Es oficial. Habrá protestas en Inditex y la tesis esencial que se esconde detrás de ellas es que el reparto de los súperbeneficios debe alcanzar a toda la plantilla de alguna forma. Es un debate abierto ya en sectores como la banca o el de las energéticas y ahora alcanza al textil. Pero no es el único motivo. UGT y CCOO han convocado concentraciones, por separado aunque en algunos casos coincidirán físicamente, este viernes 22 en tiendas del grupo de distintos puntos de España como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Santander, Bilbao, Las Palmas o Vigo. Y más adelante, el 7 de abril, la Confederación Intersindical Galega (CIG) baraja llamar a una manifestación en A Coruña.
Abrieron la espita de la reivindicación las dependientas de las tiendas en Galicia, las mal llamadas "niñas" de Inditex, que en 2022 salieron a la calle para denunciar su precariedad y protagonizaron huelgas en una industria donde no son habituales, cansadas de acumular salarios que no estimaban dignos. Su lucha se extendió luego a otras zonas y se consiguieron mejoras laborales. Ahora, UGT y CCOO, apuntan a la falta de acuerdo con la empresa en los procesos de negociación abiertos con posterioridad como otro motivo para retomar las movilizaciones.
En concreto desde UGT reclaman que se ponga fin al “retraso intencionado por parte de Inditex para cumplir los compromisos” acordados “en el plan de igualdad firmado en julio del año pasado” como la consolidación de horas para los contratos a tiempo parcial, la reducción de estos últimos, o el aumento de jornadas contratadas. Álvaro Cagigal, responsable de Inditex a nivel estatal en UGT acusa a la empresa de “realizar propuestas ridículas que condenan a las plantillas a seguir sin librar fines de semana y con contratos de horas muy bajos con jornadas irregulares, que no permiten tener un salario digno y que suponen una lacra”. “Las trabajadoras de las tiendas se han cansado de ser las que peores condiciones tienen dentro del grupo y están pidiendo cosas justas, no ganar 5.000 euros y trabajar dos horas, sino unas condiciones que se ajusten a la realidad de la empresa en la que están”.
Reconocen que en una reunión mantenida el pasado día 19, se avanzó. La empresa “está dispuesta a hablar” de recompensar "el trabajo en sábado” y de “crear un incentivo para dependientas” ligándolo todo a la venta; e hizo una propuesta de una prima por vinculación hasta 2026 que premiará la experiencia. Se cobraría a partir de los 25 años de antigüedad, aunque no quienes superen los 48.000 euros brutos al año. Se trató también la reducción de la jornada laboral en función de la edad, según fuentes sindicales. Pero UGT entiende que “no es suficiente”, por lo que seguirán adelante con las protestas.
Desde el lado de CCOO, anotan que tras equiparse en todo el grupo los salarios, el sistema de comisiones y las ayudas sociales, buscan seguir homologando, a través de las mesas de ámbito estatal, otros aspectos como el mencionado reconocimiento de la experiencia en la empresa y el plus de antigüedad, el cierre de tiendas, la transparencia en las comisiones o la aplicación de un "incentivo dependienta" a todas las cadenas por igual. “Tenemos varias vías de negociación abiertas con Inditex que están paradas y queremos que se reactive la negociación real, máxime viendo los beneficios que ha arrojado la empresa en la última cuenta de resultados. Creemos que eso tiene que repercutir en la plantilla”, defiende Lucía Tremor, secretaria general de CCOO Servicios en Galicia. A esas ganancias alude en la misma línea Cagigal: “Todos nos alegramos de que la empresa bata récord, de que cada vez tenga más beneficios y reparta el dividendo más grande de la historia entre los accionistas, pero queremos que se comparta con todos, cada uno en el porcentaje que le corresponda según la responsabilidad que tiene, porque todos ayudamos a que Inditex sea lo que es”, asevera.
Un ejercicio histórico
El grupo, que aglutina a marcas como Zara, Bershka, Stradivarius, Massimo Dutti, Lefties, Pull&Bear..., registró un beneficio neto récord de 5.381 millones de euros en su ejercicio fiscal 2023-2024, que comprende desde el 1 de febrero de 2023 al 31 de enero de 2024, el segundo de Marta Ortega al frente de la presidencia, lo que supuso un incremento del 30,3% respecto al año anterior. Es más que los 4.816 millones que alcanzó Caixabank o de los 4.803 de beneficio neto que logró Iberdrola el año pasado. Inditex, que elevará el dividendo un 28%, hasta 1,54 euros por acción, tuvo además unas ventas históricas con 35.947 millones de euros, un 10,4% más respecto a 2022, lo que significó un alza del 14,1% a tipo de cambio constante.
Con esas cifras en la mano, a UGT le “resulta curioso” que lo que plantee la compañía es que “por una cuestión de presupuestos, no puede atender lo que pedimos”. Y Tremor aporta: “ Podemos dividir la facturación que tienen en España por el número de trabajadores de tienda y calculamos que lo que produce cada trabajador se aproxima a los 200.000 euros, por lo que los beneficios tienen que repercutir también en ellos”, incide. “La gente ve que la goma ya no se puede estirar más”, sobre todo, “cuando, a raíz de la pandemia, el número de multimillonarios ha crecido”. De ahí que “empiecen a movilizarse". “Es lo que está pasando en el sector textil. La gente ha perdido el miedo y se ha dado cuenta de que el reparto de beneficios no les está afectando, cuando son los que los producen”.
25.132 euros, el salario medio entre el personal de tienda
Ambos sindicatos admiten que han firmado acuerdos, que incluyen calendarios de aplicación pactados, como el colectivo estatal para la mejora y homogeneización de las condiciones retributivas y sociales de los trabajadores del grupo, rubricado en febrero de 2023, en el que se establecen cuestiones como una garantía de ingresos anuales fijos para el personal de las tiendas en función de su experiencia y responsabilidad, que va desde los 18.000 euros brutos anuales a los 24.500. Se pactaron de igual modo algunas otras medidas como un incentivo anual de 1.000 euros, que se ha renovado. Según la memoria anual del Grupo Inditex de 2023, el salario medio de la plantilla, en el caso de los especialistas, categoría en la que está incluido el personal de tienda de todo el mundo, fue de 25.132 euros, un 9% más que el año anterior. La plantilla de Inditex en España, el mercado sede del grupo, representa tan sólo un 30% del total. Los sindicatos son conscientes de que las condiciones de esos trabajadores, en su mayoría mujeres, son mejores, más allá de convenios territoriales, que las de otras compañías del sector textil, según confirman fuentes ligadas a H&M, por ejemplo. Pero esto no les frena en sus protestas.
“Si Inditex es la multinacional más importante del mundo del sector, sus trabajadores tienen que tener las mejores condiciones del mundo, porque también los beneficios son infinitamente mejores y son los trabajadores los que los dan”, argumenta Cagigal. “No vamos a ser ricos -enlaza-, porque somos obreros, pero dentro de estos, tenemos que ser los que mejores condiciones tengamos en el sector, porque trabajamos en la empresa que más beneficios tiene, y no es que sean unos pocos más. Lo único que queremos es que una parte proporcional del pastel se reparta entre los trabajadores”, recalca.
“Es cierto que las condiciones de los trabajadores de Inditex son mejores que las de otras empresas del sector”, constata la representante de CCOO, “pero Inditex es un gigante que genera muchísimos más beneficios que otras como H&M que ha anunciado un ERE -expediente de regulación de empleo-. No se le puede exigir lo mismo a una empresa que no da beneficios que a la que los tiene multimillonarios”, lanza.
H&M atraviesa, por su parte, una etapa de tensiones laborales internas en algunas áreas. Recientemente ha propuesto a los sindicatos el cierre de 28 tiendas del país, en el marco de un procedimiento de despido colectivo que afectará a 588 trabajadores y que la mercantil ha atribuido a causas organizativas, productivas y económicas en los establecimientos de venta. Y sus oficinas de Barcelona están inmersas en otro procedimiento de regulación de empleo, según informó CCOO. Esas plantillas se vieron impactadas por un ERE anterior, en el que salieron 349 personas.
De vuelta a Inditex, los sindicatos tienen claro que no van a parar en sus reivindicaciones. “Empezamos con estas concentraciones para ver si hacemos reaccionar a la empresa”, indica Tremor, pero, “si no es así, haremos una escalada de protestas para presionar”, adelanta. Desde UGT concluyen que "lo único" que demandan es "que las tiendas del grupo tengan unas condiciones dignas". El próximo 3 de abril mantendrán otra reunión con la empresa y, de "no obtener avances en la negociación, las movilizaciones se endurecerán", advierten.
Es oficial. Habrá protestas en Inditex y la tesis esencial que se esconde detrás de ellas es que el reparto de los súperbeneficios debe alcanzar a toda la plantilla de alguna forma. Es un debate abierto ya en sectores como la banca o el de las energéticas y ahora alcanza al textil. Pero no es el único motivo. UGT y CCOO han convocado concentraciones, por separado aunque en algunos casos coincidirán físicamente, este viernes 22 en tiendas del grupo de distintos puntos de España como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Santander, Bilbao, Las Palmas o Vigo. Y más adelante, el 7 de abril, la Confederación Intersindical Galega (CIG) baraja llamar a una manifestación en A Coruña.