El presidente de Endesa y del grupo Mediobanca en España, Borja Prado, adelantó en julio al Gobierno los planes del grupo italiano Enel para la eléctrica que había adquirido a golpe de OPA entre 2005 y 2007 por 40.000 millones de euros. Prado detalló al ministro de Industria, José Manuel Soria, la hoja de ruta que la propiedad italiana ha aplicado tras el verano en la que fue la primera eléctrica del país: traspaso de la filial chilena Enersis a la matriz; cobro de 13.437 millones en dividendos -de 14.606 millones a repartir- y relevos en la cúpula. Prado trasladó también la información al área de vicepresidencia del Gobierno, según confirmaron a infoLibre fuentes al tanto de los contactos.
Pese a conocer los planes para exprimir la compañía eléctrica, incluso endeudándola más para repartir los dividendos extraordinarios más altos en la historia de la Bolsa, el Gobierno no realizó ningún movimiento. La portavoz del Ministerio de Industria declinó confirmar el encuentro entre Borja Prado y el ministro José Manuel Soria con el argumento de que "el departamento no comenta la agenda del ministro".
La portavoz recordó también que tanto Soria como el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal -hermano del director de la Oficina Económica del Presidente, Álvaro Nadal- han manifestado que el Gobierno no tiene nada que decir sobre operaciones en empresas privadas. Enel controla un 92% de las acciones de Endesa y está participada por el Estado italiano, de forma directa e indirecta, en un 30%.
Merma de posición
Los planes de Enel suponen una importante merma para la posición de la imagen de España en el exterior. Con el traspaso a Enel de los activos de Endesa en América Latina, que suponen el 41% de la compañía (16.240 MW de potencia instalados), el primer grupo eléctrico suramericano, Enersis, pasa a depender directamente de la compañía estatal italiana.
Endesa, que también perdió los activos renovables con la salida de Acciona de su accionariado en 2009, se queda como una compañía nacional, disminuida y sin posibilidad de competir en la gran liga de las energéticas europeas. Esa liga. en un contexto de menor demanda y caída de negocio por el auge del autoconsumo, queda para grandes como Enel, la francesa pública EDF, la alemana RWE y la sueca Wattenfall.
Endesa, además, ha servido como palanca para acomodar la posición deudora de la matriz -Enel debe 41.000 millones-. Los analistas financieros han captado quién gana y quién pierde con el traspaso de activos y el pago de dividendos extraordinarios.
"Endesa se está endeudando para pagar dividendo (su matriz Enel será la principal beneficiada) y no para abordar nuevos proyectos o crecer más", señalaron la pasada semana los analistas de Bankinter. "En concreto -destacaron- con un préstamo de 4.500 millones de euros a 10 años a un tipo de interés fijo del 3% y una línea de crédito de 1.000 millones de euros a un año a Euribor+0,6%". El resultado: una deuda financiera neta de 6.650 millones de euros.
Alerta en la CNMC
"Es un golpe importante en la posición geoeconómica de España", explica un exministro de Industria socialista; "pero el Gobierno poco podía hacer", añade. En realidad, nada. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), alertada por las informaciones publicadas acerca de las intenciones de Enel, analizó el caso. Así lo admitieron fuentes del organismo que preside José María Marín Quemada.
Competencia concluyó que no había posibilidad de intervenir porque ya en 2007 la Comisión Europea obligó a suavizar las condiciones impuestas a la entrada de Enel por la antigua CNE. La compañía italiana, además, se ha adelantado a las críticas y ha anunciado inversiones de 2.500 millones en España hasta 2016. Nadie podrá acusarla de no invertir en actividades reguladas esenciales.
"Enel pagó cara Endesa", relata un exdirectivo de una empresa del sector energético. "Los italianos -explica la misma fuente- han perdido mucho dinero y han decidido quedarse con la parte del negocio que tiene expectativas de crecimiento". Esa parte es América Latina porque, en Europa, las perspectivas de negocio, con la economía renqueante y exceso de capacidad, no son buenas. Para este directivo, que reclama el anonimato, "el error se cometió [por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero] cuando se abrió por primera vez en un país [España] la posibilidad de que una utilitiy semipública se tragara la mayor eléctrica".utilitiy
Un final vergonzoso
El exdiputado socialista y ex director del IDAE, Javier García Breva, resume así la estrategia de Enel en Endesa: "Están ordeñando la vaca al máximo. Es un vergonzoso final de un desastre político que comenzó con el ambicioso plan de José Montilla (ministro de Industria con Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2006 y presidente de la Generalitat entre 2006 y 2010) para llegar a la presidencia de la Generalitat".
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Endesa no comenta las gestiones de su presidente, Borja Prado, ni las operaciones ya anunciadas en la compañía. No obstante, fuentes de la empresa entienden la agitación que ha causado el adelanto de los planes de Enel en la eléctrica española y el espectacular reparto de dividendos anunciado. IU los ha calificado de "escandalosos" y fruto de una operación "absolutamente inmoral e inaceptable".
El frente político podría ser más duro. Pero Enel se preocupó de engrasar cada paso dado en España desde 2007. La compañía italiana nombró consejero de la matriz al exvicepresidente socialista Pedro Solbes -abandonó el cargo este año-; colocó al expresidente José María Aznar como asesor internacional y sentó en el consejo de la filial chilena Chilectra a Elena Salgado, la sucesora de Solbes en la cartera de Economía del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.
Al frente de Endesa, Enel colocó a Borja Prado, hijo del embajador y asesor financiero del Rey Juan Carlos, Manuel Prado y Colón de Carvajal, que ha compaginado sin ningún obstáculo la presidencia de la eléctrica con la labor de delegado en España de Mediobanca como asesor en operaciones en el mismo sector eléctrico.
El presidente de Endesa y del grupo Mediobanca en España, Borja Prado, adelantó en julio al Gobierno los planes del grupo italiano Enel para la eléctrica que había adquirido a golpe de OPA entre 2005 y 2007 por 40.000 millones de euros. Prado detalló al ministro de Industria, José Manuel Soria, la hoja de ruta que la propiedad italiana ha aplicado tras el verano en la que fue la primera eléctrica del país: traspaso de la filial chilena Enersis a la matriz; cobro de 13.437 millones en dividendos -de 14.606 millones a repartir- y relevos en la cúpula. Prado trasladó también la información al área de vicepresidencia del Gobierno, según confirmaron a infoLibre fuentes al tanto de los contactos.