Varias ciudades europeas se han manifestado este martes para pedir la paralización de las negociaciones del Tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP) y la no ratificación del Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) por sus "efectos lesivos" a nivel laboral, medioambiental y democrático, según ha informado Europa Press.
En España, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez, han entregado junto a la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) una carta a Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, en la que piden la paralización de las negociaciones del TTIP y un "debate profundo" sobre el CETA.
Los sindicatos denuncian así la "falta de transparencia" y el "secretismo" que han envuelto las negociaciones, algo que tachan de "inadmisible en países democráticos".
Álvarez ha advertido que ambos tratados "van en la dirección de un recorte de derechos muy importantes respecto a derechos democráticos", ya que las leyes de los países "van a ser sustituidas por tribunales que arbitrarán sentencias que serán de obligado cumplimiento" e incluso los propios estados pueden tener que indemnizar a las empresa como consecuencia de la aplicación de una ley aprobada en un parlamento nacional.
"Miles de servicios públicos tal y como se conocen hoy pueden ser privatizados", ha afirmado el secretario general de UGT, además de advertir sobre el peligro que estos pactos pueden conllevar para el medio ambiente.
"No hay que olvidar qué es lo que ocurre en algunos de estos países en relación con autorización de productos tóxicos que en la UE no se pueden utilizar o el propio fracking y las consecuencias que tiene en EEUU; y todo eso se haría sin tener en cuenta la legislación de los países de la UE ni de la propia UE", ha subrayado.
Por otro lado, Toxo ha advertido que ambas negociaciones miran solo hacia el interés de las grandes corporaciones, y que si finalmente se aprueba el CETA y no el TTIP, puede llegar a ser un "coladero por el que el conjunto de multinacionales campen a sus anchas en Europa".
De esta forma, ha dicho esperar que la carta del mundo sindical europeo remitida a Juncker sirva para paralizar las negociaciones del TTIP y que no se ratifique el CETA por los efectos "tan lesivos" que podrían tener para el mundo laboral, el derecho de huelga, la sindicación y los salarios.
Toxo tampoco ha dejado de lado las legislaciones medioambientales vigentes en Europa, las cuales son "muy distintas" de las existentes en Estados Unidos y Canadá.
En el caso del TTIP, Toxo ha insistido en que su negociación se ha desarrollado de manera "clandestina" y "de espaldas" a la población y los parlamentos nacionales, a excepción de Alemania, lo que a su parecer explica la "masividad y contundencia" de las manifestaciones contra el mismo en aquel país, donde se han producido manifestaciones en Berlín, Hamburgo, Munich, Stuttgart, Frankfurt y Colonia.
¿Pueden reactivarse las negociaciones del TTIP después de meses congeladas?
Manifestación masiva también en Bruselas
Según la estimación de la Policía de Bruselas, unas 9.000 personas se han manifestado en la capital belga contra estas negociaciones, cifras que las organizaciones elevan hasta cifras de entre 10.000 y 15.000 manifestantes. La manifestación finalizó su recorrido frente a la sede de la Comisión Europea y del Consejo Europeo.
En ella, los manifestantes no han olvidado tampoco las negociaciones del acuerdo multilateral sobre comercio internacional de servicios (TISA). "No TTIP, No CETA, No TISA", han pintado los manifestantes entre las sedes de ambas instituciones comunitarias. En ellas, los manifestantes han colocado dos caballos de Troya hinchables, los cuales representan lo que podrían suponer para la UE estos tratados en caso de ser aprobados.
Varias ciudades europeas se han manifestado este martes para pedir la paralización de las negociaciones del Tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP) y la no ratificación del Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) por sus "efectos lesivos" a nivel laboral, medioambiental y democrático, según ha informado Europa Press.