Amnistía Internacional ha denunciado este miércoles las intervenciones quirúrgicas que se realizan sobre bebés nacidos "con características sexuales que no encajan en las normas de lo femenino o lo masculino".
En el informe En primer lugar, no perjudicar, basado en casos de Dinamarca y Alemania, la organización denuncia que estas operaciones, lejos de ser urgentes, constituyen una práctica "invasiva", "innecesaria" y, en muchos casos, "traumatizante".
Asimismo, Laura Carter, investigadora de Amnistía Internacional sobre orientación sexual e identidad de género, recalca que estas operaciones a menores de edad intersexuales —término que se utiliza habitualmente para designar a las personas que presentan variaciones de las características sexuales, como los cromosomas, los genitales y los órganos reproductores– "se llevan a cabo sin tener pleno conocimiento de los efectos potencialmente dañinos a largo plazo que tienen en los menores de edad”.
“Nos referimos a incisiones realizadas en tejidos sensibles, con consecuencias para toda la vida, basadas únicamente en estereotipos sobre el aspecto que debe tener un niño o una niña. La cuestión es a quién beneficia esta práctica, porque nuestro informe muestra que para las personas sometidas a ella ha sido una experiencia trágica", argumenta.
“Sabía que me habían operado en 1984, cuando tenía cinco años. Pero nunca supe por qué. Mi madre me dijo que no orinaba recto. Esa fue la explicación que recibí y eso es lo que creí", explica una persona que se vio sometida a este tipo de operaciones.
Según los datos de Amnistía Internacional, un 1,7% de la población mundial tiene variaciones de las características sexuales. Los niños, en muchos casos, pueden verse sometidos a operaciones encaminadas a ocultar el agrandamiento del clítoris, pudiendo provocar lesiones nerviosas, cicatrices y dolor; o a una cirugía vaginal para crear o agrandar el orificio vaginal, lo que a veces conlleva múltiples intervenciones a lo largo del tiempo.
Otras intervenciones incluso pueden conllevar la necesidad de someterse a un tratamiento hormonal de por vida, como en el caso de las gonadectomías –intervenciones de extirpación de las gónadas (incluidos el tejido ovárico y testicular) que son irreversibles–.
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La organización incide en que, tal y como corroboran algunos expertos de la ONU, las intervenciones quirúrgicas en menores de edad intersexuales innecesarias desde el punto de vista médico son prácticas nocivas que violan los derechos humanos del niño. Además, denuncian la privación de otros derechos fundamentales como el derecho a la vida privada y el derecho al más alto nivel posible de salud.
Por ello, desde la organización han reclamado a los legisladores y los profesionales de la salud de Dinamarca y Alemania "que garanticen que ningún menor de edad es sometido a tratamientos no urgentes, invasivos e irreversibles". Asimismo, pide que las decisiones se aplacen hasta que la persona pueda participar significativamente en la determinación de lo que se le hace a su cuerpo.
“Nadie me preguntó si quería operarme […]. La decisión la tomó un tercero, y no tuve la oportunidad de expresar mi opinión. Me operaron y, aunque para mí ya es tarde, no hablar sería apoyar las intervenciones quirúrgicas, y sólo puedo cambiar las cosas si me pronuncio", lamenta otro testimonio.
Amnistía Internacional ha denunciado este miércoles las intervenciones quirúrgicas que se realizan sobre bebés nacidos "con características sexuales que no encajan en las normas de lo femenino o lo masculino".