La dirección de Tragsatec, una de las empresas del grupo Tragsa, sólo está dispuesta a recortar 600.000 euros de los 17 millones que su plantilla cobra como complemento variable. Es decir, ha ofrecido a los sindicatos, con los que negocia el mayor ERE de una empresa pública hasta el momento –1.639 despidos que pueden reducirse a la mitad–, una rebaja de 75 euros por cada 10.000 de retribución por objetivos que cobran, sobre todo, sus ejecutivos.
En la penúltima reunión antes de que mañana a medianoche termine el periodo de consultas de un mes, la empresa fijó el número de despidos en Tragsatec en 399, 21 menos que el pasado lunes, explica el portavoz de CCOO, Claudio Landeira. La primera cifra fue de 803. Según el representante de UGT, Eduardo Herreros, la dirección ofrece 20 días de indemnización para estas salidas forzosas, pero está dispuesto a aumentar la cantidad para las voluntarias.
También quiere reducir la jornada laboral una hora diaria sólo al 10% de los trabajadores, unos 400, ubicados donde aduce tener excedente de personal, en lugar de aplicar la medida a toda la plantilla como proponen los sindicatos. Éstos, además, planteaban que esa reducción de jornada, y proporcionalmente del salario, fuera sólo de media hora.
Recorte del 50% de los complementos variables
La intención de los sindicatos, tras la rebaja a la mitad de la cifra de despidos y la desconvocatoria de una segunda jornada de huelga, era recortar el número de despidos a cero utilizando suspensiones de contrato, reducciones de jornada, traslados y cambio de funciones de los trabajadores. Además de recortar un 50% los complementos variables del sueldo.
Desde el comienzo del periodo de consultas del ERE, los comités han puesto el foco en la “inflada” cúpula directiva del grupo público. De acuerdo con los datos sobre la masa salarial que la dirección ha facilitado a los representantes sindicales, de los 504 trabajadores ubicados en la sede madrileña de Tragsa, 200 son directivos. El coste medio del personal en ese centro de trabajo es de 109.000 euros anuales, mientras que en el resto de la empresa –otras cinco unidades territoriales– no supera los 35.000.
Sin embargo, los despidos apenas van a tocar a los altos cargos. En Tragsa, en principio, sólo 22 de ellos iban a corresponder a ejecutivos. El grupo ha reconocido ante los sindicatos que desde 2009 hasta 2012 ha reducido un 70% la plantilla, entre fijos y eventuales, pero sólo un 9% el organigrama.
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Despidos y nuevas encomiendas
De forma que, tras la “sorpresa” de la última reunión, el comité de Tragsatec se manifiesta “desalentado” ante la respuesta de la empresa. Los sindicatos, dice Landeira, insistirán el jueves en recortar aún más la cifra de despidos, rebajando a la mitad los complementos variables y ampliando la reducción de jornada al máximo número de trabajadores. El grupo público dice que necesita ahorrar 28,8 millones de euros con el ERE, porque este año, va a perder 27,5 millones de euros.
La otra sociedad del grupo, Tragsa, concluye hoy las negociaciones con la dirección, que pretende despedir a casi 500 trabajadores. Es la empresa que se va a encargar de la limpieza de Madrid si antes de mañana no se resuelve la huelga que ha dejado las calles de capital llenas de basura, según anunció ayer la alcaldesa, Ana Botella. Tragsatec, la empresa que se va a encargar de aliviar el bloqueo de expedientes padecido por el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que supera el año. Ambas son entes instrumentales de las administraciones públicas; sólo pueden prestarles servicios a ellas, y lo hacen según unas tarifas preestablecidas. No pueden rechazar las encomiendas de gestión que éstas les ofrecen.
La dirección de Tragsatec, una de las empresas del grupo Tragsa, sólo está dispuesta a recortar 600.000 euros de los 17 millones que su plantilla cobra como complemento variable. Es decir, ha ofrecido a los sindicatos, con los que negocia el mayor ERE de una empresa pública hasta el momento –1.639 despidos que pueden reducirse a la mitad–, una rebaja de 75 euros por cada 10.000 de retribución por objetivos que cobran, sobre todo, sus ejecutivos.