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Un mes después del cese de Jaime Echegoyen como presidente del banco malo Sareb, el nuevo máximo ejecutivo de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, Javier García del Río, ha presentado una reestructuración de la cúpula, según confirma a infoLibre la sociedad participada en un 45% por el FROB. Once ejecutivos han sido despedidos este jueves 3 de junio, varios de ellos pertenecientes al comité de dirección.
La reorganización era esperada debido a la última polémica acaecida en abril pasado que ha afectado a la sociedad encargada de liquidar los activos tóxicos de la banca española derivados de la anterior recesión económica (2008-2014): las pérdidas acumuladas desde el nacimiento de Sareb en 2012 alcanzaron los 35.000 millones este año, y el Estado ha tenido que anotar esa merma como deuda pública. Una anotación que echa por tierra cualquier perspectiva del Gobierno sobre la deuda una vez se supere la crisis del coronavirus y que puede acarrear más reformas a asumir ante la Comisión Europea, siempre vigilante ante las cuentas públicas de los Veintisiete.
En concreto, saldrán de Sareb los miembros de la máxima dirección Iker Beraza (director comercial) e Idoia Maguregui (Medios e Innovación). Ambos se situaban justo por debajo de García del Río en el escalafón, como parte de los ocho miembros de la cúpula. Pero en una segunda línea, dejarán la sociedad también otros nueve directivos, entre los que se encuentran los principales responsables de Gestión Social de Activos en Responsabilidad Social Corporativa, de Cumplimiento, Control Interno y Relaciones Institucionales o de Planificación, entre otras áreas.
Cabe destacar la reducción de miembros de la alta dirección por parte de Sareb en los últimos tiempos. Al inicio de la pandemia eran 26 miembros. Después quedaron reducidos a 18, y finalmente se han ido recortando hasta quedar ocho personas. Este 3 de junio por la tarde García del Río (que ha sido consejero delegado de Sareb el último año antes de ascender a la Presidencia) ha presentado los cambios a la plantilla. A finales de 2020, en el banco malo trabajaban 382 personas, según el último informe de gestión.
La Sareb fue diseñada por Luis de Guindos, cuyo equipo aseguraba en el momento de su creación que no costaría ni un duro al erario público. Nueve años después ha sucedido todo lo contrario. Las razones son varias, pero la primera de todas es que al echar a rodar la sociedad se pagó un sobreprecio por el ladrillo tóxico de las entidades financieras. En 2016 el Gobierno incluso llegó a aprobar un cambio contable para que no afloraran las pérdidas acumuladas de 3.200 millones de euros, reconociéndose solo 751 millones.
García del Río es el tercer presidente de Sareb tras Belén Romana (2012-2015) y Echegoyen (2015-2021).
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