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La Seguridad Social cierra 2016 con un déficit récord de 18.000 millones tras ingresar por cotizaciones un 12% menos de lo previsto

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La Seguridad Social alcanzó en 2016 el mayor déficit de su historia, 18.096 millones de euros, tras aumentar un 37,6% el último año. La cifra equivale al 1,62% del PIB. Así, la Seguridad Social se convierte en la administración que más ha aportado al déficit público, muy por encima del 2,52% del Estado central y el 0,82% de las comunidades autónomas. Los ayuntamientos siguen teniendo superávit, que en 2016 ha crecido un 0,64%.

Pero la cifra es superior si se mide sólo el sistema de Seguridad Social, excluidos el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que en términos de Contabilidad Nacional se suman en el mismo epígrafe. El superávit del SEPE, 2,294 millones de euros, así como el descenso del déficit del Fogasa, casi un 40%, atemperan el dato final. Considerada de forma aislada, pues, la Seguridad Social tiene un déficit de 20.283 millones de euros, el 1,82% del PIB. Es el resultado de unos ingresos por cotizaciones sociales que han crecido un 3,1% –el mismo aumento que ha registrado la afiliación, 540.655 cotizantes más– superados por unos gastos en prestaciones sociales que han experimentado un alza del 3,4%.

En cifras absolutas, la Seguridad Social ingresó en 2016 un total de 103.875 millones por las cuotas de los ocupados y de los parados, pero gastó 132.640 millones en prestaciones, la mayor parte de ellas pensiones contributivas –no sólo de jubilación, también de invalidez, viudedad y orfandad–. El Ministerio de Hacienda, en su informe sobre las cuentas trimestrales de las administraciones públicas, destaca que el número de perceptores de pensiones contributivas ha crecido un 1,2% y la pensión media ha aumentado un 1,9% –quienes se jubilan tienen cada vez salarios más altos, por tanto también mayores prestaciones–.

Por el contrario, el ministerio reconoce que los ingresos del sistema son lastrados por las tarifas planas de cotizaciones, las exenciones y bonificaciones de cuotas a los contratos indefinidos que el Gobierno ha potenciado desde 2013. El informe no precisa la cifra, pero la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) calculó en su día el impacto de estas reducciones de cuotas en un 0,14% del PIB en 2015 y un 0,19% en 2016; es decir, casi en 3.700 millones de euros.

La brecha de los ingresos por cotizaciones es aún mayor si se comparan las cantidades recaudadas con las previsiones iniciales del Gobierno, que ascendían a 117.242 millones de euros. Los derechos reconocidos del sistema, sin embargo, sumaron un 11,7% menos. Para 2016, el Ejecutivo había calculado que las cotizaciones sociales crecerían un 6,7%, un aumento que la Airef desechó por demasiado optimista. Esos derechos reconocidos, en realidad, subieron únicamente un 2,93%, según las cuentas hechas públicas este mismo jueves por el Ministerio de Empleo. Sólo las cuotas ingresadas por los asalariados del Régimen General se quedaron un 12% por debajo de las previsiones del Gobierno.

El gasto en pensiones de jubilación crece un 4%

Además, el Estado redujo en 2016 un 1% sus transferencias a la Seguridad Social, que también ingresó un 37% menos por los intereses del Fondo de Reserva, la hucha de las pensiones. Como a la hucha sólo le quedan ya 15.900 millones de euros –llegó a acumular 67.000 millones en 2010–, sus rendimientos –los fondos están invertidos en deuda pública española– son cada vez más exiguos.

Del otro lado, en pensiones de jubilación, la mayor partida de prestaciones del sistema, la Seguridad Social se gastó el año pasado un total de 79.652 millones de euros, un 4% más que en 2015. Las prestaciones por incapacidad temporal de los trabajadores se dispararon un 11,2%, hasta los 6.657,4 millones.

Durante la presentación del cierre del Presupuesto del Estado de 2016, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, intentó disipar cualquier duda sobre la viabilidad del sistema y el pago de las pensiones asegurando que el déficit de la Seguridad Social “se puede absorber en el conjunto de las administraciones públicas”. Y auguró que 2017 será el primer año en que “los ingresos del sistema de pensiones crecerán más que los gastos”.

Cumple el objetivo de déficit por primera vez

Montoro anunció que España cerró 2016 con un déficit público del 4,33% del PIB, que se eleva hasta el 4,54% si se le suman los 2.389 millones de euros de las ayudas a la banca. De esta forma, cumple por primera vez el objetivo de déficit impuesto por la Unión Europea. Aunque España lo ha alcanzado después de conseguir que Bruselas se lo ampliara del 2,8% inicial al 4,6%, que finalmente no ha llegado a rozar. El ministro se mostró seguro de que este ejercicio volverá a cumplir con la meta de déficit, un 3,1%, y que España dejará de ser en 2019 “formalmente” el único país de la UE sometido al procedimiento de déficit excesivo, “aunque nadie duda de que ya en 2018 bajará del 3%”.

Cristóbal Montoro se felicitó por haber conseguido recortar el déficit público gracias al “impulso del crecimiento económico y la creación de empleo, no a su costa”. Pero también reconoció que no había cumplido la previsión de ingresos, porque la rebaja de la recaudación ha tenido “más intensidad de la inicialmente” calculada. Los impuestos subieron en 2016 un 1,7%, mientras que los gastos del conjunto de las administraciones públicas sólo aumentaron un 0,3%. Según los cálculos del ministro, la recaudación ha subido 39.000 millones de euros desde 2011. Pero el dato aún se sitúa por debajo del registrado en 2007. En 2016 el fisco ingresó un total de 240.805 millones de euros en concepto de impuestos sobre la producción y las importaciones – IVA, impuestos sobre el alcohol, combustibles…– e impuestos sobre la renta y el patrimonio –IRPF, Sociedades…–. Hace una década, recaudó 259.275 millones, un 7,7% más.

En cualquier caso, los ingresos por el IVA crecieron un 2,3% el pasado ejercicio, y por los impuestos especiales, un 1,5%. Los del IRPF, por el contrario, bajaron un 2,3%, y los del Impuesto de Sociedades aún más, un 2,9%Impuesto de Sociedades. La recaudación del Impuesto sobre la Renta de los no Residentes se ha disparado un 30,8%. En cambio, la del Impuesto de Sucesiones ha caído un 28%.

Montoro también proporcionó una cifra del impacto que ha tenido en los ingresos tributarios la reforma fiscalreforma fiscal: 11.300 millones de euros desde 2015 que han escapado del fisco. El ministro aseguró que la recaudación crecerá según vaya aumentando la actividad económica, estimulada, dijo, por la bajada de impuestos del Gobierno.

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En el capítulo de gastos, las administraciones públicas se ahorraron 4.675 millones de euros por el adelanto del cierre presupuestario –de noviembre a julio– y por el acuerdo de no disponibilidad de 2.000 millones de euros en créditos. También se ahorraron otros 1.500 millones en intereses de la deuda y se redujo la aportación de España a la Unión Europea.

Además del recorte del déficit conseguido por el Estado central, once de las 17 comunidades autónomas cumplieron el objetivo fijado, el 0,7%. Sólo Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana, Cantabria, Aragón y Cataluña se situaron por encima.

Finalmente, Cristóbal Montoro culpó de la abultada deuda pública –el 99,4% del PIB– al déficit y a las ayudas financieras. Como solución, recetó “más crecimiento económico”.

La Seguridad Social alcanzó en 2016 el mayor déficit de su historia, 18.096 millones de euros, tras aumentar un 37,6% el último año. La cifra equivale al 1,62% del PIB. Así, la Seguridad Social se convierte en la administración que más ha aportado al déficit público, muy por encima del 2,52% del Estado central y el 0,82% de las comunidades autónomas. Los ayuntamientos siguen teniendo superávit, que en 2016 ha crecido un 0,64%.

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