Montoro detecta una “muchedumbre de pronósticos” a favor del “adiós a la crisis”

6

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha sumado al coro de euforia económica que ayer dejó a atrás los tímidos brotes verdes para dar paso desde Nueva York al “fantástico” momento que, según Emilio Botín, vive una España repleta de dinero llovido de todas partes.  El país, augura Montoro, “dirá definitivamente adiós a la crisis” el próximo año porque “una muchedumbre [sic] de pronósticos” así lo dicta.

“2014 será el año del crecimiento y la creación de empleo”, ha insistido el ministro en Santander, durante la clausura de un debate sobre Los presupuestos de la recuperación organizado por el PP. De ahí que a continuación haya pedido al resto de los partidos que hagan “apuestas” y “ofertas”, en vez de limitarse a “negar” que el país “está saliendo de la crisis”, informa Europa Press.

En el mismo foro, el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, ha repetido el mensaje: la recesión ha quedado atrás y España está en “el prólogo de la salida de la crisis”. “Además de contar la verdad”, ha asegurado, “el Gobierno va a gestionar la realidad, pensando en el interés general y no en nuestro interés electoral”. El entusiasmo del presidente del Santander ha contagiado al PP y al Ejecutivo. “Podemos mirar con optimismo el futuro”, ha proclamado también en Santander Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica del presidente del Gobierno. Para la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, España será “pronto el país de las oportunidades y del empleo”. Y a juicio del responsable de Seguridad Social, la recuperación es tan clara que el problema es de ceguera selectiva: “Quienes no vieron en su día la entrada en el túnel, ahora no quieren ver la salida”.

Eso sí, “el bienestar”, en la percepción de Álvaro Nadal, sólo comenzará a mejorar “cuando se vaya afianzando la actual senda de recuperación económica”, y para ello es imprescindible “perseverar”.

Nueva York y la Bolsa

Tanto Nadal como Montoro han hablado de la mejora de las exportaciones, de las subastas del Tesoro Público, de la bajada de los costes empresariales y de un “déficit público por debajo del 7%” como los logros de la política económica del Gobierno. Mientras, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se fijaba en algo tan sutil como la “percepción” que los inversores internacionales tienen sobre la economía española. Y, al igual que Botín, Guindos pudo notar el cambio en Nueva York, en su caso durante las cumbres del G-20 y del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Hay una corrección de los desequilibrios macroeconómicos de la economía española”, aseguró en alusión al endeudamiento, el sector inmobiliario, y la mayor solvencia del sector bancario. “Y eso es una realidad”, remachó. Aunque, más prudente que su compañero de cartera, dejó en “tenue, suave” los calificativos dedicados a la recuperación.

Ese mismo estado de ánimo es el que llevó ayer al Íbex 35 a superar la cota de los 10.000 puntos por primera vez desde julio de 2011, después de dos semanas registrando máximos anuales. Aunque los analistas atribuyen la alegría del parqué madrileño al crecimiento de China en el tercer trimestre –un estratosférico 7,8%– y al acuerdo entre republicanos y demócratas que ha elevado el techo de deuda y puesto fin al cierre de la Administración en Estados Unidos.

La economía real

Hasta aquí las percepciones, los datos macroeconómicos y las previsiones de los expertos. La economía real aporta otros datos menos halagüeños. El preconcurso de acreedores de Fagor, que pone en peligro 5.642 puestos de trabajo; la huelga indefinida en Panrico, en la que se prevén 1.900 despidos y bajadas de sueldo de hasta el 45%; Tragsa acaba de presentar el mayor ERE de una empresa pública: afectará a 1.689 personas; Catalunya Banc ha empezado ya a despedir a 2.395 de sus empleados antes de intentar vender la entidad por tercer vez.

El número de desempleados de larga duración, es decir, los que llevan más de 12 meses sin trabajar, alcanzó en el segundo trimestre los 2,95 millones, un 696,8% más en comparación con los niveles previos a la crisis. Es el mayor aumento entre todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Ya son 1,84 millones de desempleados los que no reciben en España ningún tipo de prestación.

Otra señal: la morosidad de la banca alcanza la cifra récord histórica del 12,12%. Pese a las afirmaciones de Cristóbal Montoro, la bajada de los salarios también tiene sus propias cifras, avaladas por instituciones como el INE, el Banco de España o la propia UE. Cuando Nadal menciona la caída de los costes empresariales o el aumento de la competitividad en realidad habla de la rebaja de las nóminas. De acuerdo con los datos extraídos del Movimiento Continuo de Vidas Laborales (MVCL), elaborado por la Seguridad Social, los salarios de los españoles han bajado un 12% desde 2010 en términos reales; es decir, teniendo en cuenta la inflación. Lo dice la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), en cuyo patronato figuran las mayores empresas y bancos del país. En definitiva, con las nóminas se hace más difícil no sólo devolver los créditos sino incluso mantener un consumo interno que no sale del coma.

De Guindos avanza una reducción del paro en la EPA del tercer trimestre

Ver más

Sus propias previsiones

Pero es que las prisas y la alegría del Gobierno contradicen sus propios pronósticos. La memoria económica del proyecto de reforma de las pensiones, recién aprobado en el Consejo de Ministros, reconoce que habrá que esperar a 2022 para que la economía española se recupere. Sólo entonces la buena salud de la Seguridad Social –el alza del empleo aumentará las cotizaciones, por tanto los ingresos del sistema, y creará un superávit en sus cuentas– permitirá aplicar a las pensiones un índice de revalorización “próximo” al techo del IPC+0,25%. Hasta entonces, el déficit del sistema las mantendrá con la revalorización mínima del 0,25%, independientemente de que la inflación, el coste de la vida, sea superior.

Más economía real, aunque el dato proceda del FMI. Según sus últimas previsiones, aun mejorando el crecimiento del PIB para este año y el próximo, el paro llegará al 26,7% en 2014 –ahora es del 26,26%, 5,97 millones de personas–, por encima incluso de la tasa griega. Los pronósticos del Ejecutivo tampoco son como para lanzar las campanas al vuelo: un 25,9% para el próximo ejercicio.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha sumado al coro de euforia económica que ayer dejó a atrás los tímidos brotes verdes para dar paso desde Nueva York al “fantástico” momento que, según Emilio Botín, vive una España repleta de dinero llovido de todas partes.  El país, augura Montoro, “dirá definitivamente adiós a la crisis” el próximo año porque “una muchedumbre [sic] de pronósticos” así lo dicta.

Más sobre este tema
>