Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) han celebrado la decisión de la jefa del Gobierno de Hong Kong de retirar definitivamente la ley de extradición a la China continental, si bien han considerado que se trata solo de una pequeña concesión, por lo que han instado a Carrie Lam a abordar las otras demandas de los manifestantes, empezando por la de investigar la violencia policial, según informa Europa Press.
"Aunque acogemos con satisfacción la retirada formal, por fin, de este peligroso proyecto de ley, este anuncio no cambia el hecho de que las autoridades de Hong Kong hayan decidido reprimir las protestas de un modo manifiestamente ilegítimo que ha dañado gravemente la confianza de la ciudadanía y el sentido de legitimidad del gobierno", ha dicho el director de AI para Hong Kong, Man Kei Tam.
Tam ha sostenido que "ahora hace más falta que nunca una investigación exhaustiva e independiente sobre el uso innecesario y excesivo de la fuerza por parte de la Policía en las protestas" y, hasta entonces, ha reiterado el llamamiento "a todos los gobiernos para que suspendan las transferencias a Hong Kong de material menos letal para el control de multitudes".
En su opinión, aunque "el anuncio de hoy es un pequeño paso en la dirección correcta, hará falta mucho más para demostrar al mundo que las autoridades de Hong Kong están comprometidas realmente con la defensa de los Derechos Humanos y transmitir el mensaje inequívoco de que la ciudadanía puede seguir gozando de estos derechos con independencia de sus convicciones políticas".
En la misma línea, la directora de HRW para China, Sophie Richardson, ha subrayado que, a pesar de que la retirada definitiva de la ley de extradición "era la principal demanda de los manifestantes hongkoneses, deja sin resolver otras muchas cuestiones importantes" sobre la "erosión" de los Derechos Humanos en la ex colonia británica.
Richardson ha aludido en concreto al vídeo de una reunión de Lam con empresarios locales en la que afirma que habría dimitido hace tiempo si el Gobierno chino se lo hubiera permitido. Esto "confirma la opinión de mucha gente de que la autonomía de Hong Kong no es más que retórica", ha sostenido.
Para Richardson, "no hay duda de que Pekín quiere a la gente fuera de las calles en Hong Kong para el 1 de octubre, cuando el Partido Comunista Chino celebrará su 70º aniversario" y "la concesión más fácil para conseguir este resultado" era acabar con la ley de extradición.
La dirigente local de HRW ha urgido a Lam a llevar a cabo una investigación independiente sobre la violencia policial, así como a "avanzar hacia el sufragio universal". "Las autoridades también pueden retirar los cargos contra los que han sido detenidos de forma arbitraria durante las protestas", ha reclamado.
También ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional que, en general, "se ha mostrado poco entusiasta a la hora de demostrar su apoyo a los manifestantes hongkoneses". "No deberían limitarse a aceptar la retirada definitiva de la ley, sino considerarlo un empujón para hablar con más fuerza en nombre de los derechos del pueblo de Hong Kong", ha defendido.
Tres meses de protestas
Miles de personas se han manifestado en el centro financiero, estaciones de trenes y autobuses y hasta en el aeropuerto internacional de Hong Kong contra un proyecto de ley que permitiría al territorio enviar a la China continental a los sospechosos requeridos por las autoridades de Pekín.
Lam ha comparecido este miércoles para anunciar la cancelación del proyecto de ley y ofrecer un diálogo entre Gobierno y sociedad civil para abordar los "graves problemas" que han aflorado con esta ola de protestas. Sin embargo, se ha negado a crear una comisión independiente para investigar la violencia policial y a retirar los cargos contra los manifestantes detenidos.
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En cuanto al sufragio universal, una de las principales demandas, la dirigente regional ha dejado la puerta abierta, siempre y cuando se discuta "dentro del marco legal y en una atmósfera que conduzca a la confianza y el entendimiento mutuo, sin polarizar aún más la sociedad".
El Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF), que ha capitaneado la movilización contra el Gobierno, ha contestado que la medida llega tarde y ha anunciado que continuará con las protestas hasta conseguir las cinco demandas, que incluyen la investigación independiente, la retirada de cargos y el sufragio universal.
Las protestas contra la ley de extradición han supuesto el mayor desafío para el Gobierno chino en Hong Kong desde la Revolución de los Paraguas de 2014, vista por muchos como la Primavera China.
Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) han celebrado la decisión de la jefa del Gobierno de Hong Kong de retirar definitivamente la ley de extradición a la China continental, si bien han considerado que se trata solo de una pequeña concesión, por lo que han instado a Carrie Lam a abordar las otras demandas de los manifestantes, empezando por la de investigar la violencia policial, según informa Europa Press.