El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este miércoles que apoya acabar con la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus "para ayudar a poner fin a la pandemia" y que "para que eso suceda" participará "activamente" en la Organización Mundial del Comercio (OMC), según informa Europa Press. La representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai ha anunciado a través de un comunicado que la Administración de Joe Biden apoyará liberar la protección intelectual de estas vacunas puesto que ante "circunstancias extraordinarias" es necesario aplicar "medidas extraordinarias".
"El Gobierno cree firmemente en la protección de la propiedad intelectual, pero, en aras de poner fin a esta pandemia, apoya la exención de esa protección para las vacunas contra el covid-19", ha explicado Tai. El "objetivo" del Ejecutivo estadounidense, ha continuado Tai, es conseguir "tantas vacunas seguras y efectivas como sean posibles" para "tantas personas como sea posible".
"Como nuestros suministros de vacunas para los estadounidenses son seguros, el Gobierno continuará redoblando sus esfuerzos -trabajando con el sector privado y todos los socios posibles- para extender el desarrollo y la distribución de las vacunas", al mismo tiempo, apunta, que "trabajará para incrementar las materias primas necesarias para fabricar estas vacunas".
Reacciones al anuncio
Tras conocerse la noticia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha celebrado la decisión de la Administración estadounidense, calificándola como "un momento monumental" en la lucha contra el coronavirus. Así, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha utilizado su cuenta de Twitter para expresar que "es un momento monumental en la lucha contra el covid-19. El compromiso de Joe Biden y Katherine Tai de apoyar la renuncia a las protecciones de la propiedad intelectual para las vacunas es un poderoso ejemplo de liderazgo de Estados Unidos para abordar los desafíos de la salud mundial".
También ha aplaudido la decisión la organización Médicos Sin Fronteras, "un paso importante hacia el apoyo mundial a una exención en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en materia de propiedad intelectual". En este sentido, los países contarían con nuevas opciones para hacer frente a "las limitaciones de las normas de propiedad intelectual actuales y eliminar las incertidumbres y las barreras legales que pueden impedir la producción y el suministro de productos médicos covid-19 con antelación". Por otro lado, ha pedido a los países que "siguen bloqueando la exención en la OMC que apoyen la suspensión de las patentes de todas las herramientas médicas de covid -19, incluidas vacunas".
También han reaccionado a la noticia líderes internacionales, como el presidente argentino, Alberto Fernández, que ha celebrado la decisión, y ha aprovechado un mensaje en su cuenta de Twitter para lamentar que "las vacunas no se han distribuido de forma equitativa en un mundo en el que ganan unos pocos y pierden millones. Todos y todas deben poder acceder a la salud", ha subrayado.
La presión para liberar las patentes se intensifica
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Esta decisión de la Admintración Biden llega después de semanas de rumores sobre este cambio de posición de EEUU. En España, el Ministerio de Sanidad se opone, tal y como se opone la Comisión Europea (aunque el Parlamento lo esté discutiendo). También el PSOE, el PP y Vox. Unidas Podemos, Más País-Verdes Equo, ERC, EH Bildu y PNV creen que sería una buena iniciativa, dada la emergencia sanitaria global.
El principal argumento de los que se oponen a esta medida consiste en asegurar que una iniciativa así desincentivaría la innovación de las farmacéuticas, que asumen riesgos que no asumirían si supieran que no van a obtener grandes beneficios de la apuesta. Sin embargo, tras conocerse que el fármaco de AstraZeneca y la Universidad de Oxford fue impulsado con más de un 90% de financiación pública, se invalida, en parte, esta tesis. El riesgo que corrió la farmacéutica anglosueca, que recibió el prototipo de vacuna de manos de una universidad pública, pudo haber sido mínimo de confirmarse los datos que ofrece el estudio publicado en el mes de abril.
Sin embargo, no basta con liberar las patentes. El paso implica que cualquier laboratorio puede acceder a la información necesaria para fabricar una vacuna anticovid, pero leer la receta no implica saber cocinar. Hacen falta infraestructuras y profesionales cualificados. Aunque, las versiones siguen contrapuestas: el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, asegura, refiriéndose en genérico al Sur Global, que "no tienen el equipo" y "no hay capacidad". Países como India, Sudáfrica, Malasia o Bangladesh le contradicen y aseguran que solo les falta saber cómo se elaboran los productos farmacéuticos basados en ARN mensajero.
El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este miércoles que apoya acabar con la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus "para ayudar a poner fin a la pandemia" y que "para que eso suceda" participará "activamente" en la Organización Mundial del Comercio (OMC), según informa Europa Press. La representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai ha anunciado a través de un comunicado que la Administración de Joe Biden apoyará liberar la protección intelectual de estas vacunas puesto que ante "circunstancias extraordinarias" es necesario aplicar "medidas extraordinarias".