Detenido el exguardaespaldas de Macron por supuestamente violar las condiciones de control judicial

Alexandre Benalla, el escolta del presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido detenido este martes después de que se le haya revocado la libertad condicional, según ha informado la cadena de televisión local France 3. Según estas informaciones, Benalla ha sido detenido después de que los jueces hayan considerado que "no ha respetado las condiciones de control judicial" que le fueras impuestas cuando se le concedió la libertad condicional.

La detención ha tenido lugar después de que Mediapart [socio editorial de infoLibre] publicara lo que ha descrito como grabaciones de conversaciones entre Benalla y un antiguo miembro del partido de Macron, Vincent Crase, a pesar de que ambos no podían mantener contacto.

El exguardaespaldas de Macron está siendo sometido a una investigación judicial por agredir a un manifestante durante la Marcha del Día de los Trabajadores, y hay además comisiones de investigación en las dos cámaras del Parlamento sobre la gestión que hizo la Presidencia francesa de todo este asunto.

En julio de 2018, Benalla admitió que hizo "una tontería enorme" al acudir a esas protestas y aseguró que cree que el mandatario galo todavía cree en él. "Es alguien que tenía y creo que tiene todavía, pienso yo, confianza en mí, en mi acción a diario", manifestó. Por último, criticó que su "caso" haya sido utilizado para "saldar cuentas" y apuntó que se ha "sobredimensionado". "No diría que soy el derribado, solo digo que (el caso) ha servido a varios intereses, a un interés por alcanzar al presidente de la república", zanjó.

Una comisión del Senado propone procesarlo por perjurio 

El Gobierno francés desencadenó la investigación de las fuentes de Mediapart

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Una comisión de investigación del Senado francés ha recomendado procesar por perjurio a Benalla, en el marco de un escándalo en el que se ha cuestionado también la respuesta del Elíseo. Los senadores han anunciado este miércoles las conclusiones de una investigación de siete meses y en las que se recomienda que tanto el exasesor como su amigo Vincent Crase, antiguo empleado de La República en Marcha (LREM), incurrieron en "falsos testimonios".

El informe llama a poner fin a los "colaboradores oficiosos del presidente de la República"oficiosos y denuncia "grandes fallos" en la oficina presidencial, por ejemplo que un "colaborador sin experiencia" como Benalla recibiese "excesivos poderes". Critica, además, la "falta de diligencia" en la respuesta a la polémica, de tal forma que el escolta pudo seguir disfrutando por ejemplo de pasaporte diplomático.

Corresponde ahora a la mesa del Senado, presidida por el conservador Gérard Larcher, decidir si aplica las recomendaciones y traslada el caso a la Fiscalía. Las personas citadas por la comisión comparecieron bajo juramento y, si se confirma el perjurio, Benalla podría ser condenado a cinco años de cárcel y a una multa de 75.000 euros.