Al menos dos francotiradores acabaron esta pasada noche con las vidas de cinco agentes de policía –cuatro patrulleros y un guardia de tráfico– y herido a otras ocho personas –siete agentes, un civil– durante el transcurso de una manifestación pacífica en el centro de Dallas contra la violencia policial en memoria de Alton Sterling y Philando Castile, dos afroamericanos que fueron abatidos por las fuerzas de la ley, informa Europa Press.
La emboscada fue ejecutada a las 20.58 –hora local– por al menos dos individuos apostados en dos edificios de aparcamiento situados a ambos lados de la calle por la que transitaban los manifestantes, atrapando a un pequeño contingente policial que gestionaba el paso de la marcha en un "fuego cruzado" contra el que los agentes no tenían respuesta posible, según lamentó posteriormente el jefe de Policía de la ciudad, David Brown.
"Los asaltantes dispararon de manera completamente coordinada y triangulando desde una posición elevada justo sobre el lugar donde iba a terminar la marcha. Algunos de los agentes murieron por disparos en la espalda", explicó Brown. Un testigo de los eventos, el veterano del ejército Carlos Harris, constató que los disparos fueron efectuados con profesionalidad. "Tiro, tiro, pausa; tiro, tiro, pausa. Totalmente estratégico", declaró al Dallas News.
Hasta el momento solo se ha identificado al agente de tráfico fallecido, Brent Thompson, de 43 años y en el cuerpo desde 2009.
Atrincherado
Cinco horas después, sobre la 01.20 de la madrugada, la policía de Dallas informó de que un sospechoso de la emboscada se había atrincherado en un aparcamiento del instituto de Formación Profesional El Centro College, próximo al lugar de los disparos, rodeado de explosivos. Según fuentes policiales citadas por la CNN, habría fallecido, supuestamente por su propia mano, pero todavía no existe confirmación oficial acerca de las circunstancias de la muerte.
El sospechosos intercambió fuego de disparos durante 45 minutos con los agentes que le rodean al grito de consignas como "el fin está cerca" y ha declarado su intención de "matar a más policías".
Se tiene constancia de una explosión en el lugar del asedio, según testigos, que podría tratarse de una detonación controlada o del estallido de una bengala.
Las fuerzas de seguridad han concluido los registros en el centro de Dallas sin localizar los explosivos de los que había alertado uno de los presuntos autores del ataque en el que murieron cinco agentes, según ha informado un portavoz de la Policía.
Un portavoz policial, Max Geron, ha confirmado en Twitter que las fuerzas de seguridad han concluido los registros y "no se han localizado explosivos". En este sentido, ha descartado la presencia de cualquier material potencialmente peligroso en el centro educativo y sus alrededores.
Baile de sospechosos
La policía, que ha proporcionado a lo largo de la noche información conflictiva sobre el número total de sospechosos. Ahora mismo se tiene constancia de al menos dos detenidos, entre ellos una mujer en el mencionado instituto. Un tercero fue puesto en libertad. El hombre, identificado como Mark Hughes, se entregó a las fuerzas policiales después de que la policía de Dallas colgara su foto en Twitter –vestido con una camiseta de camuflaje y un fusil de asalto al hombro– y le considerara "un sospechoso".
Hughes se presentó poco después ante los agentes, rodeado de cámaras y familiares, a quienes entregó su arma. "Nada más ver mi foto, hice que se detuviera un coche de policía", explicó Hughes ante las cámaras de la CBS.
Otras dos personas, ocupantes de un vehículo Mercedes color negro, han sido interrogadas pero también se les ha puesto en libertad minutos después.
A pesar de que la alerta general en Dallas ha terminado, las fuerzas de seguridad han pedido a los ciudadanos que se abstengan de visitar la escena del crimen, mientras la Administración Federal de Aviación (la FAA), ha restringido temporalmente el espacio aéreo sobre el centro de la ciudad texana. El presidente estadounidense, Barack Obama, ya ha sido puesto al corriente de la situación durante su visita a Varsovia (Polonia) para participar en la cumbre de la OTAN.
Obama promete justicia
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó de "tragedia tremenda" el ataque contra agentes de policía en Dallas y prometió que "se hará justicia" y los autores responderán por sus actos.
El presidente estadounidense defendió que los agentes "estaban haciendo su trabajo, manteniendo a la gente segura, durante protestas pacíficas" y han sido "atacados". "Casi doce agentes han sido disparados, cinco han muerto, otros agentes y al menos un civil han sido heridos. Alguno están en condición seria y estamos rezando para que se recuperen", dijo. "No hay justificación posible para este tipo de ataques o violencia de ningún tipo contra agentes", avisó.
"Estamos horrorizados por estos acontecimientos. Estamos unidos con la gente y el Departamento de Policía de Dallas", ha dicho, tras trasladar sus "profundas condolencias" al pueblo estadounidense y prometer que "el Gobierno Federal le dará cualquier asistencia a Dallas que necesiten para gestionar esta tragedia tremenda" tras hablar esta mañana con el alcalde de Dallas, Mike Rawlings.
Más muertes de negros a manos de policías blancos
Las protestas han tenido lugar tras conocerse las muertes de Alton Sterling y Philando Castile, dos afroamericanos abatidos por agentes de la policía. Estos incidentes han provocado nuevas manifestaciones en todo el país contra la actuación de las autoridades hacia los miembros de minorías.
En Luisiana, dos agentes blancos mataron este martes a Alton Sterling, de raza negra, que recibió múltiples disparos en la cabeza a las afueras de una tienda de alimentación.
El incidente fue grabado en vídeo y difundido por las redes sociales, lo que provocó una multitud de reacciones y protestas en la ciudad de Baton Rouge. En el vídeo se puede apreciar cómo los agentes inmovilizan a la víctima en el suelo y cómo tras un leve forcejeo abren fuego contra su cabeza.
Las investigaciones ahora tienen que esclarecer si los dos agentes abrieron fuego contra el fallecido, o si por el contrario solo lo hizo el que se vio en el vídeo, y si el detenido llevaba un arma. En caso de que llevara un arma, tiene que justificarse que era un peligro inminente para la seguridad de los agentes para que actuaran así.
La tensión racial se agravó este jueves tras la muerte de Philando Castile, en Mineápolis, a manos de un agente que le pidió que detuviera el vehículo que conducía. Castile fue trasladado a un hospital, donde murió, según la Policía. Una mujer grabó un vídeo, de una duración de diez minutos, y lo publicó en Internet (enlace al vídeo, con contenido violento), denunciando que el hombre estaba buscando su cartera cuando el policía le disparó. La mujer describe lo que sucedió justo antes de que se produjeran los disparos y enfoca con la cámara del teléfono móvil a un hombre ensangrentado en el asiento del conductor mientras el policía apunta con la pistola hacia el interior del vehículo.
La mujer manifestó que el herido era su novio y que habían sido detenidos porque el vehículo tenía una luz trasera rota. Según la mujer, la víctima había explicado que tenía un arma en el coche. "Estaba intentando coger su carnet de identidad de la cartera. Hizo saber al policía que tenía un arma y que estaba intentando coger su cartera, pero el policía simplemente disparó", indicó la mujer.
Obama expresó sus condolencias a los familiares de los dos afroamericanos que murieron abatidos por agentes de la policía en los estados de Minnesota y Louisiana, e indicó que estas muertes son síntoma de los problemas del sistema judicial del país.
"Esto no es simplemente una cuestión de ser negro, o hispano, es una cuestión nacional", afirmó, antes de añadir que muchos ciudadanos estadounidenses sienten que no se les trata igual precisamente por el color de su piel.
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Si bien mostró su "confianza" en la capacidad del Departamento de Justicia para llevar a cabo una investigación "reflexiva, minuciosa y justa" en torno a estos sucesos, ha insistido en que "está claro" que este tipo de muertes "no son incidentes aislados".
El presidente se refirió a ellos como "síntomas de los retos de nuestro sistema judicial penal", donde las "disparidades raciales" que se suceden en el país "año tras año" resultan en la "falta de confianza entre los agentes de seguridad y muchas de las comunidades a las que sirven".
Incidentes similares en 2015 provocaron una oleada de protestas a lo largo de todo el país bajo el lema Las vidas de los negros importan.
Al menos dos francotiradores acabaron esta pasada noche con las vidas de cinco agentes de policía –cuatro patrulleros y un guardia de tráfico– y herido a otras ocho personas –siete agentes, un civil– durante el transcurso de una manifestación pacífica en el centro de Dallas contra la violencia policial en memoria de Alton Sterling y Philando Castile, dos afroamericanos que fueron abatidos por las fuerzas de la ley, informa Europa Press.