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Andrea Fernández: "El asesinato de 1.118 mujeres es un problema de calidad democrática"

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Andrea Fernández (Valencia de Don Juan, León, 1992) lleva apenas un mes al frente de la Secretaría de Igualdad del Partido Socialista. El reto no es pequeño: toma el relevo de Carmen Calvo y es ahora la encargada de izar una bandera de la que los socialistas sacan pecho. Recibe a infoLibre este miércoles en Ferraz, sede del partido, en la víspera del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Fernández habla con determinación sobre la lucha contra la violencia machista, con la firme convicción de que se trata, en esencia, de una batalla genuinamente democrática que concierne a todas y todos.

La diputada socialista más joven de la Cámara Baja tiene claro cuáles son sus alianzas y cuáles los enemigos a abatir. Lleva dos años lidiando con los discursos de odio que vierte la extrema derecha en las instituciones, y aunque no camufla su inquietud ante el ascenso del negacionismo, mantiene intacta su confianza en la fuerza del feminismo para plantarle cara.

PREGUNTA: En las últimas semanas se ha volcado en conseguir una renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. ¿Es posible lograr un consenso a pesar de la oposición de Vox?

RESPUESTA: Uno de los trabajos más importantes que ha empezado a desarrollar esta Secretaría es precisamente ese, sentarnos a negociar con el Ministerio de Igualdad para intentar llegar a un acuerdo conjunto que nos permitiera presentar un acuerdo en sede parlamentaria que nos llevara a la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género porque para el PSOE es uno de los pactos más importantes que hemos alcanzado en democracia. Ese ha sido uno de los grandes trabajos que hemos estado desarrollando estas semanas, ha sido intenso pero a la vez muy productivo. Estamos muy contentas, ilusionadas y felices de haber llegado a ese acuerdo con el Ministerio de Igualdad. Es cierto que la presencia de Vox es muy negativa para todo lo que tiene que ver con políticas de igualdad y especialmente lo que tiene que ver con violencia de género, ellos son negacionistas y esto supone un grave problema para los derechos de las mujeres. Contaremos con el resto de fuerzas políticas que esperamos se sumen a esta renovación del Pacto de Estado.

P: ¿Cuentan entonces con que salga adelante pese a Vox?

R: Sí, contamos con que el resto de fuerzas políticas también se sumen. Ahora mismo los esfuerzos están centrados en sumar a todas las fuerzas políticas a excepción de Vox. Ellos niegan abiertamente la violencia de género y combaten cualquier avance de los derechos de las mujeres, evidentemente no van a estar. Ni están ni se les espera.

Que haya una buena financiación para políticas contra la violencia de género es la diferencia entre que una mujer maltratada tenga asistencia o no la tenga.

P: ¿Cuáles serán las principales novedades en esa renovación?

R: Nuestra gran ambición es que el pacto pueda continuar vigente y podamos trabajar en el desarrollo del paquete de medidas que recoge. Dicho lo cual, las negociaciones han estado centradas sobre todo en lo que tiene que ver con financiación y también queremos de alguna manera proteger la estabilidad del pacto, por eso estamos pensando que tome un poco la filosofía o la sintonía de los pactos de Toledo, para que tenga más fuerza, más empaque y esté más ordenado, más elaborado y consigamos tener más incidencia en materia de política pública. Para nosotros la financiación es lo más importante. Que haya una buena financiación para políticas contra la violencia de género es la diferencia entre que una mujer maltratada tenga asistencia jurídica o no la tenga, tenga asistencia psicológica o no la tenga. Por eso para nosotras lo más importante es llegar a acuerdos en materia de financiación.

P: Cuando se hizo pública la pretensión de renovar el pacto, tanto usted como dirigentes de Unidas Podemos publicaron mensajes en redes sociales con la palabra “juntas” en mayúscula. ¿Qué representa? ¿Qué mensaje querían lanzar?

R: Para nosotras representa que lo más importante, especialmente para el Partido Socialista, la violencia de género es un tema en el que tenemos que estar juntas porque es un problema de primer orden para nuestro país, es un problema de calidad democrática, no es un problema de feminismo, ni de igualdad, ni de reflexiones filosóficas. Es un problema de calidad democrática que en este país tengamos 1.118 muertas desde que tenemos registros, es un problema de democracia y por tanto es una absoluta prioridad. Además juntas es el lema del Gobierno para este 25N. Representa ese espíritu de consenso y de trabajo en común.

P: Su partido ha insistido en que esta es la legislatura en que se abolirá la prostitución. ¿Por dónde hay que empezar?

R: Es importante empezar a trabajar en un paquete legislativo que ponga a este país en la órbita de la abolición de la prostitución. Es un problema que hasta ahora desde el punto de vista legislativo no se haya abordado prácticamente y que la solución de conflictos en materia de explotación y de trata se esté tratando de manera jurisprudencial prácticamente. Necesitamos una ley, un paquete legislativo que aborde este problema desde el punto de vista penal para atacar a quienes acuden a estas mujeres y quienes comercian con ellas. Y por supuesto un paquete muy potente en materia de política pública que permita que estas mujeres se vuelvan a incorporar simplemente a su condición de ciudadanas, porque una mujer que se encuentra en situación de esclavitud no goza de ese estatus de ciudadana y creemos que esto es un problema, insisto, de calidad democrática que apela directamente al estado de derecho.

todo lo que tiene que ver con la abolición de la prostitución tiene mucho más que ver con las políticas públicas dedicadas a ayudar a las mujeres.

Todo lo que tiene que ver con la abolición de la prostitución tiene mucho más que ver con las políticas públicas dedicadas a ayudar a las mujeres.

P: El PSOE defiende, por lo tanto, perseguir el consumo de prostitución.

R: Estamos estudiando mucho los textos que han tenido éxito en otros países, como puede ser Francia, y creemos que tenemos que trabajar en esa línea. 

P: No todo el mundo está de acuerdo con esa línea. ¿Qué ventajas traería perseguir a los clientes?

R: Es uno de esos vértices que tienen que ver con el fin de la prostitución. Sobre todo por una cuestión de justicia. Quien acude a una mujer en esa situación y paga por acceder sexualmente a su cuerpo, tenemos que tener un consenso en torno a que eso de alguna manera tiene que ser un delito. Además sirve para mitigar y evitar el acceso a estas mujeres. Pero insisto en que para nosotros todo lo que tiene que ver con la abolición de la prostitución tiene mucho más que ver con las políticas públicas dedicadas a ayudar a las mujeres.

P: En cuanto a los vientres de alquiler, ¿su persecución es una de las grandes asignaturas pendientes? ¿Qué medidas pondría sobre la mesa?

R: La postura del Partido Socialista lleva estando muy clara bastante tiempo: somos absolutamente contrarios a esta práctica desde todo punto de vista. Es verdad que es un problema difícil de abordar desde el punto de vista jurídico porque entronca con muchas patas que tienen que ver con el Derecho internacional, con cuestiones que son complejas. No obstante, el Gobierno y el PSOE trabajan en la línea de que estas prácticas no sean posibles en nuestro país.

P: Hace unos días se confirmó que Enrique Arnaldo se encargará de la ponencia del Tribunal Constitucional que valorará el recurso contra la ley del aborto. Arnaldo se ha pronunciado en contra de esta norma en reiteradas ocasiones. ¿Deben las mujeres estar preocupadas?

R: Por suerte para nuestro país, el debate en torno al derecho al aborto es un debate que está cerrado. Las feministas ganamos esa batalla, tenemos una ley que es garantista, es una buena ley y creo que social y políticamente ese debate está cerrado. Espero que quien tenga que tomar una decisión en ese sentido, si es que se toma, tenga muy presente que ese debate en este país desde todos los puntos de vista está absolutamente cerrado y que todo el mundo entiende que el aborto es un derecho de las mujeres y que tiene que ver precisamente con la soberanía de las mujeres. 

El Gobierno y el PSOE trabajan en la línea de que los vientres de alquiler no sean posibles en nuestro país.

P: ¿Por qué en torno al 70% de las mujeres maltratadas no denuncia?

R: Ese es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos, tanto desde el Gobierno de España como políticamente. La Ley contra la Violencia de Género 1/2004 es una historia de completo éxito, hemos conseguido reducir el número de asesinatos machistas, es una ley que funciona, es una ley garantista y es una ley por la que tenemos que seguir apostando porque fue, insisto, una historia de éxito y sobre todo congregó el consenso de todas las fuerzas políticas de este país. Pero son cuestiones sobre las que debemos seguir trabajando porque los entornos de maltrato y de violencia de género son tan absorbentes y tan complejos que en muchas ocasiones ese aislamiento y sometimiento de la víctima es difícil de romper. Por eso tenemos que seguir trabajando en esa línea. Una de las grandes bazas que tenemos que tratar de jugar es todo lo que tiene que ver con la concienciación social y con hacer entender que todos estamos llamados a acabar con esta lacra desde todos los puntos de vista, no solo desde el sistema judicial o los cuerpos de seguridad, también desde nuestros entornos. Y esto tiene que ver, como decía antes, con apelar a la idea de que todo lo que tiene que ver con los derechos de las mujeres y la violencia de género es un problema de calidad democrática.

P: Hay quien habla de modificar la ley de 2004 para incluir la violencia más allá de la pareja o expareja. ¿Qué le parece?

R: Uno de los grandes éxitos de las feministas del Partido Socialista fue institucionalizar conceptos que a priori se encuentran únicamente en el movimiento feminista. Uno de esos grandes hitos fue lograr un acuerdo en torno a la ley integral. En 2004 no fue fácil, supuso hacerle entender a todo el arco político y a toda la sociedad que las mujeres sufrimos violencia por el hecho de serlo. Conseguimos sacar del ámbito privado esa violencia y ponerla sobre la mesa, ponerla en el tablero político, en el tablero social y además es que creo que es una muy buena ley. Cualquier mejora, cualquier avance contará con el apoyo del PSOE, pero queremos seguir trabajando esa filosofía que apela a los grandes consensos. Con la salvedad de que hoy día tenemos, por desgracia, a la extrema derecha dentro del Congreso de los Diputados, un cambio legislativo en materia de violencia de género tiene que ser concitando el consenso de todos los grupos políticos, llamando al consenso y teniendo en cuenta que es una cuestión compleja.

P: ¿Qué le sugiere el concepto feminizar la política?

R: El feminismo es un movimiento que apela a una idea sencilla, aunque revolucionaria, y es que el sexo no juegue en contra de las mujeres. A eso estamos llamadas todas y todos, tanto hombres como mujeres, por eso no creo que feminizar la política en sí mismo sea un valor sino que hacer la política más feminista es el gran éxito. Que haya mujeres presentes, por supuesto, tiene que ver con la democracia, pero el feminismo es el verdadero éxito.

P: Ahora hay más mujeres, eso está claro, pero ¿es más feminista la política?

R: En las instituciones hay más feministas, eso es motivo de orgullo para el Partido Socialista porque hemos sido el gran partido del feminismo, creo que es el mejor partido de este país para ser feminista, un partido que ha apostado por grandes mujeres feministas que han conseguido luchar por las mujeres. Hace no mucho recordábamos las luchas por el 25% que se produjeron primero en el seno del PSOE y también se llevó a las leyes y al debate público, y conseguimos grandes éxitos. El feminismo para nuestro partido es un valor, hemos sido precursores y eso ha hecho que las instituciones sean más feministas. No obstante, tenemos aún mucho camino por andar en todos los partidos políticos.

P: ¿Qué obstáculos hay en ese camino? ¿Cuáles son los vicios que habría que corregir dentro de los partidos?

R: Hay mucho que trabajar en los espacios de poder, en el poder no formal, en todo lo que tiene que ver con lo que no se ve. Pero estamos en la buena senda. El PSOE es el primer partido en materia de igualdad en este país y pese a que vamos a seguir trabajando duro es el mejor partido para ser feminista, sin ninguna duda.

P: ¿Hay un vínculo entre la pornografía y la cultura de la violación?

R: Yo creo que sí hay una relación. La pornografía incide en la educación de nuestros menores. Nos enfrentamos a las primeras generaciones de adolescentes y de jóvenes que son pornonativos, que han consumido pornografía antes de tener acceso al sexo y a la afectividad. Esto es un debate y un reto, creo que tenemos que abordarlo y que tiene que ver con la educación de quienes serán los ciudadanos del futuro.

P: ¿Pero de momento el debate está desierto? Conocemos las consecuencias de la pornografía como fuente de educación afectivo-sexual, ¿pero qué ha de hacerse con ella?

R: Yo creo que el trabajo tiene que estar centrado en materia de educación, de concienciación, la línea de trabajo tiene que ir por ahí.

P: ¿Cómo asiste al debate en torno a la autodeterminación del género y la ley trans?

R: La ley LGTBI es una ley firmada por dos ministerios socialistas, Justicia y Vicepresidencia. A mí no me preocupan tanto los debates conceptuales, están bien pero quizá la política institucional no es el mejor sitio para llevarlos a cabo. Sí me preocupan mucho las condiciones materiales de las personas trans, creo que los datos son abrumadores, son personas que en muchas ocasiones están abocadas a la prostitución, a la marginalidad, a la falta de empleo y creo que los esfuerzos tienen que estar puestos ahí. La política aspira a cambiar la vida de la gente.

P: Pero es cierto que este debate produjo una brecha dentro del movimiento feminista. Usted, en tanto que mujer feminista, ¿cómo lo ha vivido?

R: El movimiento feminista está trufado de debate precisamente porque es uno de los movimientos políticos más potentes de nuestro tiempo y creo que es lo normal. Lo contrario sería lo preocupante. Es lógico que haya debates, es muy sano, los políticos y las políticas tenemos que estar para solucionar los problemas reales, ese es nuestro cometido. Sobre todo me preocupa mucho porque enfrente tenemos a la extrema derecha y eso es lo que tenemos que combatir. Insisto: consenso, trabajo y solución de problemas. 

P: El anteproyecto de ley pasará pronto al trámite parlamentario. ¿Cree que precisa de correcciones? ¿El Partido Socialista trabajará sobre el texto?

R: El Partido Socialista trabajará sobre ese texto como hace con absolutamente todas las leyes en el Congreso de los Diputados.

P: ¿Pero se prevén cambios?

R: Vamos a trabajar en el texto.

P: Una diputada de Vox asistió recientemente al Congreso con una camiseta que rezaba #NotMeToo. ¿Qué le parece?

R: Creo que Vox es un partido político que crece en la crispación y en la generación de odio y lo que me parece muy preocupante y muy triste es que haya personas en política que se presten a debilitar nuestro Estado de Derecho. Me parece muy preocupante. Sobre todo porque el Congreso es una de las más altas instituciones de este país. Es una irresponsabilidad y es peligroso. A mí me preocupa profundamente que esto suceda.

La violencia de género es una causa que nos interpela a todas y a todos y las manifestaciones este 25N serán un éxito.

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R: Esto tiene que ver con algo que es un fenómeno que por desgracia hemos visto en otras ocasiones. Cuando se empiezan a cuestionar los derechos, empezamos a retroceder, a lo primero que se apela es a los derechos de las mujeres. La extrema derecha vuelve a jugar esta carta. Ellos están interesados en que las mujeres retrocedamos en derechos y en libertades por una cuestión de odio, como con el movimiento LGTBI. Esa es la batalla que pretende dar Vox. A mí lo que me preocupa es lo que vamos a hacer los demás y en ese sentido apelamos a la responsabilidad del Partido Popular para que no demos alas a la extrema derecha. Estos mensajes son muy peligrosos y es necesario un cordón sanitario contra la extrema derecha, por eso me preocupa la tibieza del PP en muchas ocasiones. 

P: Uno de cada cinco jóvenes varones cree que la violencia de género no existe. ¿Es consecuencia de ese discurso de odio?

R: Claro, al final los discursos, las camisetas, todas estas manifestaciones de odio tienen un impacto en la sociedad y por supuesto que creo que el ascenso de la extrema derecha tiene un impacto social y un impacto en el movimiento de los marcos ideológicos que imperan en la sociedad. Por eso creo que es muy importante que trabajaremos en herramientas como el pacto y que todas las fuerzas políticas que no somos extrema derecha estemos en esos acuerdos, porque eso también eso es un mensaje para la sociedad, eso también cala y eso también traslada sentires y formas de pensar a la sociedad. Lo que nosotros podemos hacer es seguir trabajando para trasladar el mensaje de que la mayor parte de las fuerzas democráticas estamos unidas, eso es un ejercicio de responsabilidad.

P: La semana pasada se reabrió el debate en torno al velo como símbolo de empoderamiento de la mujer o símbolo de opresión. ¿Qué opina?

R: A mí no me preocupan tanto las decisiones individuales de cada mujer, sino qué significan, qué suponen desde el punto de vista de la estructura social. No obstante, apelamos siempre a la libertad y esa es nuestra posición.

P: ¿Qué planes tiene para este 25N?

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R: El Partido Socialista aspira a llenar las calles para luchar contra la violencia de género. Por supuesto, llenar las calles de mujeres y hombres socialistas que manifiestan su profundo compromiso contra la violencia machista. Ese es nuestro principal objetivo y reivindicar y seguir luchando por esa causa que es una de las principales banderas del PSOE.

P: Con la herida del 8M todavía cicatrizando, después de que la Delegación del Gobierno en Madrid prohibiera las concentraciones, ¿cree que se llenarán las calles?

R: Yo creo que sí. La violencia de género es una causa que nos interpela a todas y a todos y las manifestaciones serán un éxito.

Andrea Fernández (Valencia de Don Juan, León, 1992) lleva apenas un mes al frente de la Secretaría de Igualdad del Partido Socialista. El reto no es pequeño: toma el relevo de Carmen Calvo y es ahora la encargada de izar una bandera de la que los socialistas sacan pecho. Recibe a infoLibre este miércoles en Ferraz, sede del partido, en la víspera del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Fernández habla con determinación sobre la lucha contra la violencia machista, con la firme convicción de que se trata, en esencia, de una batalla genuinamente democrática que concierne a todas y todos.

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