700.470,00 euros. Al consultar los archivos de la Oficina Española de Patentes y Marcas, encontramos que Yaxoe Inversiones SL registró en febrero de 2013 el logo de Yaxoe.

Falta la esposa, la madre. En septiembre de 2014, el Bloque Nacionalista Galego denunció ante el Parlamento gallego que Rosa Matilde Pascual Monzó compró a CxG Corporación Caixa Galicia un paquete inmobiliario compuesto por cinco pisos, ocho plazas de garaje y un bajo. La esposa de Méndez López y madre de Méndez Pascual pagó 1,8 millones de euros. Según publicó Paola Obelleiro (El País: 25 de septiembre de 2014) la familia no desmintió el arreglo, pero citó en su defensa una supuesta promoción de venta entre los parientes de los empleados de Caixa Galicia. Este descuento explicaría el diferencial sobre la tasación elaborada por la caja. Obelleiro también mencionó una herencia de la que habría echado mano la señora Pascual Monzó para desembolsar sin apuros un solo pago en metálico.

La familia Méndez no ha respondido a las reiteradas llamadas de infoLibre para conocer su versión sobre distintos datos acerca de sus actividades empresariales.

En esta historia hay dos elementos preocupantes:

A) Que el matrimonio Méndez Pascual declaró ante notario una separación de bienes. Este régimen patrimonial no se acordó en 1969, año en que se casaron José Luis Méndez y Rosa Matilde Pascual Monzó, sino cuarenta años más tarde, en febrero de 2009. Para entonces, el dilema era la fusión o la quiebra. En ese contexto, la compra de los inmuebles, que tuvo lugar unos diez meses después de ajustado el régimen de gananciales de la pareja, es objeto de reproche.

B) Este aparente amaño vio la luz porque alguien, acogiéndose al anonimato, se tomó la molestia de meter en un sobre 156 páginas y remitirlo a la sede comarcal de la Confederación Intersindical Galega. La CIG ha estado activa en la denuncia penal de Caixa Galicia y Caixanova. Ejemplo de ello es la querella por la comercialización de las preferentes ante la Audiencia Nacional. Contra todos los pronósticos, este tribunal se declaró incompetente y despachó las diligencias a un juzgado de Vigo.

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Clodomiro Montero, el responsable de CIG-Banca, y a quien iba dirigido el envío postal, sostiene que los papeles anónimos tienen todos los visos de autenticidad. “Están las tasaciones y las escrituras”. A pesar de que el legajo fue presentado en la Fiscalía de Santiago de Compostela, el escándalo parece haber entrado en la nevera. “A día de hoy seguimos sin respuesta”, dijo Montero a infoLibre. “Por parte de la Fiscalía no se ha hecho nada”. La queja del sindicalista está fundada: “Meternos con los antiguos directivos de las cajas para que se haga justicia es tremendamente complicado”.

La nueva vida de que goza José Luis Méndez López no posee el grado de marginación o desconsuelo que la gente cree. Aunque su crepúsculo ha sido afeado por la humillante revocación de sus homenajes cívicos, Méndez aún no se ha visto en la necesidad de titubear al dar los pasos, o de contener el aire, suspendido sobre una cuerda floja.

Que su apellido ha dejado de ser un “Ábrete, Sésamo” en el salvaje mundo de las finanzas está por verse.

En mayo de 2004, próximo a los sesenta años, el jerarca de Caixa Galicia entendió que había llegado el momento del relevo. Fue así como José Luis Méndez López abrió paso a José Luis Méndez Pascual. El padre no estaba aflojando las riendas, pero aquella decisión apuntaba al hijo como su heredero en el escalafón superior de la caja. El espectáculo nepotista transcurrió sin pudor. Los Méndez se remitían vanidosamente a una práctica habitual entre los Ruiz Mateos o entre los Botín, por ejemplo. Todos ellos encumbrados según la valía de su árbol genealógico. Dado que el imperio de Méndez no tenía un origen familiar, era delirio de grandeza expresar a cualquiera de sus hijos: “Algún día esto será tuyo”.

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